Ana y Teresa, el amor de la quinta temporada
- Su historia comenzó como una amistad y acabó en pasión
- Las cuñadas de "Amar" sufren por una relación imposible en los 50
Ana y Teresa han protagonizado durante dos temporadas una de las relaciones más intensas de "Amar en tiempos revueltos". La chica rica y la chica humilde, una historia de película, que sin embargo para estas mujeres de los años 50 supone peligro y vergüenza.
La gran Ana Rivas
Ana es hija de uno de los mejores empresarios de Madrid, Ramón Rivas. Tras la desaparición de su padre, ella se convirtió en la heredera universal de todo el imperio Rivas.
Querida y odiada a partes iguales, Ana siempre fue una mujer libre, que hizo lo que creía y sentía sin importarle el qué dirán. Una mujer adelantada a su época y que lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.
Teresa, sencillez y tradición
La hija de Pascual y Carmen creció en un ambiente familiar tradicional. Teresa sabía cual era su cometido en la vida: tener hijos y dedicarse al hogar.
Pero Ana se cruzó en su camino y le hizo ver que ella podía ser algo más. Teresa montó su propio negocio y más tarde se asoció con los grandes almacenes. Eso sí, siempre bajo la supervisión de su marido, Héctor.
Más que amigas
Ana y Teresa se conocieron en los Almacenes Rivas. Teresa necesitaba el trabajo en esta gran superficie para sacar adelante a su familia y Ana quería demostrar a todos que no era una niña malcriada e incapaz de trabajar.
Desde el principio surgió algo especial entre ellas. Congeniaron muy bien y su amistad se fue forjando poco a poco.
Pero había algo más entre ellas. Algo de lo que no eran conscientes, un sentimiento más fuerte que la amistad. Y sucedió, se besaron. Fue en un ascensor. Estaban solas, más cerca que nunca y sin máscaras.
Fue algo puntual, un error, pensaba la pequeña de los García. Y todo volvió a la normalidad. Ana se casó con Alfonso y Tere con Héctor.
Celos y pasión
Su amistad estaba más que consolidada cuando Tere vio a su amiga intimando con Rosa. Malinterpretó la conversación entre Ana y la actriz y comenzó el distanciamiento entre las cuñadas.
Ana y Teresa se enfrentaron en varias ocasiones. Fueron enemigas, rivales, competencia,... Sólo las desgracias que sufrieron logró unirlas de nuevo: la muerte de Pascual, la enfermedad y desaparición de Alfonso y el aborto de Teresa.
Volvieron a ser amigas e incluso fusionaron sus negocios para estar más juntas. Eran más fuertes que nunca y juraron que nadie podría con ellas. Pasase lo que pasase, lo importante era estar unidas.
Mujer contra mujer
Ana se dio cuenta de que siempre había estado enamorada de Teresa. El matrimonio con el hermano de su amiga fue una excusa para estar más cerca de ella. Estaba segura de sus sentimientos y había llegado el momento de hacer lo que su corazón le decía.
Teresa, por su parte, se dejó llevar. Yacieron juntas y todos los problemas desaparecieron. Pero Teresa tiene muchos prejuicios y, aunque ama a Ana, también está enamorada de Héctor, su marido, al que debe fidelidad.
Teresa tenía que tomar una decisión y eligió a Ana. Afrontó su dilema de frente con Héctor y le explicó qué es lo que realmente sentía por Ana. Héctor le dejó marchar, sabiendo que no sería feliz reteniéndola a la fuerza junto a él. Se despidió de ella diciendo:
"Si te vas tendré esperanzas de que vuelvas algún día; en cambio si te quedas, nunca podré estar seguro de por qué lo hiciste. Te quiero"
Una relación marcada por el machismo de la época, la represión del Franquismo y la incomprensión social ante un amor entre iguales.