'Adiós al Papa emérito', en 'Informe semanal'
- También viaja a Croacia en el momento en el que el país accede al espacio Schengen y a la eurozona, algo que implica diversos retos
- Sábado 7 de enero, a las 21:30 horas en La 1 y Canal 24 horas
'Informe Semanal' se ha desplazado al Vaticano para vivir el funeral de Benedicto XVI, el papa que fue más tiempo emérito que cabeza visible de la Iglesia Católica. En su segundo reportaje, viaja al primer país de la UE que logra entrar en el espacio Schengen y en la eurozona al mismo tiempo, con todos los retos que implica.
‘Adiós al Papa emérito’
Durante estos días, en los que más de 200.000 personas llegaron a acudir al interior de la Basílica de San Pedro para despedirse de él y contemplar su cuerpo antes de ser enterrado, se ha analizado su legado. También su figura, ensombrecida especialmente por su predecesor, Juan Pablo II, y tan diferenciada de su sucesor, el papa Francisco.
"Lo cierto es que tenía, al menos, dos caras", nos ha dicho José Manuel Vidal, director de 'Religión Digital': "Por un lado, fue un papa tierno, místico... muy espiritual. Por otro lado, ofrecía una cara más dura, de hombre atormentado". Coincide con el sacerdote, periodista e historiador Jesús de las Heras en que "era un papa intelectual y no de gestos ni de masas", aunque el también deán de la catedral de Sigüenza cree que a Joseph Ratzinger hay que releerlo "sin prejuicios" para "ir más allá de su papel como guardián de la doctrina de la fe" y saber destacar sus logros como el acercamiento, por primera vez, a víctimas de abusos o su interés por la transparencia de las cuentas vaticanas.
Fueron cuestiones ante las que -según algunos- él no pudo avanzar más. De las Heras insiste en que "lo que hizo, lo sabemos, pero lo que no pudo hacer, lo suplió con la renuncia” y, ahí, estarían las razones "de salud y morales" que esgrimió para dar un paso al lado. José Manuel Vidal recuerda que Benedicto XVI "se sentía rodeado de lobos", una expresión que solía utilizar para referirse a los miembros de la curia romana "que desde dentro le hacían la vida imposible".
‘Croacia, las dos caras de la moneda’
Croacia acaba de cerrar un importante círculo de su integración europea. Es la primera vez que un miembro de la UE accede al espacio Schengen y a la eurozona al mismo tiempo, algo que implica diversos retos a la vez. Por un lado, la previsible subida de precios, una mayor inflación y acostumbrarse al cambio, aunque Sandra Petricic, presidenta de la Federación de Hosteleros de Zadar, asegura que están "acostumbrados a calcular en euros porque ya tenemos muchos negocios con la Unión Europea" y su principal fuente de ingresos es el turismo.
Por otro lado, está la cuestión migratoria. Desde el 1 de enero, ya no existen los controles fronterizos con sus vecinos de la Unión, pero Croacia sigue siendo un país en plena ruta migratoria de los Balcanes. El bloque comunitario consideró que cumplía con todos los requisitos para integrarse en Schengen, pero varias organizaciones humanitarias llevan tiempo denunciando una práctica que parece generalizada: la "devolución en caliente" y el abuso de la fuerza policial contra los migrantes que tratan de cruzar su territorio, algo que el gobierno croata niega.