Lloyd Newson se toma libertades
- Los británicos DV8 trajeron su "polémico" montaje sobre la libertad de expresión
- La fragilidad de la memoria de los personajes en la pluma de Harold Pinter
- Un texto de Thomas Bernhard critica la decadencia de los círculos intelectuales
- Mi reino por un caballo se emite el lunes, 18 de junio, a las 20.00 horas, en La 2
El teatro, en La 2
Arantxa Vela dirige la revista especializada en danza y teatro de La 2 de TVE.
Mi reino por un caballo es un programa sobre actualidad de las artes escénicas que se emite en La 2 de TVE los lunes, a las 20.00 horas, y también la noche del domingo al lunes a las 00.00 horas.
Me dijo el dramaturgo belga Tom Lanoye que ser europeo significa pensar que todos somos iguales y sentirse superior por pensarlo. Imagino que ése es nuestro pecado, saber que hemos hecho ciertos deberes que otras naciones o continentes aún tienen por hacer.
“ser europeo significa pensar que todos somos iguales y sentirse superior por pensarlo“
Claro que habría mucho que matizar acerca de si todos y cada uno de los europeos creen y/o defenderían esta "igualdad" o si se pasa del dicho al hecho de forma real y efectiva. Seguramente llegaríamos a la conclusión de que se trata más de una idea o de un ideal de algunos y no de todos. Pero siempre se empieza por una idea.
“Occidente, el primer mundo, es el lugar en el que muchos quieren vivir no sólo por la riqueza económica, que igual ya no va a ser tanta, sino por las libertades“
El caso es que de forma más o menos imperfecta, el mundo libre, Occidente, el primer mundo, es el lugar en el que muchos quieren vivir no sólo por la riqueza económica, que igual ya no va a ser tanta, sino por las libertades que, aunque a medio conseguir, ese medio, para aquellos que tienen que sufrir terribles desigualdades a causa de su orientación sexual, religión, sexo, clase social, raza, es la diferencia entre vivir o no poder hacerlo.
A pesar de ello, parece que, en Occidente, los que hemos nacido aquí, los que nos hemos encontrado montado ya este sistema por antepasados que se han jugado la vida por conseguirlo, no nos sentimos orgullosos de tener esta civilización que unos envidian y otros denuestan.
El caso es que cierto sentimiento de culpa generado por nuestra capacidad autocrítica nos ha provocado un temor desmedido a ofender y eso ha hecho que sea mucho más fácil ofenderse para los que lo están deseando. Porque hay gente que rentabiliza las ofensas. Me explico.
Supongo que no soy la única que se ha dado cuenta de que muchos de los que se quejan o se burlan de la falta de igualdad "real" y libertad "real" de Occidente defienden sistemas de creencias que no contemplan que sus individuos tengan ningún tipo de libertades, ni reales, ni ficticias ni de pensamiento ni de expresión.
Se benefician de vivir aquí porque pueden expresar sus ideas, pero no quieren que los otros, los demás, nosotros, discrepemos públicamente con su forma de pensar. Quieren ser ellos y sólo ellos lo que aprovechen las libertades conquistadas por los nuestros y pretenden callarnos argumentando que les faltamos al respeto.
Eso me recuerda a una historia que Michael Moore contaba en Fahrenheit 9/11. Una historia con la que pretendía explicar el miedo exagerado de los estadounidenses a todo lo extraño. Era algo así.
A un grupo religioso muy radical (imagino que cristianos de algún tipo) los echaron de Inglaterra no porque fueran perseguidos por sus creencias, sino porque no querían que persiguieran a los que no pensaban como ellos. De ahí fueron a Holanda, de donde también les echaron por el mismo motivo y acabaron en Estados Unidos.
Una defensa de la libertad de expresión a través de la danza
El trabajo que los DV8 han presentado en le festival de Otoño en primavera es esencialmente una defensa de la libertad de expresión. No es tan espectacular como The cost of living (El coste de la vida) e incluso comparado con To Be straight With You (Para ser justo contigo) podríamos decir que su puesta en escena es más sencilla. Los bailarines/actores de Newson hablan y se mueven.
“A Lloyd Newson no le interesa la danza como tal, como sucesión de movimientos en el espacio y en el tiempo. Newson quiere hablar y quiere hacerlo de cosas que le preocupan“
Para los que no conozcan al director australiano afincado en Londres, habría que explicarles que a Lloyd Newson no le interesa la danza como tal, como sucesión de movimientos en el espacio y en el tiempo. Newson quiere hablar y quiere hacerlo de cosas que le preocupan.
Los movimientos que busca durante los ensayos no son una ilustración de lo que se dice sino más bien un contrapunto –así lo llama él. Y quizá eso es lo más interesante de su trabajo. Ese algo inefable que se crea al juntar la palabra con unos gestos que generan un texto que se avanza paralelo a la palabra.
Hay que agradecer que haya gente como él que se tome la libertad que nuestros antepasados conquistaron y hable de tantas maneras, vamos, que no se calle ni estando en silencio.
En este programa...
Emma Suárez, José Luis García Pérez y Ariadna Gil protagonizan Viejos Tiempos de Haold Pinter en el madrileño Teatro Español.
“Pinter pone en escena un trío y juega con los puntos de vista y la fragilidad de la memoria de los personajes “
Una vez más, Pinter pone en escena un trío y juega con los puntos de vista y la fragilidad de la memoria de los personajes para darnos a entender que lo que consideramos como cierto puede ser un recuerdo falseado y que nunca tendremos una idea certera de lo que ocurrió en nuestra vida.
Seguimos ofreciendo reportajes sobre la programación del pasado Festival de Otoño en Primavera de Madrid.
“su "polémico" montaje Can We Talk About This? ¿Podemos hablar de esto?, centrado sobre la defensa de la libertad de expresión en Occidente“
El grupo británico DV8 trajo su "polémico" montaje Can We Talk About This? ¿Podemos hablar de esto? Centrado sobre la defensa de la libertad de expresión en Occidente, Lloyd Newson, su director, recogió testimonios alrededor de este tema para elaborar un texto que sus bailarines van diciendo mientras bailan.
DV8 realiza un tipo de teatro que se ha dado en llamar físico en el que lenguaje corporal y verbal se sirven de contrapunto.
Juan Navarro y Gonzalo Cunill presentaron en el festival madrileño un texto de Thomas Bernhard, Tala. Se trata de un monólogo extraído de una novela del escritor austriaco en el que critica ferozmente la superficialidad y la decadencia de los círculos intelectuales y artísticos de su época.