Candice Breitz
Emisión 12 de marzo de 2007 · La 2
METROPOLIS emite esta semana un programa monográfico dedicado a Candice Breitz, artista nacida en Johannesburgo en 1972 y residente en Berlín.
En sus trabajos, Candice Breitz se apropia de imágenes de la cultura mediática dominante, descontextualizando y reconfigurándolas para cuestionar su significado y los mensajes que transmiten.
La crítica de Candice Breitz se dirige, por un lado, contra la impoluta continuidad de esta cultura, sus narrativas que fluyen de forma nada problemática y el conjunto muy limitado de valores que representan. Por otro lado quiere cuestionar la forma en la que esa cultura se nos presenta como una verdad que nos hemos acostumbrado a consumir de forma pasiva y sin ponerla en duda. Esto es tanto mas problemático si se tiene en cuenta la influencia que el constante bombardeo de estereotipos tiene sobre la identidad del espectador y sus modelos de constelaciones y comportamientos sociales. La herramienta utilizada con mas frecuencia por la artista para sus intervenciones es el corte que, empleado como un instrumento gramatical, permite reestructurar el lenguaje de la cultura visual global para crear otro significado. De este modo se produce una interrupción tanto de la continuidad de las narrativas convencionales como de la pasividad del consumidor.
Ya en sus primeros trabajos, ubicados en el contexto de Sudáfrica y del Apartheid, Candice Breitz cuestiona y deconstruye representaciones visuales de la identidad.
La serie FANTASMAS (GHOST SERIES, 1994) consiste en intervenciones sobre postales turísticas que muestran a mujeres negras medio desnudas y ataviadas al estilo africano tradicional. Se trata de postales 'etnográficas' que son producidas mayoritariamente por blancos para satisfacer el deseo del turista blanco por 'lo exótico', y que, lejos de reflejar la realidad, son meras superficies para la proyección de este deseo. La artista realza esta calidad a través de una intervención muy literal que consiste en cubrir los cuerpos de las mujeres negras con Typex.
El título de la serie de collages fotográficos ARCOÍRIS (RAINBOW SERIES, 1996) hace referencia a la metáfora de la 'nación arcoíris', termino acuñado durante la transición del Apartheid a la democracia para representar la evolución dramática de una sociedad dividida racialmente en una sociedad más integrada. Para Candice Breitz esa metáfora se estaba utilizando de forma algo prematura al describir una sociedad ideal y utópica que no se correspondía en nada con la realidad. Eligiendo el contexto sexual para reflexionar sobre esta situación, vuelve a utilizar fotografías etnográficas de mujeres negras, recortadas y pegadas a fotografías pornográficas de mujeres blancas. Es la primera vez que la artista utiliza el corte radical, tan característico de sus posteriores obras en video, para resaltar la fragmentación y las heridas sin cicatrizar de la sociedad sudafricana y para mantener el recuerdo de la violencia que se produce por la diferencia.
También en la video-instalación CUATRO DUETOS (FOUR DUETS, 2000), Breitz aplica la táctica del corte de forma radical. El material intervenido consiste en cuatro canciones de amor emblemáticas interpretadas por Karen Carpenter, Olivia Newton-John, Annie Lennox y Whitney Houston. Partiendo de que una canción de amor siempre representa la historia y la dinámica de una relación y la comunicación, a veces difícil, entre un 'yo' y un 'tu', la artista editó cada uno de los videos musicales dos veces para quedarse solo con los pronombres personales en primera y segunda persona, respectivamente. De este modo, la canción de amor es reducida a su esencia, a la vez que la confrontación en el espacio de las dos nuevas 'versiones' articula la relación siempre complicada y, a menudo, dramática entre un 'yo' y un 'tú'.
En SOLILOQUIO (SOLILOQUY, 2000), una reflexión tanto sobre el tiempo fílmico como sobre el star system, lo que es comprimido y reducido a su esencia es el cine de Hollywood. Cuestionando el interés de argumentos repetitivos y desarrollos casi siempre predecibles del cine comercial y resaltando el poder de seducción de sus estrellas, Candice Breitz editó Harry el sucio, Instinto básico y Las brujas de Eastwick, reduciendo las películas a los momentos de presencia vocal de Clint Eastwood, Sharon Stone y Jack Nicholson. De este modo la presencia, ya de por sí dominante, de los protagonistas se vuelve casi agresiva; pero lo más sorprendente de estos 'concentrados de super-estrellas' es quizás su escasa duración, reflejo, para la artista, de la inflación de la economía de Hollywood, si se tiene en cuenta el caché de sus actores.
CONVERSIÓN (BECOMING, 2003) explora un deseo multimillonario creado por los medios de comunicación en muchos consumidores, el de parecerse a los ídolos de la cultura mainstream. Está inspirado en un programa de televisión del mismo nombre en el que se da la oportunidad a adolescentes corrientes de convertirse durante una hora en sus héroes. La forja de la identidad a través de la imitación de ídolos mediáticos es problemática, entre otras razones, porque casi nadie encaja con estos modelos y el objetivo es prácticamente inalcanzable. Aprendiéndose el lenguaje corporal, las expresiones faciales y fragmentos de textos de siete actrices famosas para asumir sus respectivos papeles, Candice Breitz experimentó en su propio cuerpo lo difícil, doloroso y deprimente que es "negarse, vaciarse, borrarse a sí mismo para dejarse poseer por un modelo a imitar" aún antes de llegar a la anorexia o la cirugía estética.
En MADRE + PADRE (MOTHER + FATHER, 2005) la artista sigue con su investigación de la función de modelo de las estrellas del cine, esta vez centrándose en madres y padres mediáticos que habitualmente representan un conjunto de valores familiares muy limitado y conservador. En la mayoría de los casos se trata del modelo de la familia nuclear americana con el que hoy en día mucha gente no se puede identificar y que, sin embargo, sigue siendo presentado como el único modelo válido. Candice Breitz aisló a seis madres y a seis padres de Hollywood de su contexto cinematográfico; acentuando y reorganizando los clichés y estereotipos encontrados, consigue llevar las representaciones a extremos tan absurdos que acaban por autocriticarse y colapsar sobre sí mismos.
QUEEN: A PORTRAIT OF MADONNA (LA REINA: UN RETRATO DE MADONNA, 2005) pertenece a una serie de cuatro retratos de estrellas de la musica pop en los que éstos son representados a través de sus fans. En el caso de Madonna, Candice Breitz realizó un detallado casting entre los fans italianos, seleccionando sólo a los más fervientes y entusiastas admiradores e invitandoles a grabar un album completo de Madonna en un estudio de Milán. Sin mas directrices por parte de la artista, los participantes disfrutaron de total libertad en cuanto a su apariencia y actuación.
El resultado es un retrato de la estrella que excluye completamente a la estrella, pero que presenta una imagen caleidoscópica de las personas que crean a las estrellas. Es, además, un estudio de la cultura de los fans que invita a una reflexión sobre la cadena de respuestas, deseos e identificaciones que generan las personas célebres.
CANDICE BREITZ: EXPOSICIÓN MÚLTIPLE se expone hasta el 2 de mayo en el MUSAC de León.