Contradicciones del nuevo siglo
Concebida como una historia que se desarrolla en una ciudad de provincias del norte de España a principios de siglo, en concreto en los años 20, "La Señora" pretende recuperar el tono y estilo de series clásicas que combinan romanticismo, épica y crónica histórica.
Son tiempos convulsos. El viejo siglo muere y España arrastra el desánimo y la sensación de derrota derivada de la pérdida de las colonias. Las diferencias entre clases sociales son cada vez más notables. La tradición y la fe sustentan regímenes de vida casi caciquiles, sobre todo en las zonas rurales. Sin embargo la burguesía y la clase trabajadora luchan por invertir estos términos. Los sindicatos pugnan por defender los derechos de sus afiliados y el anarquismo promueve revueltas por toda España, especialmente en las grandes y principales ciudades.
Todo se tiñe de cierto carácter épico. Nuestros personajes estarán enfrentados a sus pasiones irremediablemente ligadas a la convulsa realidad de principios de siglo, que conduce a la inevitable lucha entre clases sociales. Como representantes de este dilema, nuestros dos protagonistas: por un lado Victoria Márquez, hija de un poderoso burgués y, por otro, Ángel Ruiz, hijo hermano de mineros, que como tantos otros jóvenes pertenecientes a humildes familias estaban destinados a convertirse en sacerdotes como vía de natural supervivencia.
Los eternos terratenientes, representados en la serie por Gonzalo, Marqués de Castro, y la renovadora burguesía, el caso de los Márquez, pugnan por sus bienes y el control del poder, mientras las masas sociales más desfavorecidas, el caso de los Ruiz o Encarnación, aspiran, por primera vez y debido a la revolución industrial, y el precedente de la revolución soviética, a conseguir sus derechos.
España se debate entre las más reaccionarias, oscuras y caducas tradiciones y las aspiraciones de una nueva vida, también para las mujeres, sujetos sociales hasta ese momento no considerados y víctimas recurrentes de flagrantes abusos por parte de los hombres. En este sentido, el recorrido personal y vital de nuestra protagonista sirve para poner de manifiesto la necesidad de igualar los términos entre hombres y mujeres.
Los personajes de "La Señora" conviven necesariamente con la complicada realidad de principios de siglo. Es tiempo de cambios.