Pipilotti Rist

I'm not the girl who misses much

Metrópolis dedica el programa de esta noche a la polifacética artista suiza Pipilotti Rist.

Nacida en 1962 como Charlotte Rist, ha mantenido el apodo que le dieron de niña en alusión al personaje de Pipi Calzaslargas y con él la frescura de una niña traviesa. Pero esta es sólo una de sus mil caras, ya que en el otro extremo de su repertorio de personalidades, nos encontramos con una de las mujeres mejor vestidas de Suiza. 

Este tipo de contradicciones se repite en sus obras, que repetidas veces muestran la belleza de lo que se considera imperfecto, débil o, incluso feo. (Clip de sangre, Porno de granos). En I'm not the girl who misses much y Absoluciones las faltas de Pipilotti juega con los fallos técnicos del video, soporte que, por otro lado, domina a la perfección como demuestran aquellos trabajos que podrían pasar fácilmente por clips músicales comerciales (Sip my ocean o Ever is over all). 

Para Pipilotti Rist ya no existe una linea divisoria clara entre la producción visual artística y comercial, y considera que entre spots publicitarios o clips musicales, se pueden encontrar obras de arte. Esta convencida de que las imágenes pueden transmitir contenidos con más eficacia que el lenguaje hablado o escrito porque actúan directamente sobre nuestro subconsciente. Utiliza un lenguaje visual que es entendible para un público no especializado y que en combinación con su sutil, y a veces casi inocente, sentido del humor, elimina las defensas del espectador frente a sus contenidos no siempre exentos de crítica. Aquí nos volvemos a encontrar con Pipilotti, la niña traviesa que hace trampa para que nosotros, los "adultos", veamos lo absurdo de algunas de nuestras realidades.

Pipilotti Rist estudió diseño gráfico en Viena y video en Basilea. Desde el principio combinó su talento visual con su interés por la música, diseñando cubiertas de discos y escenarios para conciertos. Durante años fue cantante y bajista de Les reines prochaines y prácticamente todas las bandas sonoras de sus videos y videoinstalaciones están compuestas e interpretadas por ella.

Es quizás una de las artistas más populares del momento a la vez que una de las más cotizadas por del mundo del arte. Desde su primera participación en la Bienal de Venecia en 1993, es casi imposible asistir a cualquier evento importante en artes plásticas sin encontrarse con una de sus obras. Actualmente, y hasta finales de enero, cinco de sus videoinstalaciones más relevantes se pueden ver en el MNCARS.