¿Qué consecuencias tiene el espacio para los astronautas?
- Los astronautas se someten a situaciones extremas para conseguir objetivos útiles para nuestro modo de vida
- Algunos riesgos para la salud: pérdida de masa ósea, exposición a radiación iónica y problemas psicológicos
La llegada del hombre a la Luna supuso un hito en la historia. A partir de entonces, se ha creado todo un entramado de satélites, estaciones espaciales y tecnologías que sirven a la sociedad actual.
Hace 50 años que comenzó la carrera espacial, una competición entre EE.UU y la URSS en plena Guerra Fría por demostrar su poder tecnológico, económico y científico. En la misión Apollo 11 EE.UU logró que el hombre pisara por primera vez la Luna. Ahora se cumplen 40 años y la astronaútica sigue experimentando, se proyecta hacia Marte y mantiene a astronautas trabajando en el espacio de manera contínua.
Para lograrlo, los astronautas necesitan una preparación física y psicológica muy dura, necesitan años de preparación, pruebas y conocimientos para resistir las condiciones extremas que supone el medio extraterrestre.
Viajar al espacio supone un peligro desde el mismo momento en que los tripulantes se montan en la nave, tal y como demuestran las grandes tragedias de la historia de la NASA. La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) señala agunos de los riesgos que pueden sufrir los astronautas.
Los peligros para la salud de los vuelos espaciales
Las aceleraciones y deceleraciones (cambios gruscos de velocidad dentro de la nave cuando despega, aterriza o se mueve) producen desde visión borrosa hasta el total desvanecimiento. Para evitarlo se usa el traje antigravedad que aprieta el abdomen y las extremidades para impedir que la sangre se acumule en estas zonas. La sujeción de la cabeza y el casco tambien son esenciales para evitar la inflamación de las mucosas y las cefaleas graves.
Por otro lado, la falta de oxígeno es uno de los factores críticos, ya que afecta al cerebro y provoca fatiga, somnolencia, dolor de cabeza, mareo, y en ocasiones pérdida de conciencia. El cerebro sólo soporta cuatro minutos sin oxígeno antes de iniciarse la muerte neuronal masiva. A partir de los 4.500 metros, no es posible la vida y el aire debe ser despresurizado dentro de la nave.
Los astronautas pueden contraer enfermedades relacionadas con la ingravidez y exposición a las radiaciones ionizantes. Por ello, la medicina aeroespacial estudia los efectos fisiológicos y psicológicos del medio espacial en el cuerpo humano.
Síndrome de Allison
El FECYT señala la perdida de masa ósea (síndrome Allison) como uno de los principales problemas de la ingravidez. Los estudios han demostrado que los astronautas pueden perder hasta el 20% de su masa ósea en estancias de 12 meses en el espacio. Lo que provoca fracturas y cálculos renales.
Radiaciones ionizantes
Los efectos de las radiaciones de los rayos solares y del campo electromagnético terrestre, son cien veces superiores a los recibidos en la Tierra. Causan muerte celular, producen alteraciones en los genes, tumores, daños en el sistema nervioso, cataratas, etc.
Otras consecuencias
La atrofia muscular se presenta con mucha frecuencia. Los astronautas pasan meses en un espacio reducido, flotando y sin actividad física. Es necesaria una buena nutrición y la realización de ejercicio diario para paliar los efectos de esta situación. También sufren confusión mental y cambios de comportamiento: euforia, irritabilidad, depresión, fatiga, aburrimiento... Para evitarlo realizan actividades y están monitorizados para garantizar una mayor calidad de vida.
Los astronautas sufren alteraciones del sueño debido a la ingravidez, el estrés, los problemas para moverse y la perdida del ciclo día-noche. También hay debilitamiento del sistema inmune y se activan virus latentes que hay en el cuerpo humano.
En el espacio también se producen alteraciones cardiovasculares. La sangre se concentra en la parte superior del cuerpo y la tensión arterial cae. El corazón tiene que bombear mas sangre y se vuelve más grande. El sistema respiratorio se ve afectado por la nueva distribución de líquidos, cambian las voces y se congestiona la nariz y las cuerdas vocales. El intestino casi se paraliza y no hay defecación. El reflejo de la sed disminuye y se produce deshidratación por la pérdida de agua en la orina.
Pero a pesar de todos los problemas y riesgos que entraña viajar al espacio, los astronautas siempre están dispuestos a correr el riesgo y experimentar las consecuencias negativas y positivas de su profesión.