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Bea, la mujer de Chechu

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EDAD: 38 añosPESO: se conserva bienNACIONALIDAD: españolaALTURA: normalDEMARCACIÓN: en casa, hace de todo; y en la tienda, tambiénALIAS: mamá (para su hija Cris) y cariño (para Chechu)CLUB ACTUAL: Su tiendaPALMARÉS: sacar la casa adelante, más bien, la familia... Chechu siempre está demasiado ocupado... Actriz: Belén López

A pesar de que siempre se ha considerado una mujer feliz, activa y capaz de sacar adelante su casa, en la primera temporada de la serie ,su vida está pasando por uno de sus peores momentos. Vive amargada y tiene la sensación de que su existencia, detrás de la tienda de alimentación, es gris y poco estimulante. Sobre todo, cuando se compara con amigas suyas que parece que han triunfado profesionalmente en la vida.

A simple vista no parece tener motivos para sentirse tan desgraciada: no tienen problemas económicos y las relaciones con CHECHU y con su hija CRIS van bien. Pero, aunque intenta salir a flote, no puede dejar de sentirse frustrada. Siente la necesidad de mejorar como persona.

En su fuero interno es consciente de que ha entregado su vida en diferentes momentos a alguien: a su padre, a Juli, más tarde a CHECHU y ahora a CRIS. No se arrepiente en absoluto, pero sabe que ha dejado cosas pasar y que ha estado más por los demás que por ella misma.

Ella a veces se ve en otro lugar y siente ese cosquilleo de la aventura, de lo imprevisto, pero también el vértigo de poder perder todo lo importante que hay en su vida.

En la segunda temporada la vida de Bea da un gran giro. Un nuevo hijo le llenará de nuevas motivaciones. Y dejará la tienda delegada en manos de Nieves.

Orígenes

Nació en L'Hospitalet de Llobregat en 1969, en el seno de una familia que vino desde Galicia hasta esta ciudad a mediados de los años cincuenta.

Cuando llegó al mundo, su padre, Emiliano, era el dueño de un pequeño taller de reparación de motocicletas. Un taller por donde pasaba lo más "granado" del barrio: desde apasionados de la Derby "paleta" hasta quinquis de medio pelo que intentaban colocar piezas robadas.

Estudió en un colegio de monjas del barrio de Pubilla Casas, llamado San José Obrero. Un colegio en el que sólo acudían niñas y en donde aparte de impartir los conocimientos propios del sistema educativo del momento también preparaban a sus alumnas para ser las esposas y las madres perfectas en el futuro.

Muy a pesar de las monjas eso duró hasta que BEA acabó octavo de EGB. Seguidamente, se matriculó en un instituto público de la ciudad para poder cursar en él lo que se conocía antes como BUP. Sus padres acceden y descubre lo que es un instituto mixto en los ochenta.

Juli y el "look" gótico

De la noche a la mañana adoró a Robert Smith ("The Cure") y pasa del uniforme del colegio a sumarse a la legión de los que optan por el look gótico. Sus padres empezaron a preocuparse ya no por el aspecto expirante de la niña, que también, sinó porque ésta parecía estar perdiendo la cabeza y su desinterés por los estudios se hacía cada día más evidente.

Allí, en el instituto, es donde conoció a Juli, su primer novio. Un chavalito que le hizo vivir más de una experiencia psicotrópica y sobretodo le hizo vivir una experiencia que Chechu, el que ha acabado siendo su pareja hasta la fecha, no pudo darle: ser el primer hombre con el que se fue a la cama. Desde hace muchos años, Bea, no ha vuelto a tener noticias de Juli, aunque los padres de éste todavía viven en el barrio.

Trayectoria profesional

BEA no llegó a acabar los estudios. En realidad su padre, viendo cual era el provecho que su hija sacaba del mundo académico, le hizo una oferta que no pudo rechazar: trabajar en el taller llevando todo el papeleo. Ahí es donde empezó a experimentar, a pequeña escala, el mundo de la gestión de empresas. Como optimizar los recursos cuando estos no son escasos, pero tampoco dejan espacio al despilfarro. Animada decidió hacer algún que otro curso relacionado con el tema y después de pasar por varias empresas de poca monta, donde le pagaban una miseria decidió que un día ella sería su propia jefa. Montaría su propia empresa, todavía no sabía de qué, pero la montaría. En ese momento tenía diecisiete años y se acababa de cruzar en su vida el que se convertiría en su marido: CHECHU.

Chechu, amor mío

BEA conoce a CHECHU una tarde en la cafetería Everest. Esa noche CHECHU no consigue llevarse el gato al agua. Quedan en dos ocasiones más y a la tercera va la vencida: se enamoran.

BEA decidió ir a remolque del amor de su vida y no lo dudó un instante cuando a CHECHU le hicieron una oferta para jugar en el Salamanca. Para evitar los clásicos malos rollos con la familia decideron casarse. BEA acababa de cumplir veinte años.

Salamanca se convirtió en su primera casa en común. Las expectativas de futuro de CHECHU eran buenas, pero BEA, que es la que le pone sentido común a todo, decidió ser prudente con todo lo que estaba pasando. Por supuesto, no renunciaba a disfrutar de ello, pero sí tenía la vista puesta en el futuro y es la que, desde su paso por el Salamanca, más tarde por el Logroño y finalmente por el Mérida, administra la pequeña pero suculenta, digamos, fortuna, de la joven pareja. 

Es en Mérida cuando BEA se quedó embarazada, CHECHU ya hacía alguna que otra temporada que había dejado de ser promesa para convertirse en un veterano. En ese momento BEA decidió presionarle para que dejara el fútbol profesional para regresar a su ciudad. BEA tenía planes: el rinconcito les daba para poder comprarse un piso y montar un negocio. Y es así como se decantaron por abrir una tienda en el barrio donde CHECHU creció y donde aún sus vecinos sienten la admiración del tipo que se fue del barrio y triunfó. BEA, pletórica, consiguió por fin llevar a cabo aquello con lo que soñaba, y hacerlo al lado de las personas a las que más quería: CHECHU, y la que decían las ecografías que se convertiría en CRIS, su hija.

Familia

Actualmente vive con su esposo CHECHU y su hija CRIS. FLORENCIO es su cuñado, ya que estaba casado con su difunta hermana ELENA.

AMALIA, la madre de BEA, vive sola en el piso que fue el hogar de la familia Sariñena durante años. BEA acostumbra a hablar con ella cada día. La yaya AMALIA es muchas veces el refugio de CRIS, la hija de BEA.