El efecto "suerte" del Gordo de Navidad, casi un año después: "Todavía me da un vuelco el estómago, es tremendo"
- Soledad Muñoz jugaba el 05.490 desde antes de tener la administración porque es la fecha de nacimiento de su hijo
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Los caminos de la "suerte" de la Lotería de Navidad solo se conocen una vez que la fortuna ha tocado a los agraciados en forma de lluvia de millones. El último premio Gordo de la Lotería de Navidad, el 5.490, era uno de esos números que “no gustaban” porque empezaba y terminaba por cero, sin embargo, se fue vendiendo y al final "no sobró ninguno", recuerda un año después Otilia, portadora de uno de los décimos premiados con 400.000 euros y responsable de la administración de A Fonsagrada (Lugo) que vendió 45 series del número -180 millones-.
"El cero tenía tirón, pero si empezaba por cero y terminaba por cero entonces ya menos", asegura Otilia, que explica así cómo después de haber caído el Gordo en cero ahora esta terminación gusta más.
Se cumple casi un año del momento en que Otilia supo, no solo que había vendido el Gordo, sino que además era una de los afortunadas que había ganado el primer premio porque “solo unos días antes” había comprado un décimo, que coincidía con la fecha de nacimiento de su hija: “Llamaron de Televisión Española para decir que había tocado y luego todo el revuelo”.
En A Fonsagrada, la capital de ayuntamiento más alta de Galicia, parecía que no podía llegar el primer premio. "Decíamos, esto está muy lejos, es una montaña", pero "aprendió el camino para llegar" a este enclave de poco más de 3.000 habitantes, asegura Otilia.
En esta zona de Lugo, hay "mucho pueblo pequeño donde la gente mayor ha fallecido y es la gente joven que está fuera porque marcharon, la que llevó mucha lotería del Gordo porque tienen la casa de sus padres, la conservan y están contentos aquí porque dicen que en Madrid hace mucho calor y esto es más fresquito". Otros afortunados han sido gente de Asturias, o peregrinos del camino de Santiago, "que pasaron de casualidad, pararon a a tomar un café y cogieron un décimo de lotería".
Así fue como el Gordo de la Lotería de Navidad fue a parar "de casualidad" en la administración de lotería número 1, que regentan Otilia y su marido Antonio, abierta desde hace 22 años, y en la que cada año se venden fijos dos o tres números, pero ninguno de ellos era el 05.490.
También fue "casualidad" que compraran un décimo porque Otilia ni siquiera había caído en que era el año de nacimiento de su hija: "Mi hija me dijo que habían comprado donde trabajan. Dijo ella que nos faltaba un número terminado en cero y dije, pues cogemos este, no me había fijado que terminaba en 90, su año de nacimiento".
Una fecha de nacimiento les dio suerte
El 05.490 contaba ya, antes de salir del bombo como el Gordo de Navidad, con una larga historia en la administración de loterías 522 de Madrid que se encuentra en el Centro Comercial Dreams Silvano de Madrid, conocido como Palacio de Hielo. Soledad Muñoz llevaba jugando el número 05.490 incluso desde antes de tener la administración porque es la fecha de nacimiento de su hijo. “Yo lo llevo jugando desde que nació, cuando no tenía administración lo buscaba donde lo hubiera, desde el 90”, asegura a RTVE.es.
Soledad se encontraba en su casa delante de la pantalla de televisión viendo el sorteo con un café en la mano cuando a las 11:21 horas los niños de San Ildefonso cantaron el Gordo de Navidad. “Cuando lo recuerdas mentalmente, estás escuchando a los niños cantando. Todavía me da un vuelco el estómago es tremendo, yo estaba en casa tomando café sentada en el sillón”, asegura la dueña de esta administración madrileña.
Ese fue "un momento de nervios, de no saber qué hacer", asegura Soledad al recordar cómo su hijo Luis estaba solo en la administración cuando el Gordo salió de los bombos y llamó a su otra empleada para decirle:”¡Que hemos dado el Gordo”!.
Al recordar ese momento, hay detalles de los que una ya no se acuerda pero le vienen a la memoria muchas sensaciones: “Dices, arréglate, vístete, quieres estar primero con tu gente, y cuando llegas está toda la prensa, los clientes arremolinados, parece que flotas…luego tienes que ponerte a ver vídeos y dices: de esto no me acuerdo”
De lo que sí se acuerda Soledad casi un año después es de la “alegría inmediata de la gente a la que se lo has dado, del alboroto que se produce” y de los nervios: "Es como un tren que te arrastra y no sabes en qué momento te va a soltar, es lo más bonito que le puede pasar a una administración de lotería".
