Las periodistas de RTVE Mavi Doñate y María Carou, Premio Internacional de Periodismo Manuel Chaves Nogales
- Mavi Doñate, corresponsal en París de TVE, por ‘El nuevo mayo francés’, emitido en ‘Informe semanal’
- María Carou, corresponsal en Washington de RNE, ha sido reconocida por el reportaje ‘Fentanilo, el opio de EE.UU.’
Las corresponsales de RTVE Mavi Doñate y María Carou han sido reconocidas en el III Premio Internacional de Periodismo Manuel Chaves Nogales, que conceden la Diputación provincial de Sevilla y la Asociación de la Prensa de Sevilla. Se las reconoce en las especialidades de Televisión y Radio, respectivamente. También han sido premiados Agustín Rivera, en Prensa escrita (El Confidencial), y Álvaro García, en Fotografía (El País).
Mavi Doñate, corresponsal en Paris de TVE, ha sido premiada por el reportaje ‘El nuevo mayo francés’, emitido en el programa ‘Informe semanal’. El jurado ha destacado “el rigor periodístico y el impecable tratamiento que desarrolla para acercar a la ciudadanía una profunda reflexión sobre la actual situación sociopolítica francesa, en un reportaje/ensayo audiovisual con el que logra conectar, sin artificios, con la audiencia ofreciendo pautas para la reflexión”.
Las farolas se han encendido ya en París,
cuando Carine Oliveira llega a casa de Shahide.
Él sufre un tipo de demencia que le afecta al movimiento
y Carine se encarga, todas las noches,
de levantarlo de la silla de ruedas
y de acostarlo en esta cama de hospital
que su mujer ha instalado en el salón.
Está con ellos
desde que la enfermedad mostró sus primeros síntomas,
pero cuida a otras 13 personas dependientes más.
Son 26 años de un trabajo de gran exigencia física
y quiere jubilarse a los 62.
-Espero que Macron vea que nuestro trabajo es físico.
Cuando una persona que pesa 110 kilos se cae al suelo
y hay que levantarla.
Todo es físico.
Lo notas en la espalda.
A mi, por las noches me duele mucho la espalda.
Lo notas en los brazos.
Algunos pacientes pueden valerse por si solos, pueden andar.
Pero, con los que no pueden andar es muy complicado.
No me apetece tener que operarme la espalda con 64 años,
Carine afirma que si las cosas no cambian,
se tendrá que conformar con la pensión que le quede,
de algo más de 1000 euros, y que, ahora y siempre,
los autónomos, como ella,
han tenido las peores condiciones para la jubilación.
La nueva ley del Gobierno de Emmanuel Macron
que retrasa la edad de jubilación de los 62 a los 64 años
está considerada como la más impopular en Francia
en los últimos 17 años.
¿Se acepta esta reforma?
-Obviamente que no, y a pesar de meses de consulta,
no se pudo encontrar un consenso y lo lamento,
dijo Macron en su discurso a la nación de la semana pasada.
Insiste en que esta reforma es necesaria
si se quiere asegurar el sistema de pensiones
a partir de 2030.
Se vive más y hay menos nacimientos.
Si en 1970
cuatro trabajadores activos pagaban la pensión de un jubilado,
de aquí a 2050 serán solo
1,2 personas en activo las que lo hagan,
argumentan desde el Gobierno.
Pero, también esto entra en conflicto con el Estado,
totalmente desequilibrado.
Tenemos un presupuesto anual
con un déficit de 150.000 millones de euros,
y para las jubilaciones estamos hablando
de un déficit de unos 12, 13.000 millones de euros,
y entonces uno de los argumentos
de los que se han opuesto a esta reforma,
es que quieren decir al Gobierno:
pongan orden ustedes en las finanzas públicas
y después hablamos de la reforma de las pensiones.
La ley tiene su letra pequeña en la que están las claves
de por qué la rechazan más del 70 % de la población.
