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Los que (de verdad) hacen posible Eurovisión: "Éramos los primeros en levantarnos y los últimos en acostarnos"

  • RTVE.es entrevista a Sara Romero, José Fuentes y David López: tres gaditanos que hicieron brillar a España en el festival europeo de la canción
  • Sara Romero: “En los ensayos no se veía esa rivalidad que muchas veces enfrenta, cuando ya empiezan los votos” 

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Edurne y su equipo antes de actuar en Eurovisión
Edurne y su equipo antes de actuar en Eurovisión Imagen cedida por José Fuentes Atelier

Soraya en 2009 y Edurne en 2015 fueron las encargadas de representar a España en Eurovisión. Dos cantantes con una gran carrera musical, ambas consolidadas en la industria, que se adentraron en la aventura de participar en el festival televisivo más longevo del mundo. Sus rostros, sus voces, las reconocemos fácilmente, pero no ocurre lo mismo con los nombres, las vidas y las experiencias de aquellos profesionales que las acompañaron en el proceso. 

La propuesta

Sara Romero, natural de Cádiz, es la maquilladora que ayudó a Soraya a deslumbrar en el escenario de Moscú hace más de una década. Es conocida por desempolvar sus brochas en el carnaval, aunque también ha trabajado con muchos artistas de la talla de Aitana o Alejando Sanz. Gran parte de su carrera estuvo a caballo entre Madrid y Cádiz, y, por si fuera poco, ahora dirige su propia escuela de maquillaje.

En ese ir y venir a la capital madrileña, coincidió con un gran amigo fotógrafo que iba a hacerle una sesión a la cantante y le pidió que la maquillase. La gaditana afirma que era imposible esperarse lo que sucedería después: “Me dijo, ‘corre Sara, tenemos que bajar un momento’”. El fotógrafo la sacó de la habitación y le informó de que la cacereña estaba buscando a alguien para maquillarla en Eurovisión. “Dios mío, me tiene que salir estupendamente”, pensó Sara, y así fue.

A golpe de casualidad, David López y José Fuentes encontraron, también, la oportunidad de vestir a Edurne seis años después. Fuentes, diseñador de alta costura, calmado aunque a su vez ‘dicharachero’ y López, estilista, risueño y enérgico, siguen rebosando de ese carácter único del gaditano, que no se pierde por mucho que cambies de comunidad.

Este dúo de artistas aterrizaron juntos en una de las ciudades más importantes para la moda, Barcelona, para crear una marca y tienda desde cero.  Acostumbrados a vestir a celebrities, un día, Mónica Naranjo se cruza en sus vidas cuando la artista participaba en el programa de televisión ‘Tu cara me suena’. Coincidiendo que, en aquella época, el representante que trabajaba para Naranjo era el mismo que el de Edurne. “A través de ahí conocimos a Edurne y nos dijo que a ella le gustaría mucho que José fuera el que diseñara el vestido de Eurovisión. Y bueno, luego el vestido se convirtió en el vestuario completo”, relata el estilista. 

El camino hacia Eurovisión

El primer cara a cara con el artista es un momento crucial que todos recuerdan. David López aún se emociona al relatar la primera vez que conoció a Edurne. El estilista afirma que a lo largo de su carrera ha aprendido que es muy importante tener afinidad con las celebrities para hacer un buen trabajo. “Me quedé muy asombrado con los ojos de ella, siempre había visto a Edurne en la tele, pero en persona tiene una mirada espectacular, y me obsesioné, fue muy fácil conectar con la cantante”, apunta. 

