Collserola, una montaña desconocida para muchos barceloneses
- La Sierra de Collserola ha sido declarada parque natural
- Es un lugar ideal para practicar deportes o hacer una barbacoa
- Las casas más caras de Barcelona están en la falda de la montaña
"Collserola, la montaña humana"
Es un reportaje de Vanesa Benedicto, Nacho Rodríguez, Antoni Tomás y David Beltrán.
La montaña de Collserola es sin duda el pulmón por el que respiran Barcelona y los barceloneses, y no sólo por su extensa superficie arbolada, sino porque es el lugar donde los habitantes de Barcelona y su área metropolitana se divierten y desinhiben. REPOR visita Collserola en su próximo programa.
Ciclistas, excursionistas y domingueros
En Collserola un buen desayuno que se precie debe de incluir las típicas 'mongetes con butifarra' (judías con butifarra) acompañadas de un buen porrón de vino. Eso es lo que toman cientos de ciclistas que circulan por la montaña durante el fin de semana. El buen estado de los caminos y la cercanía a la ciudad hacen de la sierra el lugar ideal para practicar deporte. En horas punta, el tráfico en los caminos rurales puede presentar atascos entre paseantes, ciclistas y gente que hace rutas a caballo.
Desde hace pocos meses, la Sierra de Collserola ha sido declarada parque natural. Esto provoca ciertas restricciones hacia el entorno pero no impide que los domingueros acudan en masa a los tradicionales merenderos al aire libre. Con lo que sí que tiene que luchar la dirección del Parque es contra la plaga de jabalíes que habitan en la sierra y que en más de una ocasión han provocado algún que otro incidente.
Pero más allá del espacio natural y sus zonas de recreo, Collserola es un lugar vivo donde aún quedan vestigios de una vida rural que se ha perdido. Cayetano por ejemplo es el último pastor de la Sierra o la familia Gené que ha tenido que dejar la agricultura y reconvertir su centenaria masía en restaurante para poder sobrevivir.
Collserola, montaña mágica
Collserola también cobija muchos secretos y misterios. En las ruinas del viejo casino encontramos a un grupo de aficionados a la parapsicología intentando establecer contacto con el más allá. A pocos metros de ahí, un solitario inmigrante ruso, Andrei, ha decidido cobijarse en una casa maltrecha huyendo del mundo y sus peligros.
Como Andrei, otros muchos optaron un día por instalarse en Collserola en casas abandonadas. Cosco y Santi ocuparon una vieja masía hace ya más de 30 años. A día de hoy, la casa ya es de su propiedad pero siguen reivindicando la ocupación como una filosofía de vida.
En la falda de la montaña y con privilegiadas vistas se levantan las casas más caras de Barcelona. No en vano, Collserola fue en otros tiempos el refugio de las familias más acomodadas y los mejores arquitectos de la época construyeron en esta sierra algunas de las viviendas con mayor valor histórico de Barcelona.