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Inteligencia Artificial en el trabajo

¿Sabías que tu CV puede ser evaluado por un robot?

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Ilustración sobre dos currículums de ejemplo siendo escaneados
Los currículums con una estructura sencilla y concreta son priorizados por los algoritmos al momento de filtrar candidatos.

El uso de algoritmos en los procesos de selección en grandes y medianas empresas es más común de lo que se cree. Entregar un currículum en papel es una cuestión del pasado. Ahora, un software se encarga de examinar tu solicitud antes que un ser humano.

Las compañías que manejan grandes volúmenes de candidatos necesitan servirse de sistemas de filtrado para ahorrar tiempo al personal de selección. Con ayuda de los algoritmos, los departamentos de recursos humanos pueden centrarse en aquellas tareas que requieran la interacción personal, como las entrevistas.

A los algoritmos les gusta que se lo dejen fácil

Aunque las empresas no desvelen los parámetros que utilizan para realizar el filtrado, es diferente presentarse ante un reclutador de recursos humanos que ante un algoritmo. Los softwares de selección funcionan como el motor de búsqueda de Google. El algoritmo se encarga de analizar los candidatos según las palabras claves que se ajustan a la descripción del puesto de trabajo. De esta manera, los currículums que no concuerden con estas características, se eliminarán automáticamente. Por ello, es esencial describir las experiencias previas con frases cortas y sencillas.

Un truco que utilizan algunos candidatos es incluir palabras escritas en blanco de manera que quedan ocultas para el ojo humano, pero son identificadas por el sistema. Tendemos a pensar que las máquinas son infalibles, pero el ingenio humano nos demuestra lo contrario (por el momento).

El uso de plantillas prediseñadas para crear currículums creativos está cada vez más extendido. Sin embargo, los algoritmos muchas veces no entienden de grafismos, dibujos o tablas. Cuando nuestro perfil va a ser seleccionado por un software, la estructura suele ser lo más importante. Incluso una tipografía novedosa puede hacer que el currículum sea ilegible y evitar que el algoritmo tome en cuenta una candidatura. Es recomendable limitarse a los clásicos: Arial, Times New Roman o Garamond.

Imagen: un software analiza en código genético
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Los algoritmos se utilizan para agilizar procesos repetitivos y manejar grandes cantidades de datos Lab RTVE

Dime cómo juegas y te diré si te contrato

Las pruebas de selección a modo de videojuego son una novedad en el mercado. McDonald’s evalúa a sus candidatos planteando una serie de escenarios a través de un chatbot. La gamificación permite predecir cómo será el comportamiento del empleado en un futuro. De esta manera la compañía puede hacer un análisis sobre las habilidades sociales y rasgos de personalidad de una forma mucho más precisa, y así optimizar sus tiempos de preselección en un 81%, según una entrevista con el cofundador de la herramienta en Business Insider. Aunque la empresa asegura que no existen respuestas incorrectas, advierte al usuario que estará siendo evaluado en todo momento durante la prueba.

¿Los algoritmos hacen un mejor trabajo que los departamentos de RRHH?

Si bien el ahorro en tiempo y dinero es evidente, existen algunas dudas sobre el funcionamiento de estos programas en cuanto a los sesgos. Los sistemas de Inteligencia Artificial pueden replicar los prejuicios humanos. Estas herramientas requieren de una gran cantidad de datos para hacer análisis precisos. Dependiendo de la calidad de la información que se proporcione, el algoritmo podría discriminar de la misma forma que las personas, por razón de género, raza, nacionalidad, y edad. Es decir, para que las máquinas puedan pensar, primero los humanos deben pensar por ella.

Algunos expertos indican que el uso de la Inteligencia Artificial no es suficiente para identificar al candidato ideal, en especial aquellos sistemas que basan su análisis en las expresiones faciales de los trabajadores. En el documental ‘Algoritmia: ¿El fin del trabajo como lo conocemos?’, Gemma Galdón, experta en ética de algoritmos explica: “No hay ninguna base científica de que nuestra forma de mover los ojos, la boca, la cara, las mejillas indiquen nuestra profesionalidad y nuestra productividad”. El documental del Lab ya está disponible -gratis y online- en RTVE Play.