Josse de Pauw y el miedo a las termitas
- El Festival Estándar Ideal, en París, nos enseña lo auténtico de lo autóctono
- Toda la actualidad del teatro y la danza, la noche del jueves 11 de agosto
Arantxa Vela dirige la revista especializada en danza y teatro de La 2 de TVE que lleva por título Mi reino por un caballo, citando al gran maestro William Shakespeare.
Mi reino por un caballo es un programa sobre actualidad de las artes escénicas que se emite en La 2 de TVE la noche del jueves al viernes a las 00.45, y también el lunes, a las 19.30, en La 2
Tengo la sensación de que Josse de Pauw es un animal en vías de extinción y él lo intuye. Por eso ha realizado este trabajo. De Pauw es un hombre simpático, muy simpático da la sensación, y no parece que sus objetivos en la vida, lo que él considera importante y placentero, coincida con lo que nos venden como bueno y deseable aquellos que tienen interés en diseñar nuestra conducta para obtener beneficios económicos.
“estamos educados para ser certeros y tener certezas, para ser eficaces y productivos“
No pude meter en el reportaje todas las declaraciones interesantes por un límite de tiempo. Recuerdo una en la que contaba algo sobrecogedor. El trabajo que presentaba, en el festival parisino en el que le conocí, toma como punto de partida un texto de Maurice Maeterlink sobre la vida de las termitas, así que De Pauw sabe ahora mucho sobre este insecto. A él le espeluznaba – me decía- que estos bichitos no dedicaran su tiempo a otra cosa que no sea cumplir escrupulosamente con la función social a la que estaban destinados. Ahora mismo no recuerdo exactamente qué tenían que tapar, pero había unas termitas que lo único que hacían en la vida era ponerse en medio de un agujero para servir de tapón y quitarse cuando hacía falta que el paso se volviera a abrir. Eran puertas. Los ovarios de la termita reina, por ejemplo, son espantosamente grandes porque su reinado se limita a ser una fábrica de termititas. Tiene un cuerpo enorme, deforme y grotesco.
“a él lo que le divierte del proceso creativo es precisamente lo que tiene que ver con la búsqueda, las preguntas, con las incertidumbres, con desdibujarse, con no saber“
De Pauw encontraba una peligrosa similitud entre este comportamiento y el pragmatismo de la sociedad moderna que nos educa para que ninguna de nuestras particularidades interfiera en la producción y el consumo. Me explicaba que estamos educados para ser certeros y tener certezas, para ser eficaces y productivos mientras que a él lo que le divierte del proceso creativo es precisamente lo que tiene que ver con la búsqueda, las preguntas, con las incertidumbres, con desdibujarse, con no saber.
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Educados como termitas
Ironías del destino: mientras escribo esto están echando en la tele La invasión de los ultracuerpos. ¿Acaso no es el mismo miedo, ser vaciados de emociones, dudas, temores, euforias, generosidad para convertirnos en piezas de un engranaje? Cuando te lo plasman así, lo ves claro y sientes que la amenaza es ciencia ficción. ¡Qué lejos estamos de ser zombies que deambulan por las calles! ¿Qué lejos?
“¡Qué lejos estamos de ser zombies que deambulan por las calles! ¿Qué lejos?“
Si recordamos cómo hemos sido educados, nos damos cuenta de que continuamente se nos dice que tenemos que saber lo que queremos, que no podemos desear dos cosas contrarias a la vez, que no podemos sentir dos cosas contrarias a la vez, que las dudas y las disculpas te hacen parecer débil, que la pareja que escoges con veinte años, si no te dura toda la vida, es una relación fracasada… sé uno, sé grande y agrúpate, por Dios, en equipos de fútbol, en creencias religiosas, por aficiones, por gremios, por color de pelo pero hazte termita para que sepamos con más facilidad qué te podemos vender. Porque si os agrupáis, sale más barato porque se producen menos variedad de cosas pero más cosas de lo mismo y, así, los centros de producción ahorran dinero, o sea, aumentan beneficios de los ricos, y tú, pobre infeliz pobre, te sientes menos solo porque hay más como tú.
“y tú, pobre infeliz pobre, te sientes menos solo porque hay más como tú“
Aunque a mí lo que más me escandaliza de la enorme estafa que supone la educación que hemos recibido es que la idea que se nos transmitía acerca de lo que era un ser humano, cómo funciona nuestra cabeza o nuestras emociones, era como si Freud, Chomsky, Barthes, Shakespeare, Cervantes, por ejemplo, no hubieran existido, como si lo que ellos dijeron, aquello por lo que se les considera grandes, no tuviera que forman parte de la cultura que a mí me tenía que llegar. Se me educó como a una termita, para que escondiera mis dudas, negara mis miedos, me los negara a mí, sobre todo a mí. Lo que más me escandaliza de la educación que recibí es que se me educó para no entenderme y se pretendía con ello condenarme a la infelicidad y a la insatisfacción para venderme, seguro, algún sustitutivo. Así nos va. ¡Qué lejos! ¿Verdad? ¡Qué lejos!
“nos gusta pertenecer a un grupo para sentirnos superiores a todos los que no forman parte de él“
Posdata: David Mamet dice que nos gusta pertenecer a un grupo para sentirnos superiores a todos los que no forman parte de él, porque para eso somos de ese grupo, por ser y para ser superiores al resto. Es un mandato de nuestra especie, nos recuerda Mamet. Pues ojito con eso que por ahí nos pillan los fabricantes de termitas.