Crónicas. "La tribu de Follies"
- Crónicas ha estado en los ensayos y el montaje de Follies en el Teatro Español
- Nos revela, desde el origen, los secretos de uno de los montajes del año
- 40 bailarines y actores y 20 músicos participan en la puesta en escena
Follies es el espectáculo con el que Mario Gas se despide del Español
FICHA TÉCNICA
Guión: Fátima Hernández
Realización: Carlos Gómez
Imagen: Alfonso García y Eduardo Casanova
Sonido: Gemma García, Carlos Noguera y Alberto Marco
Montaje: Carlos Gutiérrez
Producción: Ana Pastor y Lourdes Calvo
Adentrarse entre los pasillos y salas del Teatro Español es de lo más curioso. Atraviesas un desafiante “PRIVADO” y produce cierta sensación de triunfo: te estás colando por donde cada día pasan las actrices, los actores, los bailarines… Y les ves ahí, tan naturales, tan cercanos, que casi cuesta creerlo.
Eso es lo que podrán ver en este Crónicas, algo que los ojos del gran público nunca ve: todo lo que pasa en el interior de este gran teatro de cerca. Es el musical Follies, que se ha convertido en el último espectáculo con el que Mario Gas, director del Teatro Español, dirá adiós en julio.
Asunción Balaguer a golpe de claqué
Entramos en una de las salas. El cuadro de bailarines practica claqué con su profesor, Lluis Méndez. Suena bien e hipnotiza.
Luego llega Asunción Balaguer, puntual y disciplinada. Sorprende verla a sus 86 años con esa ilusión y esa marcha. Se mueve con una gracia y una soltura que desarma.
Massiel: "Aún sigo aquí"
Por los pasillos de los camerinos calientan las voces. Hemos asistido cada día a los ensayos y hemos visto como han ido creciendo los personajes, cómo se ha ido construyendo este musical que llena la sala principal del teatro. Horas y horas de trabajo, repetir una y otra vez, probar esto o aquello.
Uno de los papeles lo representa Massiel que ha regresado a las tablas con una canción larga, “Aún sigo aquí”, un himno a la resistencia que le va mucho, dicen todos, y que ella defiende con energía.
El primer musical de Carlos Hipólito
Al segundo día ya casi somos de la familia, ya apenas ven las cámaras de TVE, lo que nos coloca en una posición privilegiada para mirar todo. Carlos Hipólito está haciendo su primer musical.
Se cuida la garganta para evitar unas anginas con remedios naturales. No pueden permitirse fallar ni un solo día. Durante estas semanas atrás se ha preparado la voz para cantar y resistir las actuaciones diarias. Pero no solo cantan, también hablan y bailan.
Antoñita, toda una vida en el cine y el teatro
Dentro del Teatro Español te encuentras personajes tan entrañables como Antoñita Galiana. “Ponme Antoñita Viuda de Ruiz, que todos me conocen así en la profesión”.
Lleva toda la vida haciendo pelucas con pelo natural para los espectáculos. Por sus manos han pasado cientos de actores y actrices, del cine y del teatro, a los que ha peinado. Todavía enhebra las pelucas pelo por pelo con una paciencia asombrosa. El último premio que le han dado es la Medalla de Oro al Trabajo.
En el vestuario de transformación están los espejos y los trajes. Ahí se peinan y maquillan todos. Unos entran y otros salen. Pero hay momentos en los que los bailarines se cambian a una velocidad de vértigo para representar la canción de Love Land.
Trabajando bajo la atenta mirada de Mario Gas
También podrán ver cómo va levantándose el decorado, cómo se prepara la iluminación y la maquinaria, y los telones y el atrezzo. Todo bajo la mirada atenta de Mario Gas. Un proyecto que rondaba la cabeza de los hermanos Gas desde hacía mucho tiempo. La de Mario y la de su hermano Manuel, que trabajó junto a él como director musical y que falleció hace algo más de dos años. En las numerosas entrevistas que hicimos para elaborar este reportaje la mayoría lo nombra y se emociona. Parte de este esfuerzo y entrega brutal de todos al espectáculo va también por él, nos cuenta el figurinista Antonio Belart, como si quisieran vencer lo invencible, el paso del tiempo y las huellas que deja en el alma, en el fondo el mismo argumento de Follies.