El Pantocrator de Sant Climent de Taüll
- Actualmente el Pantocrator original en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC)
Entrevistamos a Ramon Mollet, pintor del Pantocrator de Sant Climent de Taüll, en 1959
"La mitad invisible" es un programa presentado Juan Carlos Ortega y dirigido por Blanca Flaquer que pretende descubrir la parte más desconocida de las obras de arte.
Como muchos sabréis existen dos Pantocrátors: uno, el que ha permanecido en el ábside de la iglesia románica de Sant Climent de Taüll desde el siglo XII hasta principios del siglo XX, ahora en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC); y otro, la copia de 1959, que es la que está hoy, y desde hace cincuenta años, en la iglesia del pueblo pirenaico.
Bien. Dos Pantocrátor y dos artistas:
- El Maestro de Sant Climent de Taüll, el primero,
- Ramon Millet, el segundo, a quien entrevistamos en el programa.
Sin embargo, como comprobamos el día del rodaje, muchos turistas que se acercan a ver el Pantocrátor no saben que lo que están viendo es una copia, mejor dicho, una reproducción (Ramon se enfada cuando oye “copia” ya que dice que conlleva “falsedad”. Él, explica, también es original y verdadero).
Realmente creo que Ramon fue la verdadera mitad invisible de este programa. Me sorprende que al teclear “ramon millet” en el google no encontremos absolutamente nada relacionado con su trabajo en Taüll.
“Me sorprende que al teclear “ramon millet” en el google no encontremos absolutamente nada relacionado con su trabajo en Taüll“
Hay información (escasa) de su participación en la construcción de la Sagrada Familia de Barcelona y su relación con la montaña de Montserrat, dos símbolos de Cataluña, pero del Pantocrátor, nada. ¿Por qué? Me resulta extraño.
Él mismo, nos confesó que éramos los primeros en preguntarle sobre su trabajo en Taüll. Me quedé realmente sorprendida. Así pues, invisible por trabajar desde el anonimato, invisible porque apenas nadie conoce su trabajo y menos su nombre e invisible por el poco reconocimiento recibido.
Ramon es de un pequeño pueblo de la provincia de Barcelona pero el día de la entrevista lo “hicimos” subir a Taüll. Me dio la sensación de que estaba contento, feliz, orgulloso de ver de nuevo su pintura. Coincidimos con turistas que al ver “la tele” nos preguntaban qué estábamos haciendo. Les explicamos que tenían la suerte de coincidir con el pintor del Pantocrátor que estaban contemplando con ojos abiertos y curiosos. Me quedo con el momento en el que Ramon conversó con algunos que admiraban su trabajo in situ, demasiado tiempo en la sombra. Sus minutos de gloria.
Un privilegio poder contar con Ramon, un gran conversador, un hombre cercano, lleno de anécdotas y de experiencia, 80 años muy intensos, “cuarenta en cada pierna”, dice, un hombre, en fin, rodeado de arte.