José Fuentes diseñó todo el vestuario para el videoclip Amanecer, mientras que López se desplazó a Valencia  para acompañarla en el set de grabación. A partir de ese momento, el equipo se hizo uña y carne. Esa obsesión que ambos sentían por la enigmática mirada de Edurne, se trasladó a la confección del vestido. Entendían que el color debía ser el mismo que el de sus ojos. “El trabajo para confeccionar el vestido para el certamen fue titánico”, recuerda el modisto. El vestuario era muy pesado, de unos siete kilos. “Eran canutillos de cristal bordados en chantilly de seda, no cristales de swarovski, por lo que añadía muchas horas de trabajo”, explica. El tándem recuerda con humor que los cristales provocaron algunos incidentes, pues durante los ensayos, el vestido le provocaba arañazos a uno de los bailarines. “Él me decía que el tejido le hacía daño, y le dije: ‘mira, hijo, lo siento, son daños colaterales, es lo que hay’”, ríe el estilista.

En ese proceso creativo y a la vez laborioso, la que fue maquilladora para Soraya en 2009, Sara Romero, considera que el maquillaje perfecto dio fruto de un gran trabajo de coordinación entre varios miembros del equipo. “Fue el resultado de pasarnos información entre vestuario, Soraya y yo. Hicimos varios experimentos, vimos colores, a partir de ahí, realizamos la primera prueba de maquillaje en España", relata Romero. Sí es cierto que para la sesión de fotos inicial, hicieron falta hasta cinco o seis cambios de look. Sin embargo, “tampoco tuvimos que dar muchas vueltas, teníamos tanta información que era fácil llegar al sitio”. 

Sara Romero maquillando a Soraya en Eurovisión. Imagen cedida

Sara Romero maquillando a Soraya en Eurovisión. Imagen cedida

“Lo disfruté mucho, muchísimo, pero muy intenso”

Tanto Sara Romero como David López acompañaron a las artistas en su aventura en Eurovisión. Romero viajó hasta Moscú en 2009 y López a Viena en 2015. Con ellos se desplazó el equipo de RTVE, la delegación de España, familiares y todo el equipo técnico que hay detrás. Ambos estuvieron entre bambalinas en los ensayos y recorrieron eventos y alfombras rojas. 

 “Lo disfruté mucho, muchísimo, pero fue muy intenso”, así define su experiencia David López, el estilista de Edurne. En las dos semana que compartieron con la cantante, el equipo de maquillaje y López, se convirtieron en su sombra: “Éramos los primeros que nos levantábamos y los últimos que nos acostábamos”. La acompañaba a las promos y cuando volvía al hotel, mientras todos los demás dormían tenía que “recoger, guardar los vestidos, y preparar los del día siguiente”, apunta. Recuerda que los ensayos eran “cronometrados al milímetro”, en los que había prensa, bloggers de moda y eurofans.

En ellos no daba tiempo ni a pensar en la competición ya que como Sara Romero también confirma “no se veía esa rivalidad que muchas veces enfrenta, cuando ya empiezan los votos”.   La maquilladora de Soraya recuerda la experiencia con la misma intensidad puesto que ni siquiera tenían tiempo de hacer turismo por Moscú: “Teníamos una agenda bastante estricta”, afirma. Se levantaban temprano, estaban en la expedición de España, e iban juntos a todos lados.  

En general, ninguno guarda una mala vivencia aunque el estilista de Edurne rememora un pequeño ‘altercado’: nadie les avisó que había que ensayar con el vestido. Él, el diseñador y la cantante tomaron la decisión de cambiarlo por uno dorado del mismo estilo. Decisión que no fue muy bien recibida por la organización aunque quedó en anécdota.

El día de La Gran Final   

Y tras meses de trabajo, por fin llegó la jornada que todos estaban esperando, la de la Gran Final. Aunque las expectativas con ambas candidaturas eran altas, Edurne consiguió la 21 posición el año en el que se celebraba el 60 aniversario del festival y ‘La noche es para mí’ de Soraya quedó en el puesto número 24 empatada con el lituano Sasha Son. Pese a ello, Sara Romero confirma que “aunque de primeras es un fiasco, porque a nadie le gusta que no le voten (..),  no hubo decepción tampoco por parte de ninguno. No hubo tristeza”. Esas fueron, al menos, las sensaciones que vivió in situ.

La noche del 23 de mayo de 2015 David López, el estilista de Edurne, paseaba por los pasillos del  Wiener Stadthalle intentando mantener la calma. En camerino sólo la acompañaron el maquillador y él para estar tranquilos. 15 minutos antes de salir la dejaron sola. “Esa es la ley del artista”, afirma López.

Esa noche se convirtió en ‘reportero dicharachero’ e iba retransmitiendo al diseñador José Fuente que se encontraba en Madrid junto al CEO de su empresa, Sergi y Mónica Naranjo, todo lo que sucedía. Ellos, pegados al televisor para ver la última gala, celebraban a su vez, el cumpleaños de Mónica Naranjo. Aunque Fuentes recuerda que al principio no notaba el cosquilleo, una vez que fue avanzando “empezamos a ponernos bastante nerviosos, y al final acabamos llorando de la emoción”. Después de todas las horas de pruebas, el diseñador no sufrió porque hubiese algún inconveniente en la actuación. 

Cuando acabó la actuación o hizo el “chimpún” fue como una liberación de energías y así como recuerda Sara Romero, para David López los puntos eran lo de menos: “Que sí, que está muy bien (…) no nos vayamos a engañar, pero pensé ‘lo hemos logrado y lo ha hecho impecable’”. 

“La resaca” de Eurovisión    

Toda experiencia tiene un principio y un final: Eurovisión no iba a ser diferente, aunque para estos artistas la ‘resaca’ fue bastante llevadera. A Fuentes y a López les repercutió de manera positiva, sobre todo internacionalmente. De hecho a Edurne se le premió como la mejor vestida del festival con el galardón ‘Shiri Maimon’ en 2015. “Veías todas las reacciones, de toda la gente internacional, todas las entrevistas de la prensa internacional y todo el mundo le decía lo mismo: 'estás espectacular, me encanta el vestido’”, cuenta el estilista.

Romero pudo abrir su escuela de maquillaje mientras que continuó maquillando a grandes artistas. Sigue en contacto con Soraya y de hecho, “ahora en Madrid son mis alumnas las que trabajan con ella, que a veces me mandan mensajes y Whatsapps cuando están con ella”, dice orgullosa.

“Es el festival de Europa y todo el mundo da un poco”

La maquilladora gaditana admite que antes de vivir aquella aventura no era consciente de todo lo que ocurre allí y del fenómeno eurofan: “Juntan dinero año tras año para ir a todos los países donde se celebra la gala, ellos arropan a todos los cantantes, se saben todas las canciones”. 

Reconoce que es un festival que “siempre ha estado innovando y siempre ha estado a la primera, tanto en tecnología visual como en sonido” y al fin y al cabo “es el festival de Europa y todo el mundo da un poco (...) vamos como admirándolo, viviéndolo y flipándolo”, apunta.

El diseñador y el estilista se toman su tiempo  antes de responder a la pregunta de ‘si son fans del formato’. En su experiencia en 2015 sufrieron el bombardeo continuo de comentarios: “Hemos pasado por la etapa de un poquito el miedo a los eurofans”,  adelanta Fuentes. 

Y López continúa su frase añadiendo que es natural cuando “has pasado tantos meses, ha sido tan intenso, que pasas del amor al odio”. Aunque después de cada tormenta llega la calma y a día de hoy se han reconciliado con el formato.  De hecho, ambos piensan que volverían a aceptar vivir la experiencia en caso de que consigan el mismo “feeling” que tuvieron con Edurne: “No lo viviríamos tan intensamente, pero al final yo creo que para mí fue una experiencia superbonita”, dice el estilista. 

Solo necesitan cerrar un capítulo: “El vestido de Eurovisión, de la gala lo tiene Edurne, se lo regalé. Porque todavía a día de hoy, me preguntan dónde está el vestido”, sentencia Fuentes.

RTVE

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