27 años, Córdoba. Educadora social.
Su vida ha sido una completa montaña rusa. Está orgullosa de ser mujer, transexual y gitana. Siempre ha luchado por su libertad y por defender sus derechos, costase lo que costase. Esto le ha llevado a atravesar situaciones personales muy duras en numerosas ocasiones. Tiene un carácter fuerte, las ideas claras y es una luchadora de los pies a la cabeza. A su familia le costó asumir tantos cambios, pero ella supo encontrar su camino sola y quiere ser un ejemplo para todo el colectivo. Cree que con Samantha Vallejo-Nágera no tendrá un buen feeling y asegura que los ojos de Jordi Cruz le van a poner nerviosa en más de una ocasión.