Amadeo Marín, protagonista del anuncio de la Lotería: "Estoy feliz como una perdiz"
- Un cómico riojano de 63 años encarna a Julián en el spot de la Lotería de Navidad
- Actor amateur se presentó al casting por una broma con un amigo
Un hombre de más de 60 años se resiste a abandonar su pueblo, víctima de la España vaciada, donde poco a poco no va quedando nadie, incluso cierra el bar, alma del lugar. Julián es el nombre del protagonista del anuncio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, el actor que lo encarna es Amadeo Marín, un intérprete amateur, desconocido hasta ahora para el gran público.
Marín es riojano, curtido en la comedia física, asegura que prefiere la comedia al drama y expresarse con el cuerpo, que con las palabras le resulta "muy difícil".
RTVE.es le ha entrevistado por teléfono, poco después de hacerse público el anuncio, con el coche aparcado cerca de su garaje.
Pregunta: En el spot todos se preguntan: "¿Quién es Julián?", pero ¿quién es Amadeo Marín?
Respuesta: (Se ríe) Bueno, pues Amadeo Marín es un riojano, nacido en Villamediana de Iregua. Tengo 63 años y, de profesión, soy interiorista, decorador. Hace nueve años tuve el placer de conocer el mundo del clown, del payaso. Empecé a trabajar en la escuela de David Monge, a hacer comedia física, improvisación y me metí en el grupo de Cómicos Inestables del Norte. Y ahí empecé un poco a jugar con la cámara, porque hacíamos cortos entre nosotros y empecé a participar con Manu Ochoa, que es un director riojano, con Carlos Laín, haciendo algún corto también, con Luisa Rojo, con Marino Pinedo y haciendo pequeños papeles. Y hasta que tuve la suerte de presentarme en un casting de ámbito nacional y me cogieron para actor de reparto en la película Un amor, que rodó Isabel Coixet aquí en La Rioja.
P: ¿Cómo fue la experiencia de rodar con Coixet?
R: Lo digo con todo cariño porque ella es mi cuarto rey mago, porque el rodaje fue también en Navidades y la experiencia fue maravillosa. El mundo del cine no tiene nada que ver con lo que hacía hasta ahora y yo creo que ahí entraba ya en otra liga más alta, en División de Honor. Para mí era fenomenal, tenía una mayor presencia y ya era algo para contar a los hijos y a los nietos.
P: ¿Cuándo se enteró de que iba a protagonizar el anuncio más visto del año?
R: Todo empezó con una broma que tenemos con un compañero de Cómicos que me mandó el cartel de un casting, que pedían un varón de 65 o 70 años para protagonizar un cortometraje. Yo me quejo de que siempre hay más papeles para gente joven que para gente mayor y Eloy me lo envía en plan cachondeo porque era para alguien con más edad, pero la cosa es que lo mandé y fui pasando filtros. Tuve que hacer unas pruebas online, un filtro, dos filtros, ya con dirección, con producción, hasta cuatro o cinco pruebas, hasta que me llamaron porque nunca supe para qué era. Entonces me dicen "bueno, has sido contratado como protagonista para el anuncio de la Lotería de Navidad". Me pilló en la calle, igual que ahora con el coche. Paré el coche porque fue un golpe de impacto. No me lo creía.
P: El anuncio de la Lotería deja varias preguntas en el aire: ¿por qué el protagonista no tiene con quién hablar? ¿Qué le ha pasado?
R: Se entiende que él vive en la España profunda, un pueblo que va quedando abandonando. Está cerrando el bar, o sea, que es otro que se va del pueblo. Los amigos se van y entonces se queda solo en su entorno. Y cuando le preguntan, contesta que no tiene nadie con quien compartirlo. Creo que el personaje no está triste, simplemente ha preferido quedarse allá, donde le gusta vivir. Tenía ese amigo para compartirlo, pero se ha marchado ya también, con lo cual no le queda nadie.
