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INDUSTRIA 4.0

La Cuarta Revolución Industrial: digitalización, producción inteligente y nuevos empleos

  • Las nuevas tecnologías redefinen los modelos de productividad, las profesiones y el empleo
  • La velocidad, el alcance y el impacto de la tecnología caracterizan el nuevo paradigma laboral
  • El documental Algoritmia se puede visualizar -gratis y online- en RTVE Play desde el lunes 30 de mayo

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Una científica mira un microscopio en un laboratorio
Industria 4.0, el camino hacia una revolución digital |

A finales del siglo XVIII, y con la llegada de la máquina de vapor, comenzaron a darse los primeros pasos hacia la mecanización del trabajo. Fue la Primera Revolución Industrial, un proceso que transformó las ciudades y las fábricas. Más tarde, inventos como el teléfono, la electricidad o las cadenas de montaje abrieron camino a una nueva etapa, la era de la producción de masas. Y a partir de 1960 nuevos protagonistas, la informática y el ordenador, irrumpieron en el panorama empresarial dando lugar a la Tercera Revolución Industrial, una fase caracterizada por la programación y la automatización de las máquinas.

Ahora, casi 300 años después de la invención del motor a vapor, llegan la inteligencia artificial y los sistemas de realidad virtual, y con ellos, cambios importantes en los modelos de producción. Este proceso de transformación es conocido como Industria 4.0, y plantea una pregunta: ¿Estamos ante la Cuarta Revolución Industrial?

Producción inteligente

La primera vez que se habló de la Industria 4.0 fue en 2011 en la feria tecnológica de Hannover, Alemania. Allí, el profesor y director del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, definió esta fase como “la Revolución que genera un mundo en el que los sistemas de fabricación virtuales y físicos cooperan entre sí de una manera flexible a nivel global”.

En esta nueva realidad, la idea es transformar y digitalizar las empresas orientándolas hacia una producción inteligente de manera que todo esté integrado en un ecosistema alimentado por el Big Data. “No solo cambiará cómo nos comunicamos, cómo producimos, cómo consumimos… En realidad, alterará nuestra identidad”, sentencia Schwab.

Los pros y los contras de la Industria 4.0

Desde el origen de la industrialización hasta la creación de asistentes digitales, como Alexa o Siri, han pasado más de dos siglos y tres revoluciones industriales. Pero ¿qué beneficios ha traído consigo esta nueva era?

  • Mejora la productividad

Con la automatización de las máquinas, la industria es más eficaz que antaño, y en menos horas de trabajo se consiguen mejores resultados y calidad. Tanto es así que en el ámbito de la medicina ya se están aplicando algoritmos para obtener diagnósticos más precisos.

  • Personaliza el producto

El Big Data permite elaborar artículos individualizados y adaptados a las necesidades del consumidor, lo que optimiza la toma de decisiones y la competitividad de las empresas.

  • Aumenta la seguridad

Las áreas urbanas se están transformando en ciudades inteligentes con mayores garantías gracias a la implementación del Deep Learning. Los científicos están trabajando en el desarrollo de sistemas de identificación de vehículos, una herramienta que, según Álvaro Ramajo, investigador de Inteligencia Artificial en la Universidad Carlos III, “podría facilitar la búsqueda y seguimiento de sujetos sospechosos en las investigaciones policiales”. Este sistema visualiza las imágenes de las cámaras de tráfico y localiza un vehículo por la matrícula, el color o la marca de este. “Una máquina es capaz de procesar cien veces más rápido y con más precisión que un humano”, sostiene este experto. Por eso, la implementación de este tipo de herramientas, además de aumentar la seguridad en las ciudades, permite agilizar el trabajo de los agentes. Asimismo, en los programas de defensa estatales: instituciones como el Pentágono en Estados Unidos, aplican la Inteligencia Artificial y el Big Data para pronosticar con antelación los posibles ataques de otros países.

Sin embargo, la Industria 4.0 no solo ha traído cosas buenas y un ejemplo de ello es la brecha digital.

  • Alta dependencia tecnológica

El nuevo modelo de negocio requiere una mayor cualificación en entornos digitales y, en ocasiones, esto se traduce en la falta de trabajadores. Las empresas demandan perfiles profesionales especializados porque tienen una alta dependencia tecnológica.

  • Constante cambio y adaptación

“Hoy día es muy difícil decirle a un estudiante a qué tipo de mercado laboral va a salir”, asegura Marta García Aller, periodista y autora de Lo imprevisible. En los últimos años puestos como científico de datos o experto en ciberseguridad se han convertido en los más cotizados del mercado. Principalmente, porque las empresas necesitan más protección en sus sistemas debido a la gran cantidad de datos que manejan.

  • Hipervigilancia

La otra cara de la seguridad son las ciudades hipervigiladas, donde las autoridades pueden saber dónde está un individuo en cualquier momento. ¿Hasta qué punto necesitamos cámaras en todos los puntos de una urbe? ¿Ofrece libertad o nos la quita? ¿Puede nuestra seguridad justificar la hipervigilancia? Esta Cuarta Revolución pone sobre la mesa algunas cuestiones éticas que aún están por resolver.

¿Qué papel tienen las personas en esta Revolución?

Una de las conclusiones a las que ha llegado el Foro Económico Mundial es que 85 millones de empleos pueden haber sido sustituidos por máquinas en 2025. Ahora bien, de la misma forma que desaparecen estos puestos de trabajo, se crearán otros nuevos. En el futuro las personas desempeñarán cargos relacionados con la investigación y la creatividad, mientras que los robots se encargarán de las tareas repetitivas. Entonces, tal y como dice Marta García Aller: “El enemigo no es la automatización, sino la falta de preparación para adaptarse a ella”.

La Industria 4.0 no tiene sentido sin las personas, de hecho, la Inteligencia Artificial no las sustituye a ellas, sino a las tareas que desarrollan. “Hemos visto que las fábricas se han automatizado con robots y ahora están llegando a las oficinas, donde muchos trabajos administrativos de contabilidad de gestión están siendo automatizados por algoritmos”, declara Lucía Velasco, economista especializada en tecnología. Por ello, las empresas deberán llevar a cabo la alfabetización digital, sobre todo, para orientar a los trabajadores hacia el nuevo paradigma laboral, caracterizado por la velocidad, el alcance y el impacto generado por la tecnología.

Algoritmia: ¿El fin del trabajo como lo conocemos?

El último estreno del Laboratorio de Innovación Audiovisual de RTVE, Algoritmia: ¿El fin del trabajo como lo conocemos? habla sobre el uso de algoritmos en el mercado laboral y los efectos que estos tienen. El proyecto ya está disponible -gratis y online- en la plataforma de RTVE Play.