Esos matices los conocen muy bien aquí, en esta empresa
donde asesoran sobre inversiones alternativas
para completar las pensiones de jubilación.
Una de las claves es que la nueva ley aumenta,
también los años de cotización
y se sitúa en los más altos de Europa.
43 años para conseguir la pensión máxima.
Segun este cálculo que establece la ley,
para cada régimen concreto,
nadie llega antes de los 67 a tener sus 43 años cotizados.
Es muy difícil tener 43 años cotizados
en una vida como la actual.
Una sociedad como la actual,
en la que todo el mundo ha intentado estudiar una carrera,
intentar formarse lo máximo posible
y no incorporarse al mercado laboral.
Si fuese a los 64 años con la cantidad máxima posible,
nadie estaría en la calle.
La reforma de Macron ha unido en su contra, por primera vez,
a los ocho sindicatos franceses,
y la creación de una ínter sindical es un hito histórico.
Desde el pasado mes de enero,
han convocado 12 jornadas de huelga general.
La más visible, la de los operarios de la basura.
Miles de toneladas de desechos invadieron las calles de Paris
y de otras ciudades durante casi todo el mes de marzo.
Los paros han sido también muy secundados por los ferroviarios,
uno de los sectores que junto, por ejemplo,
los funcionarios o empleados públicos,
tienen una serie de privilegios históricos,
e incluso buenas jubilaciones antes de los 60,
que también el Gobierno quiere modificar con la nueva ley.
Al final, es una reforma de plata,
estamos aquí para que se resuelva y vuelva la democracia
y se restablezca el diálogo social.
La forma de protestar de esta joven parisina de 26 años
se ha hecho viral.
A golpe de bailey tecno,
Mathilde Caillard rechaza esta reforma que tiene, dice,
graves efectos para el cambio climático,
porque obliga a producir más, y resta calidad de vida.
Francia echa mano de su simbología revolucionaria,
grabada en el subconsciente colectivo,
y ya la llaman la Marianne de estos tiempos;
la figura humana femenina
que encarna la libertad guiando al pueblo.
No sé que represento yo.
Lo realmente importante es
que si en algún momento he encarnado algo,
es una voluntad de no rendirse, una esperanza,
y eso le ha dado ánimos a la gente y ganas de implicarse,
de ir a las manifestaciones y de politizarse.
Una corriente de descontento ha ido dando forma
a diferentes formas de movilización ciudadana.
Desde concentraciones improvisadas por redes sociales, a la última:
las cacerolas allí donde aparece Macron o alguien de su Gobierno.
Pero también ha tenido acciones puntuales de violencia,
sobre todo,
por parte del grupo reducido de los llamados Black Block,
jóvenes de grupos antisistema, generalmente de extrema izquierda.
Sus acciones son llamativas,
aunque no representan ni al 1 % de la sociedad francesa.
En lo que va de año,
ha habido decenas de heridos, manifestantes y también agentes;
y se ha abierto investigación
sobre la presunta brutalidad de la policía
por algunas de sus actuaciones.
La protesta ha seguido también
el recorrido parlamentario de la ley.
El pasado 16 de marzo,
a la primera ministra, Elisabeth Borne,
los diputados de la izquierdas le cantaron la Marsella
y toda la oposición le abucheó en la Asamblea Nacional,
nuestro Congreso de los Diputados.
El Gobierno de Macron, en minoría,
no consiguió en la bancada de la Derecha tradicional,
los 40 votos que le faltaban
para sacar la reforma de las pensiones
y sin someterla a votación,
decidió aplicar el artículo 49.3 de la Constitución francesa;
la reforma se aprobó por decreto.
Eso ha sido lo más brutal.
El presidente y el Gobierno nos han ignorado, vamos,
nos han intentado barrer debajo de la alfombra.
