Jonathan Rhys Meyers: "Nunca me he planteado imitar a Enrique VIII"
- El actor de Los Tudor habla sobre la tercera temporada de la serie
- No te pierdas los nuevos capítulos los jueves a las 22.15 h en La 1 de TVE
- Las fotos de la tercera temporada de Los Tudor
Lejos de las interpretaciones que hicieron de Enrique VIII Charlton Heston, Robert Shaw o Richard Burton, el actor irlandés Jonathan Rhys Meyers ha conseguido el favor de gran parte del público y la crítica por su nueva versión, acorde a los cánones anglosajones de belleza, del monarca en torno al cual gira la serie Los Tudor.
Caprichoso, mujeriego y vanidoso, pero también inseguro y deprimido tras la pérdida de la mujer que ama; así es el Enrique VIII de la tercera temporada de Los Tudor, que estrena el jueves 30 de junio, a las 22.15 h, La 1 de TVE.
"En esta tercera temporada yo veo a un Enrique VIII que demuestra que como político es realmente malo. Si hubiera sido un político astuto, creo que nunca se habría divorciado de Catalina de Aragón, porque hubiese tenido de todos modos a Ana Bolena para lo que él la quería. Pero al final hizo caso a su corazón (o a cualquier otro órgano) en vez de al sentido común y los intereses políticos", dice el actor irlandés sobre el personaje que interpreta.
Rhys Meyers también reconoce que en la tercera temporada se verá a un Enrique VIII "mucho más íntimo, sobre todo tras la muerte de Jane Seymour, que le deprime muchísimo y le vuelve introvertido. Es más, incluso se siente culpable el resto de su vida, aunque tampoco le rogará perdón a dios, entre otras cosas porque Enrique no es un hombre religioso. Él centra toda su energía en creer en sí mismo".
Un Enrique VIII del siglo XXI
Aunque alcanzó la fama internacional por su papel en la película de Woody Allen Match Point, Jonathan Rhys Meyers se ha consolidado como el Enrique VIII del siglo XXI, un papel por el que ha recibido dos nominaciones a los Globos de Oro. Sin embargo, algunos detractores de la serie han criticado que un actor como él, de cuerpo atlético y rostro angelical, interprete a Enrique VIII, con el que guarda muy poco parecido físico (de acuerdo a los retratos que realizó del monarca el pintor Hans Holbein el Joven).
"Da igual lo que digan, yo nunca me he planteado engordar para parecerme a Enrique VIII. En la primera temporada aparento mucho más joven y, al final de la tercera, cuando Enrique se encierra, teníamos dos opciones: o engordar (que realmente tenía que haber engordado muchos kilos para que se notara) o salir demacrado, que es lo que al final hicimos. Mi trabajo es interpretar y nunca me he planteado hacer una imitación de Enrique como ya la hicieron Charles Laughton, Richard Burton o Robert Shaw. Ellos ya hicieron un trabajo brillante y yo no voy a repetirlo simplemente porque los historiadores piensen que Enrique debe tener ese aspecto", afirma el protagonista de Los Tudor.
"Incluso Brad Pitt tiene alguna foto en la que sale mal"
De hecho Rhys Meyers bromea con las críticas y asegura que el problema en realidad es de Holbein, que no encontró la mejor pose de Enrique VIII.
"Si Enrique VIII estuviera hoy en día aquí, odiaría la manera en la que Holbein le retrató en su cuadro. La verdad que ese cuadro me parece una obra de arte pero la imagen del rey es muy poco agraciada. Lo comparo con alguna foto que he visto de Brad Pitt en las que sale feo y gordo porque algún paparazzi le ha pillado en una mala postura, ¿te imaginas que una imagen de ese tipo fuera la única que se conservara de Brad Pitt para las generaciones futuras? ¡Estaría realmente disgustado! Diría "qué demonios, soy un hombre muy guapo, ¿por qué usáis esa foto?". Así que creo que necesitamos olvidar un poco las imágenes que hay de Enrique y fijarnos más en los aspectos importantes que le convirtieron en un personaje de leyenda.
Nuevos enemigos y más palacios
Si algo ha demostrado este Enrique VIII de Los Tudor es que le encanta tener palacios. Y cuanto más grandes, mejor. En esta ocasión el rey ordenará la construcción del Palacio de Nonsuch, el más importante de su reinado. "Lo mandó construir para olvidarse del dolor que sentía por la muerte de Jane. Es como cuando te deja tu pareja y te vas de compras, lo haces por pura terapia", bromea Rhys Meyers.
Al igual que en anteriores temporadas, Enrique VIII también tendrá enemigos que amenazan su continuidad en el poder. En este caso tendrá que enfrentarse a la Peregrinación de Gracia liderada por Robert Aske, un movimiento que protesta contra la política económica y social del rey y contra el que se tomarán medidas más que drásticas.
"En ese capítulo de su historia sí que fue hábil. Él sabía que no podía dejar vivos a los rebeldes porque iban contra sus intereses. Si un grupo de hombres ya ha liderado una rebelión contra tu reinado, ¿quién te dice que no volverán a hacerlo más adelante? Enrique ya se había mostrado débil en muchas ocasiones y sabía que debía imponer un castigo terrible a los rebeldes que le habían cuestionado, para que así la gente lo recordara y nadie se atreviera, por muchos años, si quiera contemplar la posibilidad de ir contra el rey. Y para llevarlo a cabo, utiliza a Brandon... lo que es muy hábil por su parte, aunque también cruel", explica Rhys Meyers.