'El condensador de fluzo' aborda las traiciones a lo largo de la Historia

• Goyo Jiménez viajará a México para conseguir el piolet con el que asesinaron a Trotsky
• #FluzoTraiciones, jueves 20 de enero, a las 22:00 horas en La 2, y preestreno a las 20:00 horas en RTVE Play

Las traiciones serán el tema principal de esta semana

Esta semana, ‘El condensador de fluzo’ aborda un tema tan peliagudo como las traiciones. A lo largo de la Historia se han visto traiciones de todos los colores: a través de hijos ingratos, de tratados que se rompen, de promesas que no se cumplen, de puñaladas por la espalda e incluso de besos. Detrás de las traiciones están las pasiones humanas, y el programa mostrará las más sorprendentes.

Néstor Marqués trasladará a los espectadores al año 44 a.C. para averiguar por qué le asestaron 33 puñaladas a Julio César. Carmen Guillén Lorente les transportará hasta la Segunda Guerra Mundial para conocer la historia Iva Ikuko Toguri D'Aquino, acusada de realizar propaganda en inglés desde Radio Tokio con el propósito de desmoralizar a las tropas aliadas. Y Sara Rubayo analizará la traición con obras de arte tan importantes como ‘El beso de Judas’, de Giotto di Bondone.

Carmen Guillén hablará sobre la segunda Guerra Mundial

Ana Carrasco reflexionará sobre la traición con una mujer que ha dedicado su trabajo al lado oscuro de la filosofía: el mal, la maldad, la crueldad. Miguel Iríbar seguirá los pasos del Benedicto XIII, más conocido como el “Papa Luna”. María Jesús Cava presentará a los espectadores a Olympe de Gouges, una mujer a la que su propio partido traicionó durante la Revolución Francesa. Y, para terminar, Goyo Jiménez se traerá del México de 1940 el piolet con el que el español Ramón Mercader asesinó a Trotsky.

Y, después, ‘Los repudiados, la odisea del Sant Louis’

Tras ‘El condensador de fluzo’, los espectadores podrán continuar la noche de Historia de La 2 con el documental ‘Los repudiados, la odisea del Sant Louis’. Esta producción alemana cuenta la historia de un buque en el que viajaban cerca de mil refugiados judíos que huían de los nazis y a los que no dejaban atracar en ningún puerto de Cuba, Estados Unidos y Canadá.