Volver con... Rosa López a Granada
Rosa López vuelve a Granada junto a su familia. Rosa nació en Armilla, un pueblecito muy cercano a Granada capital, en el que todavía viven su madre y sus hermanos.
Cada vez que tiene oportunidad, Rosa se escapa a su pueblo para compartir momentos con las personas más importantes de su vida: sus hermanos, primos, amigos, y así poder recargar las pilas para seguir luchando en "el duro mundo de la música".
Paseo por el Albaicín
El recorrido de Rosa comienza en el Mirador de San Nicolás, desde donde se puede contemplar el monumento más característico de Granada: La Alhambra.
Desde allí, Rosa, acompañada por su prima Maribel, que para ella es la hermana que nunca tuvo, comienza un paseo por las preciosas calles del Albaicín.
Rosa ha estado muy unida a su prima Maribel y recuerdan muchas anécdotas de su infancia, como por ejemplo los veranos que pasaban en la piscina y la vez en la que a Rosa se le olvidó el bañador y su prima le tuvo que prestar el suyo.
Tras descender por las callejuelas, Rosa se lleva una gran sorpresa al encontrase con su hermano mayor, Eduardo, que en esos momentos está trabajando. Eduardo es barrendero en Granada. Rosa es la tercera de cuatro hermanos, y la "niña mimada" al ser la única chica.
Después del breve encuentro con su hermano mayor, Rosa y Maribel se dirigen al la tetería Pervane de la calle Calderería Vieja. Allí se reencontrarán con otra prima, la prima María José y con Pedro, el dueño de la tetería. Allí es donde Rosa acudía cuando era adolescente a degustar los exquisitos batidos y los deliciosos crepes mientras charlaba de sus cosas con sus amigos. Recuerda como una vez le pidió trabajo a Pedro y justo a la semana siguiente fue admitida en el casting de Operación Triunfo.
En el patio del colegio
Después de despedirse de Maribel, María José y Pedro, Rosa nos enseña su antiguo colegio, en el Polígono Almanjayar, el colegio público María Zambrano. Allí conoceremos a sus compañeras de clase con las que tantas cosas ha compartido. Se sincera y nos cuenta que no fue buena estudiante y que era bastante enamoradiza con los chicos de su clase. Incluso se emociona cuando habla con la que era entonces directora del colegio, Doña. Concha.
Desde el patio del colegio se divisa la casa donde vivió Rosa y la ventana por donde su madre le lanzaba los bocadillos en la hora del recreo.
A continuación conocemos a su hermano Octavio, su ojito derecho. Con él ha pasado los momentos más duros. Él era su ángel de la guarda y el que le hacía estar con los pies en la tierra en los momentos de más éxito cuando OT la convirtió en Rosa de España. Octavio y Rosa recuerdan incluso los inicios artísticos de Rosa cuando tenía 16 años y cómo recorrían los pueblos de las Alpujarras granadinas para cantar en las verbenas.
También conoceremos a una persona que ayudo mucho a Rosa en esos inicios artísticos, su tío Hernán Cortés. Rosa visita a su tío en el Restaurante El Barco donde cantaron en innumerables bodas, bautizos y comuniones. Recordarán los viejos tiempos y Rosa se arranca cantando una de las viejas canciones con las que amenizaban todo tipo de festejos.
En su segundo día en Granada, Rosa nos enseña otros bellos rincones de la ciudad andaluza, y seguimos conociendo a los amigos de Rosa. Una de ellas es Bibi, una amiga de la infancia con la que Rosa veraneaba en La Malaha, pero, lamentablemente la lluvia les impide estar mucho rato juntas.
Recordando los viejos tiempos
La siguiente cita es con Pedro y Trini, sus segundos padres. Ellos eran vecinos cuando el padre de Rosa, Eduardo, regentaba un asadero de pollos: 'El pechugón'. Recuerdan al padre de Rosa recorriendo todas las orquestas pidiendo una oportunidad para su hija con la maqueta casera que grabaron bajo el brazo.
Al final asistimos a una fiesta familiar en casa de Rafa. Allí conocemos al último hermano de Rosa, Javi, Tras picar algo llega el fin de fiesta habitual en las reuniones de n la familia López Cortés: el karaoke.