'Documentos TV' estrena 'Los violines de la esperanza' en el Día de la Música
- Miércoles 21 de junio a las 00:25 horas, en La 2. Y preestreno a las 20:00 horas en RTVE Play
Con motivo del Día Europeo de la Música, ‘Documentos TV’ estrena ‘Los violines de la esperanza’: su protagonista, el lutier Amnon Weinstein, repara y vuelve a hacer sonar instrumentos abandonados o arrebatados a los judíos que tocaron obligados en las orquestas de los campos de concentración nazis.
Los violines del holocausto
Ha recuperado más de 117 de estos instrumentos, que suenan en los mejores auditorios del mundo y devuelven, a través de sus cuerdas, la voz y el recuerdo perdido de los ausentes
Amnon Weinstein es un lutier israelí. Desde hace 25 años, repara y recompone violines destruidos, abandonados o arrebatados a los judíos que los nazis deportaron y asesinaron en los campos de concentración. Instrumentos que los prisioneros se llevaron consigo a Treblinka, Belzec o Sobibor, y a quienes obligaron a tocar para el disfrute de los dirigentes nazis. “La música no pertenecía a los judíos”, asegura la directora de los archivos sonoros de la Biblioteca Nacional de Israel, Gila Flam. En Auschwitz hubo hasta seis orquestas, con no menos de 120 músicos. Su música marcaba la cadencia para los trabajos forzados y, en otras ocasiones, ahogaban los gritos de los que eran conducidos a la muerte. “No podíamos tocar obras de compositores judíos, sólo arios como Beethoven, Wagner o Mozart”, recordaba hace ya unos años en unas imágenes de archivo, Charles Van West, violinista en la Orquesta de los Hombres del campo de Auschwitz I.
La familia de Amnon tampoco escapó al holocausto. Salvo sus padres y un tío, todos murieron en los campos de exterminio nazis. Su padre fue quien le enseñó el arte de la lutería. Hoy, por su taller de Tel Aviv han pasado más de 100 instrumentos relacionados con el holocausto a los que ha devuelto la vida. Todos llevaban las cicatrices del horror vivido.
La colección de ‘Los violines de la esperanza’ cuenta hoy con unos 117 violines y algunos violonchelos que pertenecieron a músicos judíos antes y durante la Shoah y con los que tocaron obligados o a escondidas porque la música creaba una ilusión, una esperanza.