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¡Katmandú de nuevo!

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Loe miembros de la expedición comprueban en Katmandú parte dle material que llevarán a la expedición.
Loe miembros de la expedición comprueban en Katmandú parte dle material que llevarán a la expedición.

Me encanta esta ciudad. Fue la primera ciudad que pisé en Asia hace algún tiempo ya. Su calor y polución te atormentan cuando caminas por ella. Su caos y desorden te sorprenden la primera vez que lo vives. Katmandú es esa ciudad que me ha enseñado que hasta dentro del caos hay orden, y que dentro del orden tiene que haber caos para que esta vida sea divertida.

 

-"Pii, Piii"

El doble pitido del claxón de un coche o moto a tu espalda significa "voy a pasar", y tú instintivamente te apartas hacia un lado sin siquiera inmutarte o interrumpir tu conversación, porque sabes que el conductor va a pasar con su vehículo ¡sí, o sí!.

Los coches pitan, las motos pitan, los conductores de ricksaw, -triciclos con un sillón doble atrás para pasajeros- silvan; cada uno con su sonido particular, desarrollado durante muchas horas de maquiavélica conducción entre las calles del Thamel. Eso es Katmandú, ruido, polvo, polución... y vida.

Vida por donde mires, vida por donde vayas, vida por donde te metas. Puedes estar perfectamente haciendo fotos sin parar durante un hora en un lateral de una calle de Thamel (en el centro de la calle no durarias ni diez segundos) y no repetir ni una imagen. Todo es cambiante, todo es vida, todo es caos.

Pues sí, Katmandú es una ciudad preciosa... preciosa para estar un par de dias o tres, ¡No más! Justo el tiempo que necesitas para ultimar los detalles de una expedición. Es decir, revisar el cargo en la agencia, conocer al cocinero, revisar las tiendas, los generadores, las cámaras, pesar el material y distribuirlo para que luego lo puedan cargar los Jaks, etc Eso es precisamente lo que acabamos de terminar de hacer.

Esperamos poder salir mañana hacia Tibet, pero nos hemos encontrado en la agencia a unos compañeros de una expedición al Everest de vuelta. Estos chavales llevaban ya cinco días esperando poder ir hacia Tibet ya que el gobierno chino tenia la frontera cerrada y por fin habían podido partir esta mañana. Sus caras reflejan un poco de desánimo al bajarse del autobus en que viajaban con toda su carga.

-"Ha habido un accidente de tráfico a unas dos horas de aquí. Han muerto tres personas y los campesinos enfadados han cortado la carretera que lleva a la frontera, han montado barricadas e incendiado un autobus que intentó pasar. Hemos tenido que darnos la vuelta".

El desánimo corre rápidamente. Sonan, el dueño de la agencia, nos asegura que saldremos mañana, que no nos preocupemos. Parece que mañana el gobierno chino va a abrir por fin la frontera, o sea que hay que aprovechar el tiempo. Por las noticias que tenemos hay un gran número de expediciones paradas en la frontera. Incluso Pérez de Tudela, (si, si, el de "Un millón para el mejor") está allí parado en con una expedición que tiene intención de escalar el Everest.

Vamos a hacer unas compras de última hora de material personal y a recoger un encargo de camisetas. Ayer mientras grabábamos por las calles de Katmandú vinos un par de chaquetas plumas que nos pueden ir muy bien en los campos de altura y en la aproximación. Nacho, que creo que ha estado tantas veces en Katmandú que en cualquier momento le van a hacer una estatua allí, me guía con soltura y decisión por las calles del Thamel (el barrio más comercial de Katmandú) mientras me va contando como era el Katmandú que el conoció hace más de veinte años y como se ha ido deteriorando con el paso del tiempo.

La verdad es que todos los miembros de esta expedición coincidimos en que vemos Nepal como un país un poco descontrolado tras los últimos acontecimientos políticos aquí vividos. Caminamos por el Thamel y algo nos llama la atención...¡¡ No hay coches!! La gente pasea por el centro de las calles tranquilamente como si de un centro peatonal de una ciudad cualquiera se tratara. ¿Thamel sin coches?¿Pero esto qué es?¿Por qué? La respuesta la encontramos un poco más adelante. Es año nuevo en Katmandú, concretamente el primer dia del año 2066 según el calendario Nepalí, y han cortado el acceso de vehículos al Thamel para montar un gran escenario donde, no os lo perdáis ,un Disc Jockey pincha música Chill Out y Tecno mientras una avenida alborotada de gente la escucha y unos chavales bailotean estilo breakdance en la zona cercana al escenario totalmente rodeados por un muro de policías.

Este año vamos mas tarde que nunca a la montaña, por eso ninguna de las veces que habíamos estado en Katmandú habíamos vivido el año nuevo nepalí allí.

-"¡Esto no me lo puedo perder!¡ Voy a grabar unos planos!" . Le grito a Nacho y Miguel bajo un sonido ensordecedor de música tipo "Café del mar" mientras saco de mi mochila la cámara pequeña que siempre llevo por si veo algo interesante. Nacho se queda con mi mochila mientras yo me subo a un muro para hacer unos planillos. Posíblemente Pepe Rey, el montador de "Al filo", no utilice unas imágenes como éstas, porque no tienen mucha cabida en un documental tipo "Al filo", pero el acontecimiento como tal es digno de ser inmortalizado.

Decido cambiar de sitio y ni corto ni perezoso me abro hueco hasta el escenario y subo a él diciendo: "Spanish Tivi, spanish tivi". El DJ se enrolla y le grabo unos planos graciosos pinchando y animando a la gente por el micro. Me giro y veo toda la avenida llena de gente y a los chavales en primera línea bailando y haciendo piruetas.

-"¡¡A por ellos!!"

- Bajo del escenario y me abro paso entre un muro de policías gritando mi consabido: "Spanish tivi, spanish tivi". ¡Ahora si que es un desmadre! Estoy entre un montón de chavales nepalíes, rodeado por una barrera de policía y con cientos de personas pendientes. Levanto el brazo izquierdo en señal de ánímo a los chavales mientras comienzo a grabar sujetando la cámara con la otra mano.

Tras 5 o 10 minutos tengo todo el material que necesito de gente bailando y me retiro entre la barrera de policía en busca de Nacho y Miguel.

-"Joder con la globalización" comentamos mientras guardo la cámara y continuamos nuestro camino Hacia el hotel. Pues si, esto es Katmandú: una ciudad viva, caótica y sorprendente...perfecta para estar un par de días o tres. Mañana por fin partimos hacia la frontera china. A la vuelta volveremos a Katmandú...otros dos o tres días.