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Lotería de Navidad 2023

La adicción al juego, cuando la lotería acorrala a los ludópatas: "La Navidad les hace polvo"

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Alertan del riesgo de recaída en la adicción al juego por la Lotería de Navidad

Comprar un décimo para el sorteo de Navidad en una administración de lotería es algo normal para la mayoría de la población en las semanas previas a la Navidad. Sin embargo, algo tan habitual como encontrar números de lotería en los escaparates de los comercios puede ser para las personas con adicción al juego una verdadera prueba de resistencia para evitar una recaída. Por eso, muchos jugadores rehabilitados o en proceso de conseguirlo optan por inscribirse en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ) para pedir que les prohíban participar en estas actividades.

La inscripción en ese registro público impide acceder a juegos y apuestas por internet, sin embargo, no supone ningún control a la hora de comprar un décimo de la Lotería o un boleto de la ONCE, porque al adquirirlo no se comprueba la identidad. El problema surge cuando el número resulta premiado, porque los inscritos en ese registro no pueden cobrar el premio, al igual que tampoco pueden los menores de edad, según la ley 13/2011 de regulación del juego que recuerda en su web la Dirección General de Ordenación del Juego: "Puede ser efectivamente aplicada dicha prohibición en el momento del pago de premios".

Según los últimos datos actualizados por la Dirección General de Ordenación del Juego, 72.696 personas estaban inscritas el pasado enero en el registro público, 9.600 más que un año antes.

Además de los jugadores rehabilitados que piden que se les impida participar en actividades de juego, en el Registro General de Interdicciones al Juego figuran quienes tienen prohibido por resolución judicial el acceso, y aquellos que se hallan legalmente incapacitados para esta actividad.

Los jugadores rehabilitados reclaman "un control de acceso"

La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR) cifra en alrededor de 8.000 los pacientes a los que atiende en la actualidad por problemas de juego en sus 24 centros. Su presidente, Juan Lamas Alonso, recuerda que en los últimos años se han conocido varios casos de premiados que compraron un décimo de Lotería o un boleto de la ONCE, pero según la ley, no deberían haber participado en el sorteo, y reclama "un control de acceso a todo tipo de juegos".

Una de las situaciones de este tipo más recientes se produjo el pasado mes de marzo con otro sorteo, el de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), corporación de derecho público de carácter social. La organización aseguraba no poder entregar los 400.000 euros del premio al beneficiario, porque este aparecía en el registro de personas con adicción al juego. La familia alegaba por su parte que el décimo premiado no era de él, sino de su mujer.

La ONCE niega el cobro de un premio de 400.000 euros por ludopatía

En otros casos, los premiados eran menores de 18 años que habían adquirido un décimo en una administración pese a que la ley de ordenación del juego lo prohíbe, según denuncian las asociaciones de jugadores de azar rehabilitados. Es la situación en que se encontró una joven de 16 años, que resultó agraciada con un cuarto premio de la Lotería de Navidad de 2021, por un boleto del 42.833, que había comprado en Ávila.

Otro ejemplo similar se produjo el 6 de enero de 2019, cuando un niño de 15 años se proclamó ganador del primer premio de la Lotería de El Niño y aseguró haber comprado el décimo con los 20 euros que le habían devuelto de un número del Sorteo de Navidad. El menor reconocía haberlo comprado él mismo, en la administración barcelonesa que había repartido íntegramente este primer premio, la 271 de Barcelona, según recogía Europa Press.

"La Navidad al ludópata le hace polvo"

En esta época previa a la Navidad, la Federación de Jugadores de Azar recibe más llamadas y hay "mucha reincidencia y necesidad de fortalecer la necesidad de abstinencia" en los pacientes que atienden. Sin embargo, esas llamadas no se suelen producir en diciembre, sino en enero, explica Lamas, "cuando ya han jugado y se dan cuenta de que tienen un problema enorme".

Muchas veces, la compra de un décimo se convierte en la puerta de entrada a la adicción o en el motivo de una recaída. Ese mensaje de "compartir" que conlleva el anuncio de la Lotería de Navidad, está "muy bien estudiado", advierte Lamas, y en relación con el anuncio de Navidad de este año, dice que "puede llevar a creer que para estar bien con tu padre tienes que compartir el décimo de lotería". Es un mensaje que califica de "pernicioso o tóxico en las personas vulnerables, tanto menores de edad como personas con problemas de juego, a las que provoca una angustia y una necesidad de repetir la conducta.