Para atraer la suerte del Gordo, “mucha gente viene este año buscando fechas de nacimiento, más que en años pasados, incluso fechas de fallecimiento”, asegura a RTVE.es la responsable de la administración, que les dice a los clientes que suelen jugar un número por los motivos que sean, que no dejen de hacerlo, “porque un número que juegas aleatoriamente este año se te va a olvidar, pero el que juegas todos los años no se te olvida” y además, “la lotería de Navidad es noticia y te vas enterar del número premiado”.
El Gordo del deporte en Asturias
En Moreda de Aller, un municipio de apenas 5.000 habitantes a unos 27 kilómetros de la capital, Oviedo, se encuentra otro eslabón de la cadena de "suerte" del 5.490. La administración de lotería número tres, Collainos, vendió 37 series -148 millones de euros-, de los que una buena parte -137,6 millones- se repartieron en participaciones de cuatro euros por el club Atletismo Mieres.
El presidente del club Mieres, Jesús Manuel Hevia, se ha visto “desbordado” este año por el efecto de la suerte del Gordo de Navidad. El año pasado vendieron 1.720 participaciones (6.880 euros) y este año habían encargado 18.000 euros -4.500 participaciones- pensando que iban a vender algo más pero están “absolutamente desbordados porque lo quiere todo el mundo”. Al final van a vender 26.200 euros -6.550 participaciones- , casi dos mil boletos más de lo previsto, y a principios de octubre ya estaba vendido “prácticamente todo el número” que habían “comprometido”, el 65.488 (cada uno tiene 1.800 décimos).
“Yo estoy sobrepasado este año con la lotería, se junta la venta, con cientos de llamadas pidiendo lotería, y la planificación de la temporada. Es un trabajo tremendo. Hoy tuve unas 50 llamadas telefónicas, la mayoría pidiendo lotería”, asegura el presidente del club de atletismo Mieres, que no eligió el número afortunado con el Gordo sino que se lo dio Laura, la responsable de la administración de los Collainos: “Me preguntó, ¿te vale este? Me vale”.
La suerte del 5.490, que según Hevia, estaba ya agotado "a finales de agosto" no sólo dejó millones de euros en Asturias, desde entonces este club deportivo se hizo más popular y más niños han ido a la escuela de atletismo a inscribirse. Además, la ayuda del año pasado de la lotería les ha permitido hacer carreras “con más trofeos para niños y mayores”.
El efecto del Gordo se ha extendido a más localidades de la comarca de la Montaña Central de Asturias. “Todos los clubs deportivos de la zona de Mieres nos han dicho que llevan más del doble vendido que el año pasado”, afirma Hevia.
De Moreda all Teatro Real con el Gordo
El día del sorteo de Navidad las administraciones de lotería, como la de Collainos de Moreda de Aller, se convierten en surtidores de historias de fortuna. Laura García, la responsable de la administración, también vendió un décimo del 5.490 a Perla, que se convirtió en una de las protagonistas de la Lotería de Navidad 2022, cuando supo en pleno sorteo, en el Teatro Real de Madrid, que era una de las agraciadas.
"No fueron todos los décimos premiados al club de atletismo porque la semana anterior, me devolvieron lo que no habían vendido y lo demás lo puse en ventanilla y vendí tres o cuatro en ventanilla", recuerda Laura sobre esos días anteriores al último sorteo de lotería de Navidad. Uno de esos tres o cuatro décimos fue seguramente el que compró Perla.
Lo que sí ha notado este año Laura es que la gente está acudiendo antes a comprar lotería "por miedo a quedarse sin un número, cosa que otros años se hace más tarde". Lo están anticipando, explica la responsable de la administración Collainos, “si antes lo dejaban para noviembre lo está comprando antes, en septiembre”.
Después de haber repartido tanta fortuna desde su administración, Laura afronta este año el sorteo con la "ilusión" de que va a dar otro premio y que este sea “el primero de muchos”. El Gordo llegó cuando llevaba más de una década al frente de la administración: "Era de mi padre, falleció, la llevamos mi hermana y yo, es saga. Ahora se pueden comprar antes no se podía, era así. Llevo con ella doce años, pero mi padre llevaba desde 2002, y todavía espero repartir muchos premios".
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