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Así ha crecido el escenario de la Lotería de Navidad hasta llegar al Teatro Real

  • Desde que el sorteo nació en 1812 nunca ha dejado de celebrarse, ni siquiera en la Guerra Civil

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Lotería de Navidad: niñas de San Ildefonso cantando premios
Las niñas del colegio de San Ildefonso cantan premios del Sorteo de Navidad. EFE/J.J. Guillén

El sorteo de la Lotería de Navidad es el único que se celebra en el Teatro Real, con una puesta en escena escrupulosamente organizada a la que pueden asistir 600 personas mientras miles de espectadores lo siguen en directo por televisión. Los niños de San Ildefonso cantan los números y premios en todos los sorteos, pero solo en este han tenido semanas de ensayos y preparativos para que el engranaje sea perfecto con la salida de las bolas de los bombos.

Desde que la Lotería de Navidad nació el 18 de diciembre de 1812 el sorteo ha levantado una gran expectación y ha ocupado un escenario cada vez mayor y más espectacular para acoger al numeroso público y a los periodistas.

De la lotería moderna al sorteo de Navidad

El 18 de diciembre de 1812, en plena Guerra de la Independencia, se celebró por primera vez en Cádiz el sorteo de Navidad con el nombre de lotería moderna y un premio de 8.000 reales. La persona afortunada tuvo que gastar 40 reales para comprar el número.

Solo un año después, en 1813, se sustituyeron las cédulas de papel por las bolas de madera, como las que se emplean en la actualidad para representar los números y premios. El billete no se dividía en décimos, sino en cuartos de billete que costaban 10 reales cada uno.

Al año siguiente, el sorteo se celebró también en Cádiz, pero no tardó en trasladarse a Madrid ya en 1814, cobrando una mayor dimensión. Desde entonces, la capital ha sido el escenario del sorteo, que comenzó a celebrarse regularmente a partir de 1839.

El carácter especial del sorteo hizo que desde sus inicios tuviera un emplazamiento destacado. Uno de los primeros fue el Palacio de los Consejos de Madrid, también conocido como Palacio de los Duques de Uceda, sede actual del Consejo de Estado —en la esquina de calle Mayor con Bailén— que en 1847 se convirtió en la sede de la dirección de Loterías.

Tuvieron que pasar casi 60 años para que el sorteo empezara a celebrarse anualmente, a las puertas de la Navidad, y antes de ser bautizado definitivamente en 1897 como sorteo de Navidad, también se llamó próspero de premios.

La sede de loterías se trasladó después en varias ocasiones y con ella también la rifa navideña, que pasó por el Ministerio de Economía y Hacienda y la Antigua Casa de la Moneda, que se encontraba en la Plaza de Colón. Por primera vez en 1913, el sorteo se celebró con el actual sistema de bombos, bolas de madera y alambres.

De esta etapa de los primeros años del siglo XX son algunas de las primeras imágenes del público abarrotando la Puerta del Sol, pero no para las tradicionales campanadas, sino esperando conocer los números agraciados en el sorteo. El periódico La Correspondencia de España mostraba estas imágenes desde sus balcones, en la primera planta del edificio situado entre las calles Mayor y Arenal, tal y como recoge la Biblioteca Nacional en su página web.

Las históricas sedes de Montalbán y Guzmán el Bueno

Algunas de las primeras fotografías del sorteo de Lotería de Navidad son de 1932, el año en que por primera vez se trasladó la dirección a la calle Montalbán. En estas imágenes puede verse ya a un numeroso público que espera con expectación los números agraciados. En este escenario se siguió celebrando el sorteo durante treinta años, hasta 1962.

A finales de 1962 comenzaron las retransmisiones en directo del sorteo en TVE. Desde entonces ha estado cada 22 de diciembre en la televisión pública marcando el inicio de las fiestas navideñas. El primer sorteo grabado y conservado en el archivo audiovisual es el de 1966, con los comentarios en off de Jesús Álvarez, padre del periodista deportivo del mismo nombre.

Primera retransmisión del sorteo extraordinario de Navidad (1966)

En 1963, coincidiendo con el bicentenario de la creación de la Lotería Nacional, la sede se trasladó al tradicional salón de Loterías y Apuestas del Estado de la calle Guzmán el Bueno.

"No hay color. El nuevo edificio tiene capacidad para 2.000 personas, mientras que el anterior solo podía albergar a 500", aseguraba entonces sobre el estreno Juan Antonio Gallardo, entonces director de coordinación de Loterías y Apuestas del Estado.

La sede de loterías de Guzmán el Bueno siguió acogiendo el sorteo del 22 de diciembre hasta 2010, cuando se trasladó al Palacio de Exposiciones y Congresos del Paseo de la Castellana de Madrid. Hasta allí, al no encontrarse ya la dirección de Loterías y Apuestas del Estado, había que trasladar los cuatro bombos para la celebración del sorteo, un ritual que desde entonces se repite todos los años.

 EFE/Juan M Espinosa

La celebración del sorteo se mantuvo al año siguiente en el Palacio de Exposiciones y Congresos, pero en 2012 se trasladó de nuevo, en esta ocasión, al Teatro Real, para seguir creciendo y poder acoger a más público.

Desde entonces, cada actor sube al escenario del coliseo de la plaza de Ópera de Madrid y con un papel perfectamente ensayado y el público no falta a su cita anual para dar la bienvenida a la Navidad con el cántico de los niños de San Ildefonso y celebrar la llegada de la diosa Fortuna.

A lo largo de estos 200 años de historia, el precio del décimo de lotería se ha ido encareciendo, pasando de los 40 reales de 1812, a las 3.000 pesetas, que con la llegada del euro en 2001 se convirtieron en 20 euros. El premio, aunque también ha ido aumentando, desde los 8.000 reales de 1812 hasta los actuales 400.000 euros, pasando por los tres millones de pesetas, ya no se dedica tanto a comprar como a tapar agujeros, pero miles de personas mantienen la ilusión de que les toque y poder compartirlo.