'Conectando España' descubre Setenil de las Bodegas, en Cádiz y Patones, en Madrid
- Conectando España se emite los miércoles a medianoche en La 1 y rtve.es
- Recorremos un pueblo blanco gaditano y un pueblo de pizarra negra madrileño
- Puedes verlo y comentarlo en directo con el hashtag #conectando
Marcado por la belleza y originalidad del entramado de sus calles, Setenil de las Bodegas se erige en torno al tajo del río Guadalporcún, en la serranía de Cádiz. Su fortaleza nazarí atrajo a los arqueólogos interesados en esta construcción de la que sólo se han encontrado tres ejemplares en España. Fue el caso de Jesús, un ceutí que llegó para intervenir en una excavación y acabó enamorándose de una setenileña y creando aquí su hogar.
Otra de nuestras protagonistas, Encarni, nos llevará a comprar a la plaza de abastos y a conocer el proyecto empresarial que ha puesto en marcha junto a su marido: un hotel y un restaurante que acogen a muchos de los turistas que se acercan a conocer el pueblo.
Aunque Daniel se marchó a estudiar a Málaga, tenía claro que volvería a Setenil. Aquí decidió seguir con la explotación ganadera y vinícola de su familia, pero modernizándolos para seguir creciendo. Y algo parecido le ocurrió a Noelia, que después de ocho años trabajando como esteticista en la Costa del Sol sintió que no había razón para que en su pueblo no estuvieran a la última en tratamientos de belleza, montando su propio negocio.
Javi nació en Paris, pero con 12 años su familia regresó a vivir al pueblo. Ahora su afición es restaurar coches antiguos y venderlos por Internet, lo que lo ha hecho muy popular dentro y fuera de Setenil.
Patones, pizarra negra y gargantas
La segunda propuesta de esta semana en ‘Conectando España’ se encuentra en la sierra norte de Madrid, en un municipio del que, dicen, hace siglos tuvo hasta su propio rey. Se trata de Patones, un lugar que acoge apenas a 500 habitantes, famoso por sus casas de pizarra negra y por disfrutar de un enclave escondido entre gargantas que le ha permitido zafarse de más de una conquista.
Más que sus gargantas, fueron sus cuevas las que atrajeron a Javier y lo convirtieron en un patonero “de adopción”. Este director de arte en publicidad y espeleólogo de corazón, nos mostrará algunos de los atractivos que tiene el pueblo para los espíritus más aventureros.
Carlos llegó Madrid desde Ferrol y aquí encontró el amor además de unos espectaculares paisajes en los que practicar cicloturismo, su deporte favorito. Con él conoceremos el entorno del pueblo además de la actividad que gira en torno al tele-centro del pueblo, que él coordina.
De mano de Ainoha y Konstantine conoceremos por qué Patones es el sitio ideal donde un artista puede encontrar la tranquilidad y la inspiración. Y a través de Pilar descubriremos la importancia que el agua ha tenido en la historia del pueblo y en su propia vida.
Por último, Paco nos contará cómo un cordobés llegó a Patones. Una historia que va muy ligada a la del propio resurgir de este pequeño municipio que salió del olvido hace cuatro décadas.