Solana analiza los retos de Europa 'En Portada'
- En Portada aborda el domingo 10 de enero el proceso de construcción europea
- Para explicarlo toma como referencia el análisis y los recuerdos de Javier Solana
- Guión del reportaje disponible on line (formato PDF)
Ver más: Especial Presidencia Española de la UE
Muy preocupado por la crisis y el paro, aunque, en líneas generales, satisfecho con su vida. Este es parte del retrato del ciudadano europeo medio, según el Eurobarómetro de 2009. Según esta mega encuesta comunitaria, un 52 por ciento considera que la Unión Europea es beneficiosa para su país, pero menos de la mitad confía en sus instituciones.
La política comunitaria no suscita entusiasmo entre los ciudadanos de los 27 estados de la Unión Europea. Bruselas, entendida como la representación institucional, es percibida por buena parte de los europeos como una especie de nebulosa burocrática, compleja y opaca, con políticos y funcionarios muy bien pagados que barajan múltiples cuestiones, pero cuyos beneficios directos en las calles no se perciben con claridad.
Sin embargo, las instituciones europeas, la Comisión, el Parlamento, deciden sobre temas que de, una forma u otra, acaban afectando la vida cotidiana de los europeos. Disfrutamos no sólo de uno de los niveles de vida más altos del mundo, sino que además la forja de la unidad europea nos ha reportado uno de los períodos de paz más largos y prósperos de nuestra historia.
Excepto Suecia, que no se ha visto inmersa en guerra alguna desde hace casi 200 años, el resto de los países europeos han sufrido su destrucción y muerte. La Europa de las libertades y derechos humanos ha demostrado ser capaz también de los mayores crímenes. La cultura "per se" no nos ha librado del horror, pero la negociación continua, el tejido de intereses comunes, empezando por los económicos, han hecho cada vez más difícil el enfrentamiento frontal. Sólo por esto, la construcción de Europa ha valido y vale la pena.
Los padres y animadores de la unidad europea vieron claro que la paz y la libertad de Europa sólo podrían asegurarse mediante pasos paulatinos, concretos, capaces de forjar la solidaridad entre los pueblos y estados europeos. Según Jean Monnet, "no unificamos estados, unimos hombres. Europa no se hará de golpe, ni con una construcción de conjunto, se hará a través de realizaciones concretas creando primeramente y ante todo, una solidaridad de hecho. Los hombres sólo aceptan los cambios por necesidad, no ven la necesidad más que en la crisis. No conozco otras reglas que las de estar convencido y convencer".