'Documentos TV' denuncia los estragos de la guerra en la infancia
'Documentos TV' estrena ‘La infancia de Imad’. Imad, de cinco años, fue secuestrado por el Dáesh cuando tenía dos y desde entonces le adiestraron para familiarizarse con la violencia y la muerte. El documental es el descarnado relato del robo de la infancia de los niños por la guerra y de la lucha de las familias por conseguir superar los traumas y devolverles la niñez que nunca debieron perder.
Imad el terrible
Los yihadistas libraron con los yazidíes del Kurdistán iraquí una perversa guerra que se saldó con miles de hombres ejecutados, mujeres utilizadas como esclavas sexuales y niños adoctrinados para ser combatientes
En la expansión del autodenominado Estado Islámico por el Kurdistán iraquí, la población yazidí sufrió una de las embestidas más crueles del ataque de los yihadistas. A las mayoritarias ejecuciones de los hombres, se sumaron las decenas de miles de mujeres y niños tomados como rehenes. A ellas, les esperaba la esclavitud sexual y a los niños, las armas. Durante años vivieron en estas durísimas condiciones y muchos arrastran traumas difíciles de reconducir.
Es el caso de Imad. Hace dos años y medio, el Dáesh se llevó a toda su familia. De su padre no se sabe nada y junto a su madre y a su hermano han logrado regresar al campamento donde vive su abuela. El niño, cuando tan solo contaba con dos años fue adiestrado para ser combatiente. “Decían que el objetivo era que fuesen valientes y desalmados”, cuenta Ghazali, su madre. “Le han lavado el cerebro”, asegura la abuela. “Imad ya no nos conoce, no se acerca a mí, ni a nadie”.
Los yihadistas le cambiaron el nombre y le enseñaron a hablar en árabe. Ahora no se entiende con su familia ni con sus vecinos. La mirada de Imad refleja el resentimiento hacia los que le rodean y el odio a su madre, a la que escupe, mientras coloca un palo, a modo de bomba, que intenta hacer explosionar al paso de un coche.
Ayudada por educadoras, médicos y psicólogas intentan reconducir los comportamientos espeluznantes de un niño asocial, que solo entiende el mal como forma de relación con los demás.