Carmen Aliberch: "Lo mejor de Nueva Zelanda es que es increíblemente bonita"
Carmen Aliberch, madrileña de familia catalana, vive en Dunedin (Nueva Zelanda) desde hace 15 años. Esta española es capaz de dar clases de español, de salsa, alquilar y reparar maquinas de café, pilotar helicópteros y criar a dos hijos. Todo ello sin perder su sonrisa y su energía. Con ella conocimos la Universidad de Otago, la más antigua de Nueva Zelanda, y sentimos la emoción de sobrevolar la ciudad en helicóptero.
Españoles en el mundo: ¿Qué supuso para ti trasladarte a otro país? ¿En algún momento te arrepentiste?
Carmen Aliberch: Para mi supuso la pérdida de mi familia, mi autonomía, mi estatus y posición social. Gané dos hijos maravillosos, un idioma, nuevas amistades, sabiduría, estudios y otro tipo de estatus.
EM: ¿Qué tiene Nueva Zelanda que no tenga España?
C.A.: Es muy difícil de contestar. Pero destacaría que Nueva Zelanda es increíblemente bonita y que aquí tengo a mis hijos.
EM: ¿Por qué participaste en Españoles en el mundo?
C.A.: Porque estoy muy lejos de mi familia y mis posibilidades económicas para permanecer en contacto con ellos es muy limitada.
EM: ¿Qué recuerdas del día de la grabación del programa?
C.A.: El día de la grabación, según abrí la puerta de mi casa, recibí en mi móvil una llamada informándome de que mi exmarido había llevado a mi hija mayor a la policía a declarar contra mi y estaba muy angustiada. De hecho, mi hermana Isabel me comentó que, al ver el programa, sabía que algo me había pasado.
EM: ¿Ha cambiado algo en tu vida desde que apareciste en Españoles en el mundo?
C.A.: ¡Sí! No es que mi vida haya cambiado en el día a día (trabajar, estudiar, cuidar niños), pero sí que me ha servido para restablecer el contacto con gente que había pasado por mi vida y que ahora son parte de la misma de nuevo.
EM: ¿Qué noticia de España te ha llamado la atención recientemente?
C.A.: ¡El terremoto de Lorca! Realmente no podía creérmelo, más cuando nosotros hemos y estamos sufriendo movimientos de tierra constantemente.