La voz de los niños. Ilusiones y anhelos

pilot

Metrópolis dedica su programa de esta semana a dar voz a los más pequeños. Llenos de ilusiones y fantasías propias de su edad, muchos de ellos han de enfrentarse cada día a las realidades más duras. Pobreza, enfermedad, aislamiento, violencia… son situaciones a las que se enfrentan día a día millones de niños en todo el mundo. Metrópolis se acerca esta semana a estas realidades a las que hacen frente los protagonistas de los trabajos que presentamos esta noche.

El 20 de noviembre es el Día Internacional de los Derechos del Niño, o Día Universal de la Infancia, una fecha que nos recuerda que un niño no es sólo un ser frágil que necesita protección. Ante todo es una persona, alguien que tiene derecho a ser educado, cuidado y protegido donde sea que haya nacido. Hoy nos aproximamos a las historias de Omondi y Haaron, dos niños que, desde Kenia y Afganistán, nos hablan de dos realidades bien distintas.

De una parte, presentamos el trabajo documental “I want to be a pilot” (2006), de Diego Quemada-Diez. A través de la historia de un niño de doce años, Diego Quemada-Diez nos presenta la difícil situación de miles de niños de Nairobi que han perdido a sus familias a causa del SIDA. Niños que son en realidad víctimas de un mundo industrializado que ha destruido su infancia, pero no sus ilusiones. Omondi quiere ser piloto para volar lejos, ir a un lugar donde poder aprender, donde poder comer, donde poder convivir con otros niños, sin enfermedades, sin tristezas, donde recibir el amor y el abrazo de sus padres, donde jugar y reír, donde le traten bien… y poder superar esa pobreza en la que le ha tocado vivir.  “La pobreza es la peor forma de violencia” (Mahatma Gandhi)

El siguiente trabajo documental es “Yelda, la noche más larga”, de Roberto Lozano, una historia sobre la vida de los refugiados afganos a través de los ojos de un niño de 10 años. El joven Haaron toma conciencia de su situación de refugiado caminando con su padre por las, para él, desconocidas calles de Peshawar donde miles de niños afganos siguen ajenos a su condición de refugiado. Un acercamiento al día a día de millones de refugiados en todo el mundo que conviven con el sentimiento de desarraigo, el a veces contradictorio sentido de pertenencia, o la esperanza de retorno a sus lugares de origen.