Irene Medina, una vida marcada por el dolor
- Irene comenzaba una nueva vida en Madrid, pero ocultaba una terrible historia
- Despertarán los fantasmas del pasado y volverán para atormentarla
Irene Medina es una mujer fuerte, valiente, que ha sabido hacer frente a las adversidades de la vida. Llegó a la Plaza de los Frutos a finales de 1953, cuando nombran a su marido Ubaldo Ramos agregado comercial de la Embajada de Guatemala en Madrid.
Eran tiempos felices para la protagonista de la sexta temporada de Amar en tiempos revueltos, pon fin llevaba una vida tranquila y acomodada. Pero la estabilidad de Irene duraría muy poco: con el cambio de gobierno en Guatemala, Ubaldo fue destituido de su puesto en la embajada; pero el mayor tormento fue encontrarse en el barrio con los hombres que más le hicieron sufrir en la vida.
Ellos despertaron los fantasmas del pasado de la mujer y revivió los episodios más dolorosos de su vida, incluso recuerdos que había conseguido olvidar.
Un pasado de infamia y sufrimiento
La tragedia de Irene comenzó en la Sierra de Guadarrama, en plena Guerra Civil. Huía con su madre a la zona nacional cuando se toparon con un escuadrón de la falange, al mando del cual estaba Andrés Hernández Salvatierra. Los militares las confundieron con anarquistas y uno de ellos, Matías Salazar, violó y mató a la madre de Irene. A ella no le dañaron físicamente, pero el dolor que vivió aquel día la dejaría marcada de por vida.
Pero esto solo sería el principio de años de fatalidad: Irene fue violada por Juan Carreño cuando solo era una niña, los nazis la capturaron en Rusia durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial y la recluyeron en el campo de concentración de Auschwitz.
Durante años fue sometida a todo tipo de torturas y vejaciones por médicos hitlerianos, como Joham Lemper (Jochim Levi). El depravado doctor esterilizó a Irene, causándole uno de los mayores complejos: no poder ser madre.
El comienzo de una nueva vida
Irene pudo escapar del campo de concentración y se refugió en París. Allí tuvo que prostituirse para poder sobrevivir y salir adelante. Fue en el burdel donde conoció a Ubaldo Ramos, un diplomático guatemalteco que le rescató de la infamia que había sufrido.
A pesar del amor, respeto y cariño, su matrimonio con Ubaldo era de conveniencia: ella por fin podría comenzar una nueva vida y él podría esconder su homosexualidad.
Su tía Úrsula también le ayudó a dejar atrás los malos recuerdos y superar el drama vivido. Es la única familia que le quedaba a Irene y gracias a Ubaldo volvieron a reencontrase.
Cuando comenzaba a ver la luz, Irene sufre otro duro golpe: la muerte de Ubaldo. Tras una larga enfermedad, el guatemalteco murió en los brazos de su mujer. En su lecho de muerte, Ubaldo hizo prometer a Irene que sería feliz y volvería a encontrar el amor en otro hombre.
Y así pasó. Steven, un periodista americano, apareció en la vida de Irene. Llegó a España para descubrir la identidad de los nazis refugiados en el país y encontró el amor. Steven es el hombre que más ha querido a Irene después de su marido y le ayudó a salir adelante tras la pérdida de este.
Él le hizo ver lo fuerte que había sido en la vida, fue una luchadora, una superviviente y resugirá siempre, como el ave fénix.
Decidieron irse a París para empezar una vida juntos, partiendo de cero y dispuestos a ser felices.