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Sinopsis de "Tarancón, el quinto mandamiento"

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"Tarancón" nos cuenta la vida del cardenal que fue clave en la transición española

20 de diciembre de 1973. El Presidente del Gobierno y hombre de confianza de Franco, Carrero Blanco, es asesinado y hay quien señala como inductor del crimen a Vicente Enrique y Tarancón, cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal. Tarancón se ve obligado a abandonar Madrid mientras las paredes de  la capital se llenan de una consigna: Tarancón al paredón.

Ese día Madrid se parecía más que nunca a la ciudad caótica de la que tuvo que huir el religioso 37 años antes, en los días previos al estallido de la Guerra Civil. Por aquel entonces, el joven Vicente era un cura dedicado a la Acción Católica que despuntaba por  su inteligencia, formación y capacidad de trabajo.

Tras su huída de Madrid, el sacerdote recala en la localidad gallega de Tui. Allí se refugia durante la guerra y comprueba que los métodos de uno y otro bando son muy similares, pero para él no hay nada que justifique la muerte de otro ser humano. Durante este periodo es cuando aprende que la Iglesia debe tener otra misión diferente a la del Estado, y a ello dedicará su vida entera.

Una vida dedicada a los demás

Vicente dedica sus primeros esfuerzos a ayudar y servir a los demás, tengan la ideología que tengan, sin distinciones, apostando por una iglesia cercana a los más necesitados y que marque distancias con la ostentación y el poder.

Desde estas ideas simples y contundentes, Vicente comienza su labor como obispo en Solsona, adonde  es destinado en 1945. Su trabajo hasta entonces le había llevado a comprobar la opresión que sufrían los vencidos, los escándalos de un poder absoluto que despreciaba el hambre y la necesidad de un pueblo cuya guerra fratricida había dejado en la más absoluta pobreza.

Lucha por la reconciliación

Después de intentar alertar a las autoridades del mercadeo con las cartillas de racionamiento  cuyo negocio hace ricos a unos pocos, se da cuenta de que aquel día su  lucha no ha hecho más que comenzar y que, a pesar de la obediencia que  debe a sus superiores, su conciencia estará siempre por encima y que la única forma de cambiar las cosas, de luchar por la reconciliación,  entonces imposible, será lo que motive su vida y su carrera.

Su labor se marca por sembrar el entendimiento, el perdón, la confraternización. Tarancón verá en el Concilio Vaticano II la renovación de la  Iglesia después de siglos de convivir con el poder y participará en él de manera activa.

Enfrentamiento con el gobierno

Tras el asesinato de Carrero Blanco y con un Franco envejecido y mermado, Tarancón empieza a ver el final del túnel. Apesadumbrado por los continuos asesinatos de policías y empresarios de un lado y por la continua represión y fusilamientos por el otro, lucha por encontrar una fisura en el Estado que permita el diálogo, sin conseguirlo.

Incluso llega al peor enfrentamiento cuando el Gobierno pretende expulsar del país a Monseñor Añoveros, obispo de Bilbao, por una pastoral en la que pide el reconocimiento de la realidad vasca y la normalización del euskera. Tarancón llegará a tener la excomunión del gobierno entero en su mismo bolsillo durante diez días. Será el gobierno el que dé un paso atrás.

Hombre clave en la transición

Tras la muerte de Franco, Tarancón  ve que ha llegado el momento de iniciar la transición democrática y presta todo su apoyo a la ley de la reforma política, con la duda de si las cortes franquistas será capaces de votarla y favorecer así su propia desaparición. Tarancón se entrevista con los líderesde la oposición y asegura la opción de lglesia, por fin separada del Estado, sin que se confundan sus labores, en un estado aconfesional.

Tarancón asistirá al milagro del que ha sido parte. Las cortes se disuelven, se aprueba la reforma,  se legalizan los partidos y se convocan elecciones generales.