La España mítica anterior a la guerra

 En 1936, cuando estalla la guerra civil, Jesús Fernández Santos, que entonces tenía nueve años, se encontraba con su familia cerca de San Rafael (Segovia). Aislado de la capital se ve obligado a comenzar el Bachillerato en Segovia.

Parte de esa vivencia íntima se refleja en "Los jinetes de Alba", obra de madurez que publicó cuando tenía 58 años. El argumento se centra en Marian, una joven que, en 1922, ambiciona regentar el balneario de su tía, situado entre León y Asturias. De fondo, se suceden los acontecimientos políticos. En primer lugar, la revolución de octubre de 1934 (que corrientes revisionistas identifican con el comienzo de la guerra civil) y más tarde, la propia guerra civil. 

"A un lado y a otro de la cordillera que separa a Asturias de León" -destacaba el autor en una conferencia sobre su obra, pronunciada en 1984- " la vida cambió súbitamente en valles, pueblos y ciudades. Un tiempo viejo quedaba atrás, alzado sobre sus leyendas y sus tradiciones, dejando paso a un nuevo caminar como el de Martín y Marian a lo largo de esta obra en busca de una nueva libertad".

Fernández Santos identifica la aventura, trágica y amorosa de los personajes, como una imagen especular de la España de entoces, "a la sombra de jinetes que no existen ya, de oro escondido en las montañas y un deseo de revancha que nunca más, por el bien del país, debiera repetirse". En una entrevista en el diario El País, el autor señala que en su obra "van recuerdos de niño, vivencias posteriores, historias que escuché y personajes que marcaron el curso de mis días".  

La opinión que Jesús Fernández Santos hubiera tenido sobre la adaptación de su obra no sería, a buen seguro, la de un neófito audiovisual. El prolífico escritor (Madrid 1922 - 1988) estudio en la Escuela de cine y realizó alrededor de 100 cortometrajes y un documental. Además colaboró con TVE en programas culturales como "Aprender a ver" y fue crítico cinematográfico del El País entre 1976 y 1981