Gustavo Arístides
Manipulador, cruel y capaz de cualquier cosa con tal de alcanzar sus metas, su único objetivo es llegar a ser alguien importante dentro de las bodegas Cortázar y para eso se ha casado con Emma. Pero para Don Vicente solo sus hijos deben hacerse cargo de la empresa familiar y durante mucho tiempo ha limitado la tarea de Gustavo a la viña, lo que él califica como: 'mancharse las manos'. Emma es la responsable de que Gustavo continúe en la familia a pesar de todos los errores.
Cuando Emma dispara a Manu en presencia de Gustavo, comete uno de los peores errores de su vida. Su marido podría mandarla a la cárcel en cualquier instante. Esa ha sido la razón por la cual Gustavo ha alcanzado lo que siempre deseó. Cruel, infiel, sin piedad, ha conseguido dar un paso más chantajeando a su propia mujer, obligándola a cederle sus acciones de la bodega. Y ahora que tiene las acciones de Emma se enfrenta a Miguel y a Pablo de igual a igual. Ya nadie puede darle órdenes, ni siquiera Emma puede cuestionar sus salidas de tono ni sus comentarios hirientes. Gustavo no tiene límites. Pero Gustavo juega demasiado fuerte y Emma, al fin y al cabo, es una Cortázar que tarde o temprano demostrará que ha heredado de don Vicente algo más que el apellido.