'En Portada' muestra los efectos del cambio climático en el Delta del Ebro
- Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente
- Considerado el segundo humedal más importante de Europa, sus 32.000 hectáreas pierden terreno, año tras año
- ‘Delta: El lejano Este’, miércoles 5 de junio a las 23:40 horas en La 2, y preestreno a la 20:00 horas en RTVE Play
Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente y dentro de la programación especial de RTVE con motivo de esta celebración, ‘En Portada’, presentado por Lorenzo Milá, estrena este miércoles el reportaje ‘Delta: El lejano Este’. Un equipo del programa viaja a este frágil enclave natural para dar a conocer los efectos negativos del cambio climático.
En los últimos diez años en el Delta del Ebro, el mar ha invadido más de un kilómetro tierra adentro y se están salinizando más de 20 kilómetros río arriba. Son efectos del cambio climático que los habitantes del Delta del Ebro notan en sus vidas.
En la Bahía del Fangar, mejilloneros como Xavier Cabrera denuncian que las altas temperaturas y la falta de oxígeno, han provocado en menos de una década un descenso de 10 millones a 3 millones de toneladas de producción de mejillones.
Mientras el turismo ornitológico va en auge, y cientos de miles de aves no quieren vivir, anidar y criar en otro lugar que no sea éste, la patrona de yate Eli Casanova recuerda resignada, como en quince años ha visto, con sus propios ojos, desaparecer bajo el agua hasta un kilómetro y medio de costa.
Los arrozales sufren por el peso del agua salada que se filtra milímetro a milímetro río arriba. Los agricultores se ven obligados a nivelar la tierra y así ahorrar agua dulce para la próxima cosecha. ¿La frase más escuchada? Esto, antes, no pasaba.
Muy cerca, donde al fin muere el Ebro, en la Isla de Buda, el escritor Gabriel Martínez recuerda el año que pasó allí, aislado en una barraca, escribiendo. Se pregunta por qué a pesar de su incuestionable valor, este lugar fronterizo y sinuoso ha quedado excluido del relato.
Más allá del cultivo del arroz o el turismo ornitológico, sus 65.000 habitantes piden actuaciones urgentes para asegurar la supervivencia de este espacio tan emblemático como desconocido.