Emma Cortázar
La única chica de los Cortázar siempre ha vivido protegida por su familia, especialmente por su padre. Ingenua y de gran corazón, su trabajo en las bodegas es supervisado, y hasta desempeñado, por el resto de sus hermanos. Siempre ha sido fácil de convencer y manejar, pero cuando se trataba de su matrimonio no admitía consejos. Su relación con Gustavo nunca ha sido aprobada por Don Vicente ni por sus hermanos, pero a pesar de los grandes defectos de su marido, Emma siempre había terminado perdonándole. Su fe en Gustavo era absoluta aún cuando se le acusaba de serle infiel con Paloma, la secretaria de las bodegas, y pasó a ser sospechoso del asesinato de la joven. Emma estaba dispuesta a seguir adelante con su matrimonio, hasta que conoció a Manu, el nuevo secretario. Emma recuperó la ilusión, pero nada era lo que parecía, y su relación acabó con un trágico suceso del que es testigo Gustavo y por el que Emma podría ir a la cárcel. El silencio Gustavo tuvo un precio muy alto, el de sus acciones en la bodega de los Cortázar.
Ahora Emma ya no ama a su marido. El desafortunado incidente con Manu, coloca a Gustavo en una situación dominante con la que Emma tiene que sobrevivir. Con tan solo una llamada, su marido puede hacer que la ingresen en prisión por el asesinato de Manu. El chantaje pondrá a Emma en serios compromisos con su familia, ya que es Gustavo quien maneja las acciones de los Cortázar. Pero ¿cómo arreglar esta situación sin que nadie sepa que cometió un asesinato?