HIT - Temporada 2

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HIT

Serie de Prime Time - Juvenil / Drama

T2 - 10 x 60'

Dos años después de su experiencia en el Anne Frank, Hugo pone fin a la excedencia voluntaria que solicitó tras su experiencia en Estados Unidos para volver a ser funcionario público y volver a las aulas.

Su regreso coincide con la puesta en marcha del IV Plan de Prevención del Abandono Educativo Temprano (PEEPAET) y la iniciativa de la Consejera, Reyes Tena, en impulsar un nuevo proyecto educativo en una zona especialmente conflictiva en su comunidad, situada en el área de la comarca de Campo de Calatrava (Ciudad Real).

A varios candidatos se les ofrece la oportunidad de dirigir esa iniciativa y llevar a cabo el proyecto educativo que ayude a frenar el abandono escolar. Se discuten propuestas en una Comisión que preside Reyes, y la segunda opción ganadora es, justamente, la más radical, firmada por un tal Hugo Ibarra Toledo, nuestro protagonista, que conseguirá la plaza cuando la primera opción, una profesora, declina la oferta.

El primer día de curso, Hit se dirige en coche a Puertollano, con la L en el parabrisas trasero (acaba de sacarse el carné) y su bicicleta sobre la baca. Lo primero que encuentra es un grupo de manifestantes cortando la carretera. Son empleados luchando en contra de una empresa de energías renovables que ha anunciado el cierre de su fábrica y el despido de 139 empleados, es decir, de casi toda la pedanía donde HIT va a trabajar.

Ese incidente ya anuncia lo que se va a encontrar: un ambiente enrarecido, un clima de ansiedad y miedo de un pueblo sumido en un futuro incierto. Su intervención en el instituto León Felipe, hogar de ese proyecto piloto, va dirigida a un grupo de chicas y chicos (entre los 15 y 17 años) rebotados de la ESO a las titulaciones de Grado Básico. El lugar que le han asignado para dar las clases es descorazonador. La construcción de un anexo al edificio escolar está a medio hacer (el COVID paralizó las obras), así que Hit debe conformarse con tres barracones, un patio que los unifica, y una decrépita cancha de baloncesto dividida en módulos que sirve de zona polivalente: biblioteca, sala de reuniones, rincón de pensar, espacio lúdico y su propio despacho... En esos tres barracones van a estudiar los 30 alumnos seleccionados para Grado Básico con todo, menos ganas de estudiar.

Hugo se lleva las palabras FRACASO, CAJÓN DE SASTRE, GUETO, al lugar donde va a vivir durante esta nueva etapa: un apartamento en una finca propiedad de Francis, la madre soltera de Matthew, precisamente uno de sus futuros alumnos que, aparte de recibir inquilinos, se gana la vida haciendo conduciendo uno de los autobuses escolares. Hit odia el campo, las gallinas, los campanarios, los insectos... siente que se ha metido en un agujero del que no va a saber salir, pero en su mente se repite un mantra: todo lo que quieres está en el otro lado del miedo.

En la anterior temporada, HIT tuvo que luchar contra el vandalismo. En esta ocasión, su lucha es fundamentalmente contra enemigos distintos: FRACASO, DESESPERANZA y ABUSO que van a conducir su “cura” hacia objetivos de AUTOESTIMA, CONFIANZA y JUSTICIA. Un recorrido que no solo incumbe a los alumnos del León Felipe sino a los adultos que les rodean. Esta vez, Hugo intenta por todos los medios construir una escuela que trabaje hacia fuera. Imposible abrir caminos hacia el futuro si el presente lo niega. ¿Cómo devolver la esperanza a un territorio condenado al paro, a unas familias sin empleo, a un paisaje que no deja otra salida que emigrar?

LOS ESTUDIANTES

LUCÍA (16 años)

Guapa, racial y fuerte, obsesionada por encontrar un padre para Aitana, su hija de 8 meses, asegura no ser como los demás y que está en clase para aprender, de verdad, el oficio de peluquera y llegar a trabajar en Telecinco algún día. Normalmente, cuenta con la ayuda de sus padres para cuidar de su hija, pero el cierre de la fábrica ha complicado las cosas. Su padre es el líder sindical, y tanto él como su madre están completamente volcados en las manifestaciones y acciones, no todas sensatas, para recuperar sus puestos de trabajo.

El fracaso en los estudios de Lucía nace de su desinterés por el estudio. Lucía necesita aprender en la práctica, “tocar lo que estudia”, y el embarazo y su obstinación por ser independiente la han llevado a no superar los exámenes de 3º ESO. Trabaja media jornada en el súper del centro comercial, es una gran luchadora y está decidida a hacer todo lo posible por darle un buen futuro a Aitana, pero su perspectiva de vida, basada en la captura de un hombre ideal para ella y su hija, entorpece el camino.

Lucía

TEO (16 años)

Con la autoestima por los suelos y diagnosticado de TDAH, Teo no sabe ni hablar ni discutir, resuelve todo a golpes. Solamente funciona a través del castigo, aunque, a veces ni con esas se le puede hacer ver cuáles son sus errores. Teo es dos personas al mismo tiempo: una cuando se toma la medicación y otra completamente distinta cuando pasa de ella. La única compañía que acepta actualmente es la de Chelo, su amiga inseparable, con la que disfruta haciendo daño a los demás, aunque le cueste soportarla la mayor parte de las veces. Hoy por hoy, su pasatiempo favorito es generar violencia y desconcierto a partes iguales. Odian a todo aquel que se crea superior o que esté dispuesto a meterse en sus vidas y ponerlas patas arriba.

Su fracaso es la familia en la que ha nacido, la violencia psicológica que su padre ejercía sobre ellos, obsesivo por el control y el orden, incapaz de aceptar las necesidades especiales de su hijo. Su vida ha sido un constante castigo y lo único que desea es que el mundo pague por ello. Su madre lo ha apuntado a hostelería para que pueda hacer algo con su futuro, pero es incapaz de nada, no le interesa y encima se le da fatal. Sigue el mismo programa que el resto, pero sus necesidades son distintas: necesita más tiempo para hacer las cosas, preguntas muy claras, más cortas… Todo esto ayuda a su falta de motivación y a que cada vez se sienta más descolgado.

Teo

JOTA (16 años)

Víctima de bullying, Jota no ve el momento de escapar corriendo del pueblo y dejar todos sus problemas atrás. Su padre no quiere asumir que su hijo es gay y decide obligarle a estudiar el Grado Básico de Mecánica para que aprenda a estar entre chicos, para que aprenda lo que significa ser hombre. Por su parte, su madre no critica la condición sexual de su hijo, pero no soporta verlo abandonarse así, sin cuidar de su vida, ni de su físico, ni de su salud. Jota sabe que le sobran unos kilos, pero no puede ocultarlo, igual que no puede ocultar su pluma, solo le queda ser fiel, por lo menos, a eso. Vive en un entorno hostil y lo único que desea es salir del pueblo para ser quien es. Su sueño, su quimera, es Madrid.

Jota

CHELO (16 años)

Chelo no conoce la empatía y disfruta de su falsa vida con muy pocos invitados -ahora mismo, Teo-. Es guapa y lo sabe, con un trastorno de la personalidad narcisista, es la viva representación del egoísmo, yendo a su bola e interesándose únicamente por aquello que le trae beneficio personal.

Vive con su madre y su abuela, ambas en la calle tras el cierre de la fábrica, lo que dificulta todos los planes que Chelo tenía. Aún por encima, la han apuntado a Imagen Personal para que acabe de sacarse la ESO, como si eso le fuese a servir de algo. Menos mal que no está sola en esto y puede contar con Teo. Amigo y punto, sin sexo. Juntos forman una pareja bastante extrema, cargada de una violencia naíf que se materializa en gamberradas, acciones absurdas, a veces casi suicidas.

Las celebrities la vuelven loca, sus redes están llenas de fotos con famosos, llegando incluso a fingir que alguno de esos famosos es su pareja: es una mentirosa compulsiva virtual. Dentro de esta fantasía en la que vive y de la que necesita formar parte, está segura de que su padre es David Bisbal y quiere conocerlo. La vida falsa que inventa es un intento desesperado por alcanzar esa figura paterna. Chelo tiene claro qué quiere ser en la vida: famosa.

Chelo

DANIELA (16 años)

A Daniela no le sobran los amigos, principalmente porque prefiere relacionarse a través del dinero y de las apuestas. Sus vicios le salen caros, pero es ya mucho tiempo de experiencia y sabe cómo robar a sus compañeros sin que se enteren de ha sido ella. Además, su padres son los dueños de la autoescuela del pueblo y robar a conductores novatos es bastante sencillo. Se ha convertido en una experta del engaño y la mentira. Sus padres son también aficionados a los rallies y Daniela lleva viéndolos correr desde que era muy pequeña, observando de cerca las apuestas por las carreras y con un creciente interés por el mundo automovilístico, motivo por el que se ha apuntado a mecánica.

En su posición social, a Daniela la han clasificado como una “marimacho”. La gente la metió en ese grupo porque le gustan las carreras, las apuestas, la mecánica, los deportes (especialmente el fútbol) y porque le molan las tías. No le afecta demasiado, de hecho, se la suda.

Dan

MATTHEW (15 años)

Matthew, con ese curioso nombre que le puso su madre profundamente enamorada del protagonista de “Perdidos”, se pasa los días pegado a la pantalla del ordenador, no le importan las personas de carne y hueso y, mucho menos, los estudios. Para su desgracia, su madre, Francis, que lo ha apuntado a mecánica a traición, es la encargada de llevarlo al colegio y recogerlo cada día como parte de su ruta con el autobús escolar, pero Matthew siempre está buscando la manera de escaparse y regresar a su habitación, un santuario en el que nadie tiene permitido entrar.

Solo abandona su casa cuando la situación se vuelve muy incómoda y no sabe gestionarla. Su solución en estos momentos es salir corriendo. Sin rumbo, solo irse lejos y desaparecer. No solía ser así, antes de la pandemia disfrutaba pasando tiempo por ahí, sobre todo con Karmen, que era la única persona del pueblo que realmente lo entendía. Pero el confinamiento lo encerró en su habitación y él se encerró en sí mismo.

Matthew y Francis

PAULA (16 años)

Paula es la líder de las chicas malas, con una obsesión por las compras y estar a la última. Le encantan la fiesta, el baile, la vida… y criticar a los demás. ¿Para qué quieres amigos si no puedes rajar de ellos? Es una persona obsesionada con el estatus social. Aspira a tener una posición de poder sobre los demás, a ser admirada y escuchada. Todo esto choca con su familia, de la que se avergüenza profundamente. Vive solo con su hermano, Martín, prácticamente todo el año. Sus padres son churreros y se pasan los días viajando de mercadillo en mercadillo. No tienen clase. A Martín lo han despedido de la fábrica, por lo que está más preocupado por su empleo que por su hermana. Paula se aprovecha de eso para sacarle dinero, tirando del chantaje emocional que tantas veces le funciona. Está en imagen personal por obligación, aunque por lo menos eso se le da bien. La superficialidad es lo suyo, las cosas de marca, ir a la última…

Paula

ROMÁN (16 años)

De extrema derecha. Román se mueve a través del odio que siente por los que no piensan como él y defiende firmemente que, para conseguir lo que uno quiere, se debe estar dispuesto a armar un buen escándalo, que deje huella y no sea fácil de arreglar. Sus padres son los ricos del pueblo, con varios terrenos que tienen adaptados como coto de caza, con un hostal para que se queden los huéspedes, donde organizan cenas y cacerías. Por este motivo Román ha escogido Hostelería y Turismo como especialidad, para formarse de cara a, algún día, regentar el negocio familiar.

Román vive con la necesidad constante por poner a prueba a su familia. El trama de ser adoptado le provoca pánico a que lo vuelvan a dejar tirado, necesita saber cuánto pueden aguantar antes de abandonarlo como hicieron sus padres biológicos. ¿Cuál es el motivo de que lo dejaran atrás? Al mismo tiempo, siente gratitud hacia esta segunda oportunidad que sus padres de verdad, españoles como él, le han dado. Sus ideales crecen afines a los de ellos, convirtiéndose su familia y España en las cosas más importantes de su vida.

Román

KARMEN (15 años)

De extrema izquierda y defensora a muerte los derechos de las mujeres, Karmen es una especie de versión rural de una antisistema. Está en contra de toda forma de poder, de todo tipo de opresión sobre ella y su gente. Se niega a seguir las normas sociales impuestas por una sociedad heteropatriarcal que la quiere callada, porque ya es hora de que dejemos de arrodillarnos y tomemos lo que es nuestro.

Sus padres son comunistas que se mueven a través de diferentes plataformas, estando ambos muy involucrados con el sindicato y todas las protestas contra la fábrica, de la que ambos han sido despedidos. Karmen cree que no han conseguido nada y que eso es lo único que se puede conseguir a través del sistema, por eso ella está dispuesta a ir más allá. A causa de esto, también le ha ido mal en el instituto: intentan adoctrinarla y ella se niega. Pero sus padres la obligan a estudiar, al menos, hasta que cumpla la edad de dejarlo. Así que ha optado por hacer el Grado Básico de Hostelería.

Hay que destruirlo todo, la justicia no existe. Vegana, animalista y feminista, Karmen cree que lleva la razón en todo momento, rechaza el amor y el afecto, no son más que debilidades y derrotas; tiene una visión muy negra de la vida en la que todo oprime y todo ataca. Los únicos buenos son los suyos, o vas con ellos o vas contra ellos. Su única amistad estable era con Matthew, pero la pandemia lo llevó a recluirse en su habitación y ya casi no sabe nada de él. Lo ha intentado todo para ayudarlo, pero empieza a darlo por imposible.

Karmen

FICHA TÉCNICA

Dirección: Joaquín Oristrell, Elena Trapé, Polo Menárguez

Reparto: Marta Larralde, Son Khoury, Alba de Ángel, Jacobo Camarena, Teresa de Mera, Álvaro de Juana, Carlota Gurpegui, Leonor Pernas, Claudia Licari, Manuel Soler, Chema del Barco, Fátima Baeza, Ramiro Alonso, Teresa Hurtado, Raúl Jiménez, David Bustamante

Guion: Joaquín Oristrell, Yolanda García Serrano, Jacobo Delgado Luis Caballero, Pablo Bartolomé

Año: 2020

Una producción de RTVE en colaboración con Grupo Ganga.