En este sentido de la publicidad, las Loterías del Estado "tienen una ventaja absoluta sobre el juego privado" y puede producir a las personas con tendencia a la adicción al juego una "incitación" y por eso necesitan "de una defensa por parte de las instituciones", porque el índice de recaídas es mayor en la época de la Navidad. "Creen que el juego malo el que puede provocar adicción es el privado que no tiene publicidad", explica.

El presidente de la Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata de Madrid (APAL), Juan Carlos Gallardo, señala por su parte los efectos que la Navidad tiene sobre estas personas vulnerables al juego: "La Navidad al ludópata le hace polvo, le destroza, es como para un alcohólico que en Navidad ve que toda la gente bebe en las celebraciones, y tú no puedes".

La compra de décimos de Lotería o boletos de la ONCE es algo que como persona afectada por la ludopatía se llega a normalizar, asegura Gallardo, porque los anuncios se pueden ver "a cualquier hora" y es algo que subvenciona o patrocina el Estado, pero advierte, "sería normal si no hubiese gente con un problema de juego".

El trabajo de las asociaciones es sensibilizar a las personas vulnerables al juego de la importancia de no participar en ningún juego, explica Gallardo, "lotería cero, ni un décimo, a un bebedor no le dices tómate una cañita pero no más". La etapa de la Navidad es complicada, asegura desde su experiencia como ludópata rehabilitado que le permite ayudar a otras personas de forma voluntaria, una tarea de la que se siente orgulloso.

La Lotería de Navidad, el juego más rentable para el Estado

La realidad, si se tienen en cuenta las cifras globales de juego en España, es que el juego de las Loterías es el que mueve más dinero en España: el 58% de la población de 15 a 64 años, es decir, más de 28 millones de personas, jugó con dinero online o de manera presencial en 2022, según el informe de trastornos comportamentales de ese mismo año sobre juego con dinero, uso de videojuegos y uso compulsivo de internet elaborado por el Ministerio de Sanidad. De estos, una inmensa mayoría del 94% optó por jugar de manera presencial a loterías, primitiva, bonoloto o la ONCE y muy de lejos un 30% participó en loterías instantáneas como los rascas de la ONCE.

El gasto en juegos en España en 2022 ascendió a más de 10.000 millones de euros, lo que representa casi el 0,76% del PIB, y casi la mitad del juego presencial, el 48%, se produjo en Loterías y quinielas del sector público, el 42,6% fue gestionado por empresas privadas y el 9,3% restante corresponde al juego online, gestionado por empresas privadas y regulado por el Estado, según el Anuario del Juego en España 2023 elaborado por el Consejo Empresarial del Juego (CEJUEGO).

De todos los sorteos de Loterías, el de Navidad es la que genera más facturación para la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), según su informe anual: un 32,8% del total en 2022, lo que supone más de 3.000 millones de euros.

Reclaman más control y prevención

El director técnico de la Federación de Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), Juan Lamas Alonso, reclama que además de los controles de acceso a todo tipo de juegos, se haga "una intervención a nivel de prevención para actividades de juego de azar explicando las consecuencias negativas que puede acarrear".

Al mismo tiempo, admite un "componente lúdico de entretenimiento" en juegos como el de la Lotería, y en el caso de la Navidad, también el hecho de "compartir, socializar con tu puesto de trabajo", pero llama al mismo tiempo a guardar un "parámetro de prevención sobre las consecuencias negativas de ese activador económico".

Loterías del Estado "vende juego" y por eso, explica Juan Lamas, "tiene que tener los parámetros que marque Sanidad en función de la problemática que está generando".

Por su parte, Gallardo admite que todavía queda mucho por hacer y "estamos donde estamos" en prevención de las adicciones al juego, pero cree que se puede ayudar "a los que vienen" mediante una labor de enseñanza, yendo por ejemplo a institutos e informando a los jóvenes de los riesgos del juego antes de que empiecen, como hace su asociación.

En este sentido, el presidente de APAL recuerda que la ludopatía está catalogada como una enfermedad mental y llama la atención sobre la importancia del control de los microcréditos a los que se puede acceder en cinco minutos: "Nos adentramos en la mente del jugador, una persona necesitada, enferma, a la que cualquier cosa le vale, aunque le cobren el 500 o el 1.000% de intereses, le da igual porque lo que quiere es su droga".

La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas lanzó en octubre de 2022 una campaña de Prevención del Juego de Apuestas con el lema "lo importante es no participar". La campaña incluía vídeos de 20 segundos de duración, cuñas de radio, cartelería y 'banners' en castellano, catalán, euskera, gallego y valenciano, y ponía el acento en que hay "determinados juegos en los que es mejor no participar".

RTVE

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