'La conjura de los necios' a través del archivo sonoro de RNE

• Este año se cumplen cuatro décadas desde que la novela de John Kenedy Toole ganase el premio Pulitzer
• Considerada como una de las grandes obras del siglo XX
• Repasamos anécdotas y curiosidades de este escrito gracias al archivo sonoro de RTVE

John Kennedy Toole escribió una novela entera. De principio a fin. Con sus personajes perfectamente desarrollados, vivitos y coleando. Y cuando la hubo terminado la tituló La conjura de los necios. Y, sin embargo, nadie la quiso. Pero el propio escritor sabía, que debía escribirla, terminarla y convencer a algún editor de que era lo mejor que había creado en su vida y, también, lo mejor que se había escrito en mucho tiempo.

Esto último no lo consiguió. Se suicidó en 1969 antes de ver expuesta en los escaparates de las librerías su obra maestra. La responsable de que hoy podamos disfrutar de sus páginas fue su madre, Thelma. Quien convencida de la calidad del manuscrito insistió a varias editoriales para que, al menos, la leyesen. Por fin el escritor Walter Percy accedió y quedó completamente maravillado. Por supuesto, del prólogo del libro se encargó él: “Es una verdadera lástima que John Kennedy Toole ya no esté entre nosotros escribiendo. Pero nada podemos hacer salvo procurar que al fin esta tragicomedia humana, tumultuosa y gargantuesca, pueda llegar a un mundo de lectores”.

Bajo el nombre de Ignatius J. Reilly se desarrollan los acontecimientos de la novela. Nada extraordinarios. Lo más inusual que esconde el libro es el propio protagonista. Enfundado en una gorra de cazador verde, con unas enormes orejeras y unos ojos azules y amarillos que observan con desaprobación todo lo que sucede en torno a él. En el primer párrafo, de la primera página ya podemos intuir el carácter demoledor del personaje: “Ignatius percibió que algunos atuendos eran lo bastante nuevos y lo bastante caros como para ser considerados sin duda ofensas al buen gusto y la decencia”. En Gente despierta charlaron con el primer español ,o uno de los primeros, que leyó este libro, se trata de José Manuel Álvarez y es el traductor al castellano de esta obra.

Gente despierta - De la A a la Z

En Todos somos sospechosos de Radio 3, dedicaron uno de sus programas a deshojar La Conjura de los Necios y trazaron las líneas que unen a dos genios incomprendidos y despreciados por un mundo de necios: el propio Ignatius, personaje central de la obra, y su creador, John Kennedy Toole.

En RTVE indagaron en la figura de su autor, John Kennedy Toole, y en las causas que le llevaron a quitarse la vida. Pero también, intentaron ver más allá de este suceso que estigmatizó al escritor para siempre: “La sombra del suicidio ha marcado la manera en la que entendemos a Kennedy Toole y revisamos todo a través de las lentes del suicidio, como si no hubiera tenido otra opción”, afirmaba Cory MacLauchlin, autor de Una mariposa en la máquina de escribir, biografía de Kennedy Toole:

Si tuviésemos que fantasear sobre la música a la que John Kennedy Toole recurría para huir de sus fantasmas, tal vez sería imaginar demasiado. Pero lo que sí podemos hacer es ilustrar las palabras que están grabadas en La conjura de los necios con canciones de artistas que tampoco fueron reconocidos en su momento y que en la actualidad se consideran esenciales. En su honor desde Sonideros de Radio 3, hacían esta selección de un puñado de discos y artistas. Entre ellos, The Kinks, Bobby Charles, Dennis Wilson, Swamp Dogg, Nick Drake, Arthur Alexander, Moondog o Germán Salto.

El lector que decida disfrutar de este clásico de la literatura del siglo XX, deberá prepararse para disfrutar del humor ácido que se respira en la obra. Una novela divertida, burlesca y sin precedentes. En Biblioteca básica indagaron durante uno de sus programas en este longseller.

Una obra que ganó el premio Pulitzer hace cuarenta años. Galardón del que su autor no pudo disfrutar, como nosotros tampoco podremos deleitaremos con otra obra suya. Por ahora, nos quedamos con Ignatius J.Reilly, con sus cuadernos desperdigados en una habitación sombría y desaliñada, con su adicción a la comida basura y a los camisones de franela, y con su estrafalaria manera de ver el mundo. Para terminar, os dejamos la frase que aparece como preámbulo de la obra redactado por Johnathan Swift: "Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificárselo por este signo: todos los necios se conjuran contra él".