Y esta idea de falta de democracia y de consenso social
la difunde también la oposición política
como Jean-Luc Melenchon, el líder de Francia Insumisa,
un partido considerado por muchos como de ultra izquierda,
la tercera fuerza en la Asamblea Nacional,
y que concede una entrevista a un medio español
por primera vez en los últimos años.
El Gobierno, en el mes de noviembre y diciembre,
en donde se votaba el presupuesto del Estado,
usaron 11 veces el 49.3.
Somos un país en lucha muy dura, muy frontal,
eso es la verdad.
Vamos a ver quien gana al final.
Puede ser que sean ellos.
Puede ser que nosotros, no somos todavía, en la práctica,
la democracia muy intensa en Francia.
Entonces, no es solo la lucha del asalariado,
sino más amplia con temas más amplios.
Y por esto, la pregunta para expertos:
¿la reforma de las pensiones es la gota que ha colmado el vaso?
Francia está atravesando una triple crisis, social, política,
porque todo el mundo se pregunta
sobre el porvenir de la presidencia de Macron
y la incapacidad de proyectarse hacia el futuro.
Creo que estamos atravesando un mal momento
y que dentro de los países europeos,
Francia es hoy el hombre enfermo de la Unión Europea, claramente.
La ley se ha impuesto, además, cuando Francia,
al igual que toda Europa,
se ha visto afectada por la pandemia,
y cuando la guerra en Ucrania ha disparado la inflación.
Los precios de los alimentos, por ejemplo,
se han incrementado en un 16 % y los salarios apenas se han tocado.
Cada semana en París,
miles de estudiantes guardan largas colas
en este reparto de fruta y verdura
que da esta organización de forma gratuita.
Algunos dicen que solo así pueden comer alimentos frescos
porque el dinero que le dan sus padres
solo les alcanza para pagarse el alquiler.
Como también pasó en mayo del 68,
estamos ante una movilización muy notable de la juventud,
y no solo contra la reforma de las pensiones, en general,
el Gobierno de Macron ha maltratado a los jóvenes.
En mayo del 68 se dió mucha visibilidad en la lucha
a los hombres, que fueron un poco los que dieron voz al mensaje;
hoy, afortunadamente, eso ha cambiado
y también hay muchas mujeres ocupando los espacios públicos,
haciendo de portavoces de la lucha, y esto es impotante.
Macron, que acaba de cumplir
el primer aniversario de su reelección,
se ha dado cien días, para explicar sus proyectos
en una gira por el país.
El plazo acaba el 14 de julio, la Fiesta Nacional
y cuando se rememora la Toma de la Bastilla
en la Revolución francesa.
El 14 de julio, vamos a hacer en Francia una cacelorada
en todos los pueblos de Francia.
Y bueno, vamos al final.
Yo pienso que él va a retrasar esta ley
porque es imposible seguir así.
Con la popularidad más baja, según los sondeos,
solo parecida a la que tenía
cuando la crisis de los Chalecos Amarillos en 2018,
Macron habla de diseñar un nuevo Pacto del Trabajo
basado en la nueva ley y tiende la mano a los sindicatos
que ya preparan un primero de mayo, histórico, dicen.
El diálogo social, de momento, no parece fácil.
Hace unas semana nos invito, pero nos negamos a ir.
Le escribimos hace dos meses
para tratar de buscar una vía de salida
a la reforma de las pensiones, y que no la aplicase.
Él se negó, nos mandó un correo diciendo que no quería recibirnos,
y ahora va y nos dice:
"Estoy dispuesto a hablar con ustedes".
Era antes cuando había que hablar.
Otra de las consecuencias de esta crisis
Otra de las consecuencias de esta crisis
es la subida de la extrema derecha de Marine Le Pen.
Las encuestas indican
que casi la mitad de los franceses la escogerían
como presidenta de la República en las próximas elecciones de2027.
Su grupo parlamentario es la segunda fuerza en la Asamblea,
y Le Pen sería candidata por tercera vez.
Creo que este segundo mandato de Emmanuel Macron
esta siendo una calamidad, un desastre,
es la prueba de que hoy los franceses
rechazan el sistema en su totalidad y necesitamos un cambio.
Y el único cambio que es a la vez creíble,
prometedor, realista e ilusionante es el que encarna Marine Le Pen.
Lo que Marine Le Pen ha conseguido desde el 2012
cuando fue por primera vez candidata presidencial
ha sido esta famosa desdiabolización de su partido.
Hoy por hoy, muchos franceses no piensan
que Reagrupación Nacional sea un partido de extrema derecha,
es un partido de derechas, populista.
Se puede hablar de desprecio de las élites
hacia la situación de los más precarios en Francia.
La sensación es que estamos en un gran país
pero, que de ser de primera, esta pasando a ser de segunda.
Desencanto, descontento, decepción.
La incertidumbre es la protagonista en Francia.
Políticamente se habla
de que Macron podría hacer cambios en su Gobierno en los próximosmeses
con el cese de la primera ministra.
La oposición,
que ya ha presentado dos mociones de censura que no prosperaron,
pide un referéndum.
Y los que lideran las protestas en la calle,
afirman que continuarán
para impedir que la ley se aplique el 1 de septiembre.
Quizá tan solo los Juegos Olímpicos del año que viene
traigan un horizonte de esperanza y calma, quizá.
Mavi Doñate es, desde octubre de 2021, corresponsal de TVE en París. Con anterioridad, desde 2015 hasta 2021, lo fue en Pekín. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, en 1996 comienza a trabajar en Televisión Española como redactora del Canal 24 Horas. En 1999 se incorpora a los Telediarios de La 1, primero como informadora de Nacional y luego como reportera y jefa de Sociedad. Durante esa etapa cubre como enviada especial cumbres de política de Seguridad e Inmigración en la Unión Europea, la elección del Papa Francisco, los terremotos de Perú y Nepal y tifones en Filipinas. Ha sido profesora de Periodismo en cursos de especialización en la Universidad Autónoma de Barcelona, en el Instituto de Radio Televisión Española, en Perú y en la Universidad de Montevideo. En 2020 es galardonada con el Premio Ondas como mejor presentadora y con el José Manuel Porquet por su cobertura de la pandemia en China. En 2021 es Premio Cirilo Rodríguez de Periodismo Internacional. El año pasado publicó su primer libro: ‘Bajo la mirada del dragón despierto. Vivir y contar la China de la nueva era’.
María Carou, corresponsal de Radio Nacional de España en Washington desde marzo de este año, ha sido premiada por un podcast de 18 minutos de duración ‘Fentanilo, el opio de EE.UU. ’, que según el jurado “representa un ejercicio ejemplar de la difícil tarea de un corresponsal que, además, traslada desde EE.UU. un testimonio cercano sobre un problema, a priori, lejano para los oyentes, en este caso, de España. Huyendo de efectismos, sólo con la palabra, logra enganchar a la audiencia a la narración gracias al tratamiento periodístico del contenido. Desde una reflexión personal, presenta un detallado análisis de las causas de la epidemia de fentanilo en Estados Unidos, desde el funcionamiento de la industria farmacéutica de libre mercado, pasando por los componentes jurídicos o el modelo administrativo, y compara, con mucho acierto, ese contexto con el sistema español. Se trata de un claro ejemplo de periodismo de servicio público, que ofrece información útil a la ciudadanía, sin caer en estereotipos ni en sensacionalismos”.
Carou ingresó en 2005 en RNE. Tras dos años en la emisora de Vitoria, en 2007 se incorpora a los servicios centrales en Madrid, donde desarrolla su trayectoria profesional en la información política, parlamentaria y de Gobierno. A partir de 2018 sus destinos son las corresponsalías de RNE en Bruselas y Washington. Este año ha sido galardonada con el Premio de Periodismo Europeo Salvador de Madariaga en la categoría de radio