Sara Gracián
La vida no ha sonreído a Sara en los últimos años. Proviene de una familia humilde y las cosas nunca le han sido fáciles. Pero cuando conoce a Pablo esa vida cambia por completo. Sara y Pablo comienzan una relación que no es bien vista por Don Vicente, que está convencido de que Sara está junto a su hijo por puro interés. Y las mentiras de Sara a Pablo sobre su pasado no hacen sino confirmar las sospechas del patriarca. Pero Pablo se enamora profundamente de ella y está dispuesto no solo a perdonar si no a ocultar el mayor de los secretos de la joven; la identidad del padre de su hija. La confianza ciega de Pablo termina cuando don Vicente le prepara una trampa a Sara. Sara se ve fuera de la casa de un día para otro, pero no está dispuesta a quedarse sin su hija, y en un intento de llevársela, ocurre un terrible accidente.
Sara sobrevive, pero queda paralizada de cintura para abajo. Convive con la frustración de no poder moverse con libertada y de saber que su relación con Pablo no atraviesa el mejor momento. Esta situación convierte a Sara en una persona amargada, arisca y desconfiada, lo que le lleva a tener múltiples enfrentamientos con Pablo, alejándolo todavía más. Pero no está dispuesta a permitir ese alejamiento. Pablo es la única razón por la que se han hecho cargo de ella en la casa de los Cortázar. Ante la amenaza de perderlo, Sara hará cualquier cosa con tal de que su todavía marido se quede a su lado, aunque ello implique sacar su parte más oscura, perversa y manipuladora.