La pasta: un plato apetecible con múltiples opciones y beneficios
- Descubre los trucos de pasta de nuestro cocinero Sergio Fernández
- Resolvemos algunas de las dudas que surgen en torno a este apetitoso alimento
- No puedes perderte las recetas de pasta más ligeras para este verano
La pasta es un alimento rico desde el punto de vista nutricional. Aporta hidratos de carbono de absorción lenta, proteínas y pocas grasas. Además, las variedades integrales nos aportan vitaminas, minerales y fibra. Se escoja pasta integral o refinada, es un alimento muy versátil y su preparación es muy sencilla. Por otro lado, es de fácil digestión y asimilación.
Los trucos del cocinero de La 1
A lo largo de la temporada nuestro cocinero Sergio Fernández nos ha enseñado variadas y sabrosas recetas de pasta en Saber Cocinar en La Mañana de la 1 o en Cocina con Sergio. Además, nos ha dado las claves para hacer la pasta perfecta:
Hervir la pasta: Parte siempre de agua hirviendo con sal y un poco de grasa (aceite de oliva). La pasta fresca podrá ser retirada cuando flote y la seca tardará de 6 a 8 minutos.
Espaguetis que no se pegan: Lávalos con agua fría y unas gotas de aceite de oliva. De esta forma también evitaremos que se pasen.
Conservar la pasta cocida: Guárdala en un recipiente de plástico o metal de cierre hermético engrasado para evitar que se reseque. Es recomendable consumirla antes de los tres primeros días.
RTVE ha hablado con dos expertos en la materia para que nos resuelvan algunas de las dudas más frecuentes sobre este alimento, la nutricionista de Medicadiet Vanessa Buitrago y el farmacéutico Juan M. Ramos de la Clínica de Nutrición Madrid.
La pasta ¿engorda?
La nutricionista Vanessa Buitrago afirma que depende de cómo la acompañemos, que suele ser con salsas bastante calóricas y embutidos. La pasta por sí sola tiene muy poco contenido en grasa, y de hecho un gramo de hidratos de carbono genera la misma energía que un gramo de proteínas (4 Kcal), afirma el farmacéutico Juan M. Ramos.
¿Puedo comerla por la noche?
Ramos advierte de que el consumo excesivo de hidratos de carbono “puede desequilibrar nuestra dieta saludable”, pero lo mismo sucede si consumimos grasas o proteínas en exceso. El farmacéutico recomienda el consumo de los hidratos de carbono durante la mañana o el principio de la tarde, momentos en los que aún se podrán consumir las calorías que aportan, ya que si se hace por la noche, éstas podrían colaborar en la producción de grasa corporal.
¿Puedo comerla 4 veces a la semana?
El farmacéutico afirma que lo recomendable es que el 50% de las calorías diarias procedan de los hidratos de carbono. Sin embargo advierte de que “hay que considerar otros factores que afecten al estado de la persona, como su situación clínica, nivel de actividad diaria o el ejercicio físico realizado”. La nutricionista Buitrago considera que los platos de pasta deberían estar en nuestro menú de dos a tres veces a la semana, “dando preferencia a los integrales”.
Plato “comodín” para los más pequeños
La pasta es un plato que suele gustar a los niños de la casa, sobre todo con salsas de tomate frito. Por eso en ocasiones se suele abusar y la alimentación se hace monótona e incluso insalubre: “hay que enseñar a los niños a comer de todo, si se abusa más de un determinado alimento implica desplazar otros cuyo valor nutricional también es fundamental”, dice Vanessa Buitrago. hay muchas formas de consumir la pasta, acompañándola de verduras, pescados o frutos secos.
¿Pasta integral o refinada?
La pasta integral se obtiene a partir de harinas de alto grado de extracción, haciendo que la pasta refinada contenga aproximadamente la mitad de fibra que la integral. Además, la refinada “tiene menos vitaminas y minerales por su proceso extractivo, sin embargo, en ella se elimina el ácido fítico, que facilita la mejor absorción de minerales como el calcio, hierro y zinc”, comenta el farmacéutico.
La pasta fresca
En ocasiones los platos de pasta se elaboran con pasta fresca en vez de deshidratada, más común en la mayoría de los hogares. Sin embargo, la primera ha de conservarse refrigerada (4ºC) y su caducidad es bastante corta (unos días), a diferencia de la deshidratada que puede guardarse durante varios meses. Con respecto a los nutrientes, “el contenido graso en la pasta fresca es mayor, mientras que la presencia de azúcares sencillos es prácticamente cero”, afirma Ramos.