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Esmeralda, una vida marcada por las drogas y el maltrato

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Sólo tiene 23 años pero la vida de Esmeralda ha sido durante parte de su juventud un infierno marcado por el consumo de drogas y el maltrato físico. Su madre, María de las Angustias, y su hermana Macarena, lo han pasado muy mal durante esos años, pero desde que Esmeralda está en prisión están mucho más esperanzadas "porque su mentalidad ha cambiado por completo, ahora tiene ganas de estar con la familia y de atender a su hija".

Un calvario que comenzó a los 15 años

La familia de Esmeralda vive a pocos kilómetros de la prisión en la que Esmeralda cumple condena, y en donde tendrá que permancer todavía nueve años.

María Delirios ha contado ante las cámaras como comenzó el calvario de su hija cuando ésta apenas tenía 15 años, cuando decidieron entregar a su hija para que contrajera matrimonio.

"Nosotros no queríamos darla -para que se casara-, nos daba pena sacarla del instituto, pero al final se casó. Al año dio a luz a su niña y ahí comenzaron los problemas con su marido. La maltrataba, y cuando yo iba a visitarla se escondía", relata María Angustias.

Poco antes de ingresar en prisión, Esmeralda se volvió a casar. Macarena asegura que llegó a tenerle "mucho odio" al segundo esposo de Esmeralda, ya que "por su culpa ella está en la cárcel. Robaban, dormían en el coche, no comían, todo para droga. Él la hundió, la metió en el fango porque hacía con ella lo que quería".

La ilusión de Esmeralda: volver con su familia

Después de varios atracos, Esmeralda y su marido ingresaron en la prisión de Mansilla de las Mulas. Aquí es donde Esmeralda ha conseguido superar su problema con las drogas y ha recuperado la ilusión por volver con su familia y con su hija, de la que perdió la custodia cuando estaba metida de lleno en las drogas.