Sergio Prego

METROPOLIS emite esta noche un programa monográfico dedicado a Sergio Prego, artista nacido en Fuenterrabía en 1969 y residente, desde 1995, en Nueva York.

En sus trabajos, Sergio Prego desestabiliza la noción de escultura-objeto, para él obsoleta. Tomando como punto de referencia a artistas de los años 60 y 70, y manteniéndose fiel a la tradición minimalista, crea obras que no sólo expanden el concepto de escultura en el espacio y el tiempo, sino que además, retan las convenciones que rigen la relación entre espacio y tiempo, entre el cuerpo humano y su entorno.

En "Mr. Pequeño abandona toda esperanza" (1996), una persona se mueve en un espacio de muy poca altura, la justa para percibir que está pegada al techo en vez de al suelo. Constituye, por un lado, un recordatorio de que, en realidad, la capacidad de movimiento en nuestra sociedad sigue estando bastante restringida; por el otro, nos encontramos con una constante en la obra de Sergio Prego: el desafió a las leyes de la gravedad, en este caso conseguido sencillamente a través de la inversión de la imagen videográfica.

En sus videos posteriores, el artista utiliza una tecnología mas sofisticada aunque todavía artesanal para trastocar nuestra percepción espacio-temporal con la creación de movimientos inconcebibles en la realidad. A este efecto utiliza un dispositivo compuesto por hasta 40 cámaras de fotos que captan de manera simultánea un mismo momento de una acción desde diferentes puntos de vista. Mediante un cuidado montaje, estos documentos fotográficos se convierten en secuencias repetitivas e hipnóticas con cualidades tanto escultóricas como coreográficas y musicales. El primer video para el que Sergio Prego utilizó este procedimiento fue "Tetsuo, Bound to Fail" (1998).  Creado a partir de un conjunto de acciones realizadas en un entorno post-industrial, nos muestra al artista levitando o la suspensión de un chorro de pintura amarilla lanzada al aire. 

En "Home" (2001) un chorro de pintura de color rosa aparece escupido por la boca del artista, mientras que en "Recoil" (2002) éste experimenta por primera vez con el lenguaje. "Cowboy Inertia Creeps" (2003) nos confronta con un cuerpo humano anónimo que transita, tumbado en el suelo, por los paisajes de una ciudad deshumanizada. "Sin título" (2006), reciente montaje de imágenes no utilizadas en su momento en "Tetsuo, Bound to Fail", pone en evidencia la oposición, a la vez que correlación, entre las cualidades documentales y ficticias inherentes en toda esta serie de videos.

Otras obras de Sergio Prego consisten en la transformación del propio espacio expositivo de galerías o museos. En "Yesland, I'm Here to Stay" (2001) vemos al artista moviéndose por el suelo, las paredes y el techo de un ¿cubo blanco¿, convertido en una obra per se. "Winter Star" (2003) provoca una inquietante sensación de pérdida de solidez y estabilidad en el visitante que se encuentra con un espacio en constante transformación: paredes que se inclinan, se deslizan; que crean y cierran espacios. En cambio, en "ANTI-after T.B." (2005) el espacio es estable; lo que produce vértigo en el espectador es el modo en que las personas transitan por él. 

En el caso de Sergio Prego, la tecnología siempre es ideada y controlada por el propio artista y siempre es puesta al servicio del concepto, de la creación de una nueva perspectiva, pero que nada tiene que ver con la ¿realidad virtual¿. Su obras presentan elementos que nos remiten a la ciencia ficción, pero la fascinación que producen en el espectador no se debe a efectos especiales al uso, sino a que nos incita a ver, imaginar y experimentar modos distintos de habitar y transitar el espacio y el tiempo.