'Documentos TV' estrena 'Mi mujer tiene crédito social'
- China ha establecido un sistema de puntos para controlar al pueblo sin mano dura
- Miércoles 14 de junio a las 23:55 horas, en La 2. Y preestreno a las 20:00 horas en RTVE Play
'Documentos TV' muestra esta semana el sistema de crédito social que China ha establecido por el que los ciudadanos consiguen, mientras consumen con su móvil, una buena o mala puntuación en función de su comportamiento. El periodista francés Sebastian Le Belzic ha grabado el día a día de Lulu Cheng, su mujer china, inmersa, como el resto de sus compatriotas, en el mundo orwelliano donde nada escapa a los ojos del Partido
China es uno de los países con mayor vigilancia. Se calcula que hay una cámara por cada dos habitantes. Junto a la vigilancia masiva, el gobierno, respaldado por la gran dependencia de los dispositivos electrónicos en la vida cotidiana, ha establecido el sistema de crédito social. Se trata de puntuar la solvencia y las costumbres de los ciudadanos, en función de su comportamiento a la hora de consumir, móvil en mano. “La idea es que, si acumulas puntos, puedes utilizarlos para beneficiarte de accesos privilegiados a determinados servicios públicos”, explica el profesor de Derecho, Xin Dai. La lista es larga y atractiva: descuentos en el transporte, admisión en hospitales y consultas médicas sin fianza, acceso gratuito a parques y bibliotecas…
Así lo cree Lulu, la esposa de Sebastian, quien ha decidido grabar el día a día de su mujer que, como el resto de compatriotas, intentan conseguir el mayor número de puntos para seguir engrosando la lista de los ciudadanos de primer nivel. “Desde el comienzo de la mañana, es imposible vivir sin el móvil”, cuenta Lulu a cámara, mientras suma puntos pidiendo un taxi. “¿No te incomoda que te puedan seguir a través de tu teléfono?”, le pregunta Sebastian. “Es muy práctico”, le responde ella.
A cambio de comodidad, los ciudadanos ofrecen todos los datos de sus actos cotidianos que, de inmediato, quedan digitalizados y registrados en los ordenadores del Partido con los que puntúa, calibra y juzga a su pueblo. Incluso hasta si alguien se salta un semáforo, su comportamiento será puesto en entredicho. “¿Y qué me va a pasar?”, le dice Sebastian a Lulu. “Sencillamente, aparece tu cara y ¡menuda vergüenza!”, concluye.
‘Mi mujer tiene crédito social’ explica, a través de esta pareja, el mundo orwelliano en el que vive la sociedad china y cómo el sistema de crédito social está conformando un estilo de vida regido por la vigilancia permanente, la valoración y las normas, donde nada escapa a los ojos del Gran Hermano.