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El Estudio fotográfico de Sole, el lugar más añorado por los fans

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El Estudio fotográfico de Sole, el lugar más añorado por los fans
Sole y Juan, frente a la fachada del estudio de fotografía.

El estudio de fotografía de Sole ha sido elegido por los fans el negocio más recordado de todos los que se abrieron en el número 9 de la Plaza de los Frutos. El estudio estuvo durante tres temporadas en Amar en tiempos revueltos y guarda infinidad de momentos en las imágenes que cuelgan de sus paredes.

En 1945, Fermín y Sole se instalaron en el barrio e inauguraron un nuevo establecimiento: una modesta tienda de fotografías en el mismo local que estaba el colmado de Paloma (el cuarto escenario más votado en la encuesta). A través de las imágenes y personas que retratan, el estudio reflejaba las costumbres y modas de la época.

La habitación que Sole y Fermín utilizaban para fotografiar era también parte de su hogar, donde cocinaban y comían. Han sido muchas las escenas vividas en el estudio, como el sufrimiento de Sole tras la muerte de su hermano, su breve idilio con el padre Ángel o las largas conversaciones entre Sole y Manolita.

En 1951 la Gálvez, casada con Juanito El Grande, decide cerrar el negocio. Juan padecía una enfermedad renal poco frecuente y los mejores especialistas estaban en Alemania. Sole decidió venderlo todo para poder afrontar los gastos hospitalarios.

Todo el barrio está muy triste por la marcha de Juan y Sole. Sobre todo los del Asturiano, que están pendientes de que salgan de su casa para dar el último abrazo a sus vecinos. Después de una emocionante despedida, Manolita obliga a su marido y suegro a que contengan las lágrimas, pese a que ella es incapaz. Mientras, Juan y Sole se van alejando poco a poco de la Plaza de los Frutos.

Así terminaba la historia de este precioso negocio, entrañable y añorado por todos.

Otras tiendas en el 9

Tras el cierre de Fermín fotógrafos, vinieron otros negocios, como la coqueta tienda Novedades. Teresa García emprendió su carrera como empresaria dando al local un aire refinado, con prendas de moda y complementos exclusivos. Esta ha sido la segunda opción preferida por los usuarios.

En 1955 llegó a la Plaza de los Frutos el ritmo caribeño con Bolero, la tienda de discos que monta Ubaldo Ramos. Con la muerte de Ubaldo y la llegada de los Ambrus, el establecimiento se convertirá en un anticuario repleto de piezas únicas y valiosísimas.

Ese fue el último negocio abierto en el número 9 de la céntrica plaza.