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Mi reino por un caballo

Simpatía por Pinter

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Mi reino por un caballo - 26/09/11

Arantxa Vela dirige la revista especializada en danza y teatro de La 2 de TVE que lleva por título Arantxa Vela dirige la revista especializada en danza y teatro de La 2 de TVE que lleva por título Mi reino por un caballo, citando al gran maestro William Shakespeare.

Mi reino por un caballo

No es difícil sentir simpatía por Harold Pinter.  Yo me conmuevo cada vez que visiono fragmentos del discurso que dio por video conferencia cuando recogió el premio Nobel, y los tengo que ver siempre que le dedicamos un monográfico.  

Me emociona profundamente su control. Como un buen actor, Pinter deja vislumbrar su ira y su enfado pero no permite que le nublen la razón ni que ensucien su discurso. Y eso es un acto de voluntad, de fuerza de  voluntad.

Pinter era consciente de la importancia de sus palabras

Pinter era consciente de la importancia de sus palabras y de la gran oportunidad que el premio le brindaba de ser escuchado por todo el mundo y parece que se había tomado muy en serio su actuación de ese día. Estaba enfermo, muy enfermo. Podría haberse dejado tentar por un descanso bien merecido y haber hecho un discurso ligero de agradecimiento, pero sintió que tenía que hablar para dar que pensar. Es como ver a un David mayor y enfermo tocándole las pelotas a Goliat porque lo considera su deber.

Siento simpatía por Pinter porque no es frecuente que alguien muerda con saña la mano de los poderosos según se le entrega un premio de prestigio mundial y, ya que nos pasamos el día comprendiendo, perdonando y haciendo negocio con la debilidad humana (como si ser débiles fuera, además, nuestra única opción) tampoco está de más recuperar la admiración por alguien inteligente, elegante, lúcido, valiente y fuerte. 

no es frecuente que alguien muerda con saña la mano de los poderosos

Si tenemos en cuenta que estaba a punto de morir, impresiona aún más que se exigiera a sí mismo esa altura ética. Podría, insisto, haberse escondido aquel día detrás de la vanidad, haberse creído un genio y disfrutar en paz de ése, su gran día. 

La pregunta es si habría podido. Seguro que no. La bondad es una cualidad de la inteligencia y está claro que él no podía disfrutar en paz en medio de tanta guerra.

Volver a Pinter

Por eso no está mal volver a Pinter de vez en cuando. No sólo porque su teatro sea magistral, sino porque en este mundo en el que los Goliats han conseguido hacernos sentir insignificantes y desesperados, está bien recuperar la idea de que podemos hacer algo más que resignarnos a un destino que deciden por nosotros los que sacan tanto beneficio de nuestro ocio y de nuestro negocio.

Y está bien volver a Pinter para aprender una lección. En este mundo traidor en el que parece imposible evitar la invasión de personas que defienden paparruchas como si les fuera la vida en ello, no está del todo mal ver a alguien a quien la pasión no le impide hablar con corrección y que utiliza el ingenio y el talento para afilar su cuchillo y exponer lo que piensa. 

Igual en este pequeño artículo tendría que haber hablado del teatro de Pinter,  pero para eso está el programa.  Hemos elaborado un monográfico en el que el director Lluís Pasqual y el actor Will Keen,  entre otros, nos explican cómo entienden su escritura.

Y es que últimamente se están poniendo muchos Pinters en escena

Y es que últimamente se están poniendo muchos Pinters en escena. Dentro de poco Histrión teatro estrenará Traición en Granada, y la sala Lagrada de Madrid va a dedicarle un ciclo que durará hasta diciembre.

¡Ah! Animalario está preparando otro Pinter para el próximo año. Está claro que no soy la única que siente simpatía por Pinter.