Enlaces accesibilidad
Loterías y Apuestas del Estado

¿Qué es La Quiniela?: Origen e historia de las apuestas deportivas en España

Por
Logo de la Quiniela rodeado de pelotas de deporte
La Quiniela consiste en acertar los resultados deportivos de la jornada

¿Juegas a la lotería para ganar dinero e invertirlo? Es lo más normal del mundo. Ponemos nuestra ilusión y un par de euros cada vez que compramos un boleto de un sorteo para que el azar haga lo suyo y de reprente nos llevemos una alegría con unos cuartos de más. Existen muchos tipos de Loterías y Apuestas del Estado, una de ellas es La Quiniela, la apuesta favorita de los amantes del deporte.

¿Qué es La Quiniela?

Si hace un tiempo te contamos qué es la Lotería y su historia en España, hoy te traemos información sobre La Quiniela, un juego de azar nacional que se basa principalmente en apostar sobre los posibles resultados de los partidos de fútbol de primera y segunda división.

Aunque existe un debate sobre el origen de La Quiniela, parece ser que la primera jornada de La Quiniela se celebró el 22 de septiembre de 1946 con un boleto de siete partidos que se jugaban, aunque su origen real se sitúa en una taberna de Santander en 1929. Tuvo bastante éxito, con una participación de 38530 boletos y una recaudación de 77060 pesetas (463 euros).

Los premios de la primera jornada fueron 9603 pesetas (57,71 euros) para la primera categoría; 7202 pesetas (43,28 euros), para el único acertante de segunda; 4801 pesetas (28,85 euros) para el único acertante de tercera y poco más de 59 pesetas (35 céntimos) para los 58 acertantes de cuarta categoría.

Quiniela y fútbol, de la mano: cómo jugar y ganar fácilmente

Aunque se pueden hacer apuestas deportivas de todo tipo, La Quiniela se centra principalmente en el fútbol por ser el deporte más arraigado en la sociedad española. Se convirtió en una costumbre en y se crearon peñas para jugar combinaciones múltiples entre varios participantes.

La edad mínima para participar es de 18 años y ha cambiado mucho desde sus inicios, ya que antes había un formato más complicado para pronosticar el número exacto de goles de cada equipo. Sin embargo, en la temporada de 1948 se instauró el sistema 1X2, donde se intenta adivinar si ganará el equipo local (1) o si lo hará el visitante (2) o el partido acabará en empate (X). Salvo pequeños cambios como en el número de partidos y qué hacer si el partido no se celebra, las reglas de La Quiniela se han mantenido desde entonces.

Actualmente la apuesta se realiza sobre una lista de 15 partidos, normalmente siete de primera división y siete de segunda división. Las semanas en las que hay compromisos internacionales de selecciones se incluyen en el boleto cuatro partidos internacionales (el de la Selección española y los otros tres más destacados) y los 11 partidos de la jornada de Segunda División. ¿Y si un partido no se juega? Entonces se realiza un sorteo llenando 'el bombo', del que se extrae el resultado con el porcentaje relativo de 1X2 que se haya apostado sobre cada partido.

Los premios de La Quiniela

En estos más de 70 años de quinielas, la recaudación total ha superado los 10500 millones de euros, se han celebrado más de 2500 jornadas y se han jugado más de 35000 partidos. Por supuesto, como en cualquier otro sorteo gestionado por Loterías y Apuestas del Estado, Hacienda interviene en los premios y se queda una parte del dinero que ganas.

En La Quiniela, como en otros juegos, se destina el 55 % de la recaudación a los premios, que se distribuyen en cinco categorías y una especial:

  • Categoría especial: 14 aciertos más el pleno al quince: 7,5 % de la recaudación*
  1. Primera categoría: 14 aciertos: 16 % de la recaudación
  2. Segunda categoría: 13 aciertos: 7,5% de la recaudación
  3. Tercera categoría: 12 aciertos: 7,5 % de la recaudación
  4. Cuarta categoría: 11 aciertos: 7,5 % de la recaudación
  5. Quinta categoría: 10 aciertos: 9 % de la recaudación

*En caso de que no haya acertantes de categoría especial, se acumulará bote para la siguiente semana para esta categoría; si no hay acertantes de primera, su premio pasaría al bote de la semana siguiente. Para el resto, de no haber acertantes el premio de la tercera categoría pasaría a la cuarta, y de no haber tampoco, a la quinta (y de no haber, se acumularía para el bote de la siguiente semana). En ningún caso un premio de determinada categoría puede ser superior a un premio de una categoría superior. Si sucediera esto, se sumaría el premio de ambas categorías y se repartiría a partes iguales entre los acertantes de ambas.