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'En Portada' finaliza temporada con 'La huella del plástico'

  • Turquía es el país que más residuos plásticos compra a Europa para reciclarlos, pero muchos acaban en vertederos
  • Jueves 30 de noviembre, a las 21:50 horas en La 2. Y preestreno a las 20:00 en RTVE Play

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'La huella del plástico'
'La huella del plástico'

'En Portada, presentado por Lorenzo Milá,  finaliza temporada con ‘La huella del plástico’,  coincidiendo con el comienzo en Dubái de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio Climático (COP 28). Un reportaje en el que se analiza el reciclaje de plástico en Europa, uno de los problemas medioambientales que más preocupan.

Europa no tiene capacidad para reciclar todo el plástico que consume y parte de esos residuos los vende fuera, sobre todo, a Turquía. Un país que se ha convertido en una potencia importando residuos para reciclarlos. Compra papel, cartón usado y cada vez más plásticos. Luego transforma el plástico en materia prima, pellets, y lo vuelve a vender a Europa, o a otros países, para fabricar más productos.

Desde que China prohibió en 2018 la importación de plásticos, al ver los daños medioambientales que causan, Turquía ha tomado el relevo. Ahora el reciclaje del plástico se ha convertido en una gran industria que mueve millones. Pero detrás de esas cifras existe una realidad más compleja. Parte del plástico que entra al país acaba tirado en un vertedero o quemado al borde de un camino. Por lo tanto, el plástico en Turquía también se ha convertido en un problema medioambiental grave.

Un equipo de ‘En Portada’ ha viajado a Adana,  el sureste del país, la zona del territorio más contaminada por plásticos y microplásticos. Ha visitado vertederos ilegales repletos de plástico europeo e incluso enterrados bajo tierra. Y ha hablado con vecinos que viven rodeados de plantas de reciclaje, que protestan por los humos tóxicos que inhalan de forma habitual cuando las empresas queman los plásticos que no quieren, porque son demasiado difíciles de reciclar.

La Unión Europea permite exportar estos plásticos a ciertos países a través de normativas, leyes y mecanismos para regular el ciclo del reciclaje. Dejan la responsabilidad al país que compra esos plásticos de tratarlos adecuadamente. Sin embargo, el viaje por Turquía y por el rastro que deja el plástico, refleja que el sistema de reciclaje global que existe actualmente no funciona.