'Los escépticos del cambio climático', en 'La noche temática'
- Estrena los documentales ‘La batalla del clima en Estados Unidos’ y ‘Mi cerebro ignora el cambio climático’
- Sábado 4 de junio, a las 00:00 horas en La 2
Los incendios devastadores, las olas de calor y las inundaciones recientes han empezado a concienciarnos de la necesidad de frenar el cambio climático. Sin embargo, a pesar de la urgencia, nuestro estilo de vida apenas ha cambiado como muestra esta semana ‘La noche temática’ bajo el título ‘Los escépticos del cambio climático’.
‘La batalla del clima en Estados Unidos’
Estados Unidos es el país occidental más climaescéptico, a pesar de que sus temperaturas están batiendo todos los récords. En 2021 en algunas áreas de California alcanzaron casi los 60º. Llueve poco, y los incendios arrasan con todo. Hoteles, casinos y campos de golf contribuyen a vaciar las reservas. El discurso climaescéptico se recita en reuniones e iglesias.
Cameron es un promotor inmobiliario que trabaja en el desierto de Utah, representa la imagen de Estados Unidos hoy, atrapado entre la emergencia climática y la voluntad de continuar con el negocio a toda costa. Para atraer a los clientes se le ha ocurrido construir un campo de golf con 18 hoyos que necesita varias horas de riego al día y un lago. Algo chocante en medio de una región azotada por una de las peores sequías de la historia, donde no crece nada. Y, sin embargo, la ley le permite extraer toda el agua que desee.
Desde hace algún tiempo el Valle de la muerte, en California, la región más calurosa de Estados Unidos se ha convertido en un popular destino turístico y en un lugar obligado para los amantes de los selfies. Cuánto más calor, más impresionante es la foto.
El verano de 2021 fue el más caluroso que se haya registrado en Estados Unidos, con unas temperaturas que alcanzaron unos niveles altísimos. Cientos de miles de hectáreas de bosque ardieron. A pesar de todo, gran parte del país sigue viviendo como si nada. Hoteles, casinos, campos de golf contribuyen a vaciar las reservas y las capas freáticas. Y hombres como el pastor Rick Joyner continúan predicando el negacionismo del cambio climático.
‘Mi cerebro ignora el cambio climático’
Los científicos son unánimes: la catástrofe climática es inminente pero evitable. Y seguimos sin reaccionar. ¿Cómo salir de esta inercia colectiva y cambiar nuestro comportamiento? ¿Estamos programados para escondernos ante la amenaza? ¿Cuáles son los mecanismos del cerebro que nos ciegan y paralizan?
“A nuestro cerebro le interesa la información que confirma su visión del mundo, no la que la contradice”, explica Andreas Kappes. Este profesor de neurociencia en la Universidad de la City de Londres es un especialista en sesgos cognitivos. Sus experimentos realizados con estudiantes revelan hasta qué punto nuestro cerebro lidia con la realidad. En el caso de acontecimientos felices, la mayoría cree que resultará más beneficiado que los demás.
Pero en lo tocante a los accidentes de la vida, se produce exactamente lo contrario. “Es estadísticamente imposible que a cada individuo le vaya mejor que a los demás. Así por definición es un sesgo. Es una ilusión; no es algo realmente posible”, afirma la neurocientífica Tali Sharot. Los científicos llaman a este fenómeno “sesgo de optimismo”. Y han demostrado que influye decisivamente en casi todo el mundo, y en todos los ámbitos de la vida.
Con un cerebro tan reacio a creer en las catástrofes, no es de extrañar que las advertencias lanzadas por los climatólogos en los últimos treinta años hayan tenido tan poca repercusión. Sobre todo, porque esta dificultad para enfrentarse a la realidad se ve reforzada por otro sesgo, en este caso de tipo cultural: nuestros marcos cognitivos.
La socióloga y filósofa Dominique Meda explica que nuestros marcos cognitivos son todas las representaciones, las visiones del mundo con las que vivimos desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, la idea de que el ser humano es superior a la naturaleza, y que esta debe ser transformada en beneficio nuestro, y las consecuencias carecen de relevancia, porque es bueno para nosotros.
Los últimos avances en neurociencia, psicología del comportamiento o antropología arrojan luz sobre las contradicciones y miedos que nos asaltan a la hora de cambiar nuestros hábitos de vida. La ciencia explora los mecanismos cerebrales que nos llevan a esconder la cabeza como el avestruz ante la amenaza climática, y busca los recursos psíquicos que nos permitan afrontarla.