'Comando al sol': del Pirineo de Huesca a las fiestas de Anguiano
- ‘Un verano serrano’: martes 30 de agosto, a las 23:50 horas en La 1
‘Comando al sol’ retrata una zona imprescindible de los Pirineos y aterriza en una Rioja de vértigo. Los reporteros suben con mulas las montañas de Huesca, acampan a orillas de un glaciar y vuelan en la vertiginosa tirolina doble más larga de Europa. En su segundo destino, La Rioja, desafían a la gravedad bailando sobre zancos y se acercan a Anguiano.
‘Pirineo imprescindible’
La magia de Huesca permite ascender en mula y dormir junto a un glaciar en una zona del Pirineo que bien podría ser Suiza o Canadá. “No sólo venimos a este viaje porque podemos caminar por la montaña ligeros, ya que las mulas llevan las mochilas, sino porque enseñamos a los niños el contacto con la naturaleza”, afirman algunos turistas mientras caminan entre abetos milenarios.
En Hoz de Jaca está la tirolina doble más alta y larga de Europa. Los turistas se lanzan al vacío gritando y sobrevolando el embalse Búbal. Los 30 habitantes de la pequeña localidad de Lanuza viven gracias al turismo: en invierno, de las estaciones de Formigal y Panticosa, y en verano, de los miles de visitantes que reciben de todo el mundo para fotografiar montañas, bañarse en embalses y pasar fresquito por la noche.
El embalse de Lanuza, a casi 1.300 metros de altitud, lo explota la familia del donostiarra Iñigo Ligüeri. Hacen excursiones en barca, paddle surf, barcos de vela… Mientras, se escucha de fondo a los grupos que este año participan en el Festival de música Pirineos Sur. Los asistentes duermen en tiendas de campaña o furgonetas y dinamizan el Valle de Tena. El escenario flotante sobre el embalse es propicio para que los cantantes se lancen al agua desde el camerino.
‘La Rioja de vértigo’
David lleva 17 años danzando y este año se retira. Son las fiestas de Anguiano, en La Rioja, y va a danzar sobre zancos de 50 centímetros junto a otros siete jóvenes del pueblo. Hay quien dice que es una tradición del siglo XVII con la que se pedían buenas cosechas. El pueblo multiplica su población para ver a estos danzadores bajar empinadas cuestas girando sobre su propio eje y subidos a zancos. Después toca probar la alubia de Anguiano, un producto casi artesanal que se cocina con tocino y chorizo al amor de la lumbre. Cerca de la localidad se encuentra el Monasterio de Valvanera, un remanso de paz para turistas.
La Rioja es también tierra de agua. Siete ríos la atraviesan, alguno con un caudal tan vivo que se convierte en un parque de atracciones. Una familia de ocho miembros acude a disfrutar de un día de rafting en el río Iregua, un descenso de aguas bravas… “Pagamos lo que sea, ya vendrá el otoño”, dicen algunos visitantes.