P: Y en su caso, ¿con quién comparte los décimos de lotería?
R: Pues con la familia, mi suegra, con mis hijos, mis hermanos, mis cuñados. Y luego les vas comprando a amigos, porque lo malo es que si te ofrecen, si dices que no es malo, ¿y si toca? Así que acabas comprando.
P: ¿Tiene alguna manía o tradición familiar con el Sorteo Extraordinario de Navidad?
R: No, ninguna. Suelo decir que al que más le toca es el que no juega porque es el que más gana. A mí no me ha tocado nunca nada, pero es la cosa de ¿y si sí? A ver si nos toca un año. Si me tocan 100 euros, me pongo, como digo yo, más contento que unas castañuelas.
P: ¿Ha comprado en Vigo donde se rueda el anuncio? ¿Tiene alguna anécdota?
R: Llegué a Vigo y no tenía que rodar ese día. Entonces veo un mensaje de mi socio: "Eh, Amadeo, cómprame lotería para la familia". Y bueno, ya compro yo también y comparto con mis hermanos, hijos y cuñados y fui allá arriba a una administración de lotería. Mi hijo me llama por la tarde y me dice: "¿Qué tal si compramos décimos para Carmen (su pareja)?". Total que fui a la misma administración. Estaba cerrada porque estaban montando un escaparate, pero les insisto, eran superamables, una pareja joven. Les digo que quería comprar el mismo número, pararon, me atendieron y me dieron el décimo. Por la tarde, me cambio de ropa y cuando fui a rodar la escena en la calle, veo que en una esquina había una administración de lotería. Digo: "¿Va a ser esa la administración de lotería en la que se va a estar?". Y era justo la misma.
P: ¡Qué buena historia! ¿Cómo acabó la cosa?
R: Entré a saludarles y me dicen: "¿Qué?, ¿vienes a por otro?". Y yo: "No, es que soy el del anuncio". Dice: "¿En serio?, pero ¿tú sabías que se iba a rodar aquí?". "¡Qué coño voy a saber esto!", dije. Fue una casualidad y la gente que estaba alrededor, los figurantes que estaban viendo esto, al final se animaron a comprar el mismo número y fue un poco la broma del rodaje.
P: ¿Cree que a partir del anuncio podrá dedicarse a ser actor a tiempo completo?
R: No me lo planteo siquiera. Esto es una gracia que ha sido maravillosa. Yo sigo con mi oficio de interiorista, que es el que me gusta. Lo de actor me encanta y seguiré asistiendo a casting que me puedan interesar y, si hay suerte, bien. Y si no hay suerte, pues no pasa nada.
P: ¿Qué es lo próximo que tiene previsto con la compañía Cómicos Inestables del Norte?
R: Tenemos que seguir girando porque la última que hicimos fue El Génesis. Lo que pasa es que como somos amateur es muy difícil que nos contraten. La historia de La Rioja la hemos hecho como diez veces en la sala Gonzalo de Berceo y en Anguiano. Vemos que la gente se ríe, se lo pasa pipa, pero es imposible sacarlo de ahí a otras salas. También hemos hecho en comedia física La casa de Bernarda. A mí se me da mejor la comedia que el drama, soy más cómico que otra cosa.
P: Logroño es una ciudad relativamente pequeña. Ha pensado que no va a poder salir de casa sin que le paren por la calle...
R: No, eso me decían en el rodaje, Félix, el director y los de producción. Me decían: "No sabes la que vas a preparar" y yo contestaba: "No será para tanto". E insistían: "No te puedes hacer ni idea de lo que se ve este anuncio". Y yo: "Que sí que en Logroño me conoce mucha gente, pero que van a ser dos días y luego ya va a pasar". Bueno, pues seré algo más conocido que, vamos, yo encantado, tampoco voy a decir lo contrario. Estoy muy bien, feliz como una